Humanidad
La ministra de Exteriores de Israel dijo, horas antes de la invasi¨®n, que en Gaza no hab¨ªa crisis humanitaria y por tanto no era necesaria una tregua humanitaria. Hasta si su gobierno no fuera responsable ya de quinientos cad¨¢veres, y de la indeterminada cifra de v¨ªctimas que se proyecta en el horizonte, sus palabras ser¨ªan escalofr¨ªantes. En Gaza se hacinan, como en un campo de concentraci¨®n, un mill¨®n y medio de personas cuya subsistencia depende de la voluntad de sus carceleros. Israel consinti¨® que Ham¨¢s se presentara a las elecciones de 2006 para decretar, tras su victoria, un bloqueo econ¨®mico tan brutal que, aplicado casi a cualquier otro lugar, constituir¨ªa en s¨ª mismo toda una crisis humanitar¨ªa.
Cabr¨ªa preguntarse qu¨¦ es un ser humano para la se?ora Livni, porque no se trata de conceptos como seguridad, bienestar o garant¨ªas. Antes de que el ej¨¦rcito israel¨ª arrasara Gaza por la fuerza, sus habitantes no ten¨ªan comida, ni agua ni luz el¨¦ctrica, ni medicinas ni combustibles, a veces durante horas, a veces durante d¨ªas enteros. Cabr¨ªa responderse por tanto, y ci?¨¦ndose escrupulosamente a sus palabras, que para la se?ora Livni, los palestinos no son seres humanos. Que una ministra de Israel, representante de un estado surgido del horror que estremeci¨® al mundo al constatar que el pueblo jud¨ªo hab¨ªa sido tratado como no humano por el III Reich, diga cosas as¨ª, es tan desolador que se comenta solo.
?Y los dem¨¢s? El problema es Ham¨¢s, dicen. ?Y cu¨¢ndo no exist¨ªa Ham¨¢s? Entonces, el problema era Arafat. ?Y de d¨®nde sali¨® Arafat? La violencia no s¨®lo engendra violencia en Oriente Pr¨®ximo, pero s¨®lo all¨ª se priva a las v¨ªctimas hasta del pobre consuelo de la palabra "desproporci¨®n". Cabr¨ªa pensar que la culpa es de los propios palestinos, de esa terca insistencia suya en seguir siendo, pese a todo, seres humanos.
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