Catalu?a es la comunidad con m¨¢s trabajadores despedidos por un ERE

Cuando, antes del verano de 2008, la crisis era todav¨ªa una realidad "discutible" para el Gobierno central, las perspectivas de renovaci¨®n de los contratos temporales ya eran magras. La actual explosi¨®n de expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE), que disparan contra los contratos fijos e implican despidos colectivos sobre todo en la industria, ilustra que la econom¨ªa, en recesi¨®n t¨¦cnica, se ha adentrado definitivamente por un oscuro t¨²nel. En octubre pasado, ¨²ltimo mes del que existen datos oficiales disponibles, el incremento de trabajadores afectados por expedientes explot¨®. Y Catalu?a, en buena parte por su estructura industrial, sufre m¨¢s la tendencia.

Entre enero y octubre de 2008 el n¨²mero de trabajadores afectados por expedientes de todo tipo autorizados en Espa?a se increment¨® hasta llegar a 64.729, el 36% m¨¢s que en los primeros 10 meses de 2007. En el caso de la comunidad catalana, el incremento fue muy superior, del 70%, y alcanz¨® las 10.765 personas, seg¨²n los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigraci¨®n. La Comunidad Valenciana fue la ¨²nica que super¨® a Catalu?a en afectados, con 14.131, pero en buena parte debido a que hasta octubre comput¨® m¨¢s suspensiones temporales de empleo.

Catalu?a es, pues, la autonom¨ªa en la que la cifra de trabajadores a los que se ha extinguido el contrato mediante un ERE es superior: 6.826, casi 2.000 m¨¢s que entre enero y octubre de 2007. "Yo que hace un a?o estaba preocupado por los despidos individuales... y hoy vemos c¨®mo la crisis, que arrasa, adem¨¢s de en la construcci¨®n, en la industria y los servicios asociados a ella, ha generado una explosi¨®n de expedientes de regulaci¨®n", exclama Sim¨®n Rosado, de CC OO de Catalu?a.

Parte del ajuste en la construcci¨®n, de la que Catalu?a depende relativamente menos que otras comunidades vecinas, ya se ha hecho. En ese sector muchas grandes empresas subcontratan a otras parte de la obra, y los ERE no suelen ser masivos. "Pero el primer golpe a la industria ha ido a parar al autom¨®vil y empieza a generalizarse entre las empresas industriales, como las textiles y las de servicios industriales, por eso Catalu?a se resiente", corrobora Manuel Hern¨¢ndez, abogado de Sagardoy especializado en derecho laboral, quien explica que Valencia acusa m¨¢s el par¨®n de empresas que trabajan para la contrucci¨®n, como las de la industria de la cer¨¢mica.

Josep Gonz¨¢lez, presidente de Pimec, la patronal catalanas de peque?as y medianas empresas, cree que el principal problema es que las nuevas l¨ªneas de financiaci¨®n prometidas por el Gobierno central para aliviar la sequ¨ªa crediticia "a¨²n no est¨¢ llegando a las empresas".

Si los datos oficiales llegan hasta octubre, en noviembre y diciembre la cosa se puso a¨²n m¨¢s fea. "Desde septiembre, no hemos parado. No hay m¨¢s que ver los juzgados colapsados por los concursos de acreedores, y en las empresas de servicios viviremos un efecto domin¨®", augura Antonio L¨®pez, secretario de Acci¨®n Sindical de USOC.

Seg¨²n c¨¢lculos de UGT de Catalu?a, s¨®lo en noviembre y diciembre en esta comunidad se presentaron expedientes de regulaci¨®n que afectaron a 25.000 trabajadores, cuando la cifra acumulada entre enero y octubre era de 10.588. M¨¢s de la mitad de los nuevos afectados por ERE corresponden a suspensiones temporales de empleo, explica Camil Ros, secretario de Coordinaci¨®n Sectorial de este sindicato, quien se muestra "sorprendido" por las cifras catalanas.

"No es s¨®lo nuestra estructura industrial. Otras comunidades industriales, como el Pa¨ªs Vasco, no est¨¢n acusando tanto el golpe. Creemos que nos resentimos de que no se haya actuado r¨¢pido para resolver el problema de la falta de liquidez de las empresas", a?ade. Hay disparidad de opiniones sobre si la duraci¨®n de la crisis (que seg¨²n los responsables pol¨ªticos empezar¨¢ a remitir en la recta final de 2009) se alargar¨¢ y acabar¨¢ convirtiendo en extinciones definitivas de contratos las suspensiones de trabajo temporales, sobre todo en el sector del autom¨®vil (15% del PIB industrial de Catalu?a). Rosado se muestra optimista al respecto, aunque con cautela. Ros, no tanto.