El barrio so?ado de Maruja Torres

En realidad son tres los personajes de Esperadme en el cielo, con la que la periodista y escritora Maruja Torres (Barcelona, 1943) gan¨® anoche el Premio Nadal que concede la editorial Destino. La protagonista, mezcla de la Wendy de Peter Pan y de la Alicia de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas, con mucho de la propia Maruja, Manolo (V¨¢zquez Montalb¨¢n) y Terenci (Moix). Ella llega a un presunto m¨¢s all¨¢ y se encuentra a sus amigos muertos. "?Estoy muerta?", pregunta. "?Pero Dios existe?". "No", responde Manolo. "Pero la eternidad, s¨ª", a?ade Terenci. "Es espiritismo laico", dijo ayer.

La novela trata, explic¨® Torres, "sobre una mujer que se enfrenta a vivir vegetando o a vivir resistiendo. Tiene 63 a?os y se le van las ganas de vivir, por eso habla con sus mejores amigos y maestros, los dos muertos". "Es un canto a la amistad, agridulce. Si ellos no estuvieran muertos yo no habr¨ªa podido escribir esta novela. No s¨¦ si merezco el premio".

"Trata de una mujer que se enfrenta a vivir vegetando o a vivir resistiendo"

Torres la present¨® al Nadal, dotado con 18.000 euros, con el t¨ªtulo de Jardines de aire y bajo el seud¨®nimo de Sara Amig¨®. "Es un enredo, escrito con mucha iron¨ªa, mucha ternura, mucha sensibilidad. Hay cinefilia, gayfilia, chismofilia. Creo que la magia que tiene la novela es que es un tebeo inteligente".

Los tres personajes, invisibles para los humanos, recorren a su gusto desde Hollywood a Alejandr¨ªa, el Mediterr¨¢neo, la Feria del Libro de Madrid y Barcelona. Manolo y Terenci le piden ayuda para reconstruir el Barrio Chino, ahora Raval. "El Barrio, con may¨²scula", insisti¨® Torres, "que reconstruimos es aquel en el que queremos creer: como la vida. El que lo promet¨ªa todo y era tan pobre que pod¨ªamos creer que el futuro no nos iba a defraudar. Es tambi¨¦n generacional, la infancia y el barrio com¨²n que no tuvimos juntos y que nos habr¨ªa gustado tener, al menos a m¨ª".

Maruja Torres, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y Terenci Moix nacieron en el Chino y aunque no coincidieron en sus primeros a?os, s¨ª vivieron intensamente su transformaci¨®n en el Raval, que culmin¨® en los a?os previos a los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992.

"Barcelona, el puerto, el cine, Hollywood. La eternidad s¨®lo necesita un buen core¨®grafo y un buen guionista, dice Terenci en la novela", explic¨® Torres. Tan placentera se convierte esa vida invisible para la protagonista, que en un momento dado se plantea si "es m¨¢s c¨®modo estar muerta que viva". En esa especie de cielo, s¨®lo hay escritores que les gustan a los tres, y ning¨²n cr¨ªtico.

Torres gan¨® en En 2000 el Premio Planeta con Mientras vivimos. "De Miss Planeta 2000, vestida de Armani barato, paso ahora a la 65? edici¨®n del Premio Nadal, que empez¨® con Laforet y tuvo a Ana Mar¨ªa Matute. El Planeta fue mi ¨²ltima noche feliz de premio, porque Manolo y Terenci estaban vivos, eran del jurado, me quer¨ªan, carec¨ªan de envidia y estaban satisfechos como la madre de la cupletista del Barrio Chino", concluy¨® la escritora.

El finalista del Nadal fue el escritor y fot¨®grafo Rub¨¦n Abella (Valladolid, 1967), con El libro del amor esquivo, una novela de vidas cruzadas: la de una paparazza, la de un hombre destrozado por un amor perdido y la de otro que llega a Madrid desde una aldea perdida en Galicia. Cada uno tiene su propia historia, pero ¨¦stas acabar¨¢n entrecruz¨¢ndose.

El periodista Gaspar Hern¨¢ndez obtuvo el Premio Pla de prosa en catal¨¢n con El silenci, sobre una japonesa que intenta superar un c¨¢ncer a trav¨¦s de la meditaci¨®n.

El homenaje a Francisco Casavella, anterior ganador del Nadal, fallecido el pasado 17 de diciembre, fue breve y deslucido. Una presentadora af¨®nica pronunci¨® unas palabras en su recuerdo y luego, s¨ª m¨¢s emocionante y rotunda, Eva D¨ªaz, finalista del Nadal 2008, ley¨® un acertado fragmento de la novela del escritor.