Manzano dio la concesi¨®n al Balc¨®n de Rosales en 2000 pese a infringir la ley
El local donde muri¨® ?lvaro Uss¨ªa era discoteca antes de la autorizaci¨®n del pleno
Parte de la discusi¨®n administrativa que gener¨® la muerte de ?lvaro Uss¨ªa a manos de los porteros del Balc¨®n de Rosales el pasado 15 de noviembre gir¨® en torno a si el establecimiento ten¨ªa o no licencia. El Ayuntamiento aleg¨® en todo momento que la concesi¨®n administrativa que se le otorg¨® en octubre de 2000 al local llevaba subsumido el correspondiente permiso de funcionamiento. La Comunidad, por su parte, sostuvo que no lo ten¨ªa y que, por tanto, era como si no existiera. La Polic¨ªa Municipal se limit¨® a constatar que no hab¨ªa ning¨²n documento que acreditase que el local pod¨ªa estar abierto y funcionar como discoteca y a pedir, por ello, el cese de actividad en siete ocasiones.
"Es una historia de repetidos incumplimientos", denuncia el PSOE
El problema, seg¨²n las denuncias policiales y un informe municipal de uso interno al que ha tenido acceso EL PA?S y que el Ayuntamiento ha declinado comentar, es que el local donde muri¨® Uss¨ªa ya funcionaba como discoteca sin licencia antes del acuerdo plenario que le otorg¨® la concesi¨®n. Pese a ello, el Consistorio, entonces gobernado por Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP), lo premi¨® con un permiso que no hac¨ªa m¨¢s que legalizar lo que llevaban haciendo al margen de la ley y denunciado por la polic¨ªa desde hac¨ªa meses.
Y de eso, seg¨²n el informe interno realizado por el ¨¢rea de Medio Ambiente en septiembre de 2006, cuando la dirig¨ªa Paz Gonz¨¢lez, ya ten¨ªa constancia la Comunidad de Madrid incluso cuando estaba presidida por Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Precisamente, su gobierno se interes¨® en hasta cuatro ocasiones por el estado de la licencia del Balc¨®n de Rosales. La primera vez, seg¨²n el documento, fue el 27 de enero de 1999, cuando la entonces Direcci¨®n General de Protecci¨®n Ciudadana remiti¨® una carta a la Junta Municipal de Moncloa, a la que pidi¨® una copia de dicha licencia. Obviamente, nunca la recibi¨®.
Adem¨¢s del informe, consta una denuncia de la Polic¨ªa Municipal del 16 de julio de 2000. Seg¨²n documento redactado ese d¨ªa por el oficial de turno, a las 3.50 hab¨ªa 176 personas en el interior del local "que efectuaban consumiciones". Sin embargo, la ¨²nica licencia que ten¨ªa en aquella ¨¦poca el Balc¨®n de Rosales era para ejercer la actividad de Pasaje del Terror, que se le hab¨ªa concedido en 1991. Nada m¨¢s.
Por ello, la Polic¨ªa Municipal pidi¨® a la Junta Municipal de Moncloa el cese de la actividad del local. Como en las siete ocasiones posteriores en las que se produjo dicha solicitud, se hizo caso omiso de la polic¨ªa.
"Desde Medio Ambiente se ten¨ªa conocimiento de estas irregularidades. Ellos son los responsables de la concesi¨®n y no hubo ning¨²n control sobre ella", denuncia el portavoz municipal socialista, David Lucas. "Ha sido una historia repetida de incumplimientos y, pese a eso, se ha ido renovando la concesi¨®n. Tras el asesinato, en vez de rescindirla completamente, se le mantienen privilegios como la explotaci¨®n del telef¨¦rico", insiste Lucas.
En 1967, el Ayuntamiento madrile?o adjudic¨®, mediante concurso p¨²blico, la construcci¨®n y explotaci¨®n del telef¨¦rico. Un gigantesco juego de cables y cabinas suspendido entre Pintor Rosales y la Casa de Campo. El canon que la empresa Telef¨¦rico Rosales, SA, deb¨ªa abonar al Ayuntamiento se fij¨® en 1.953,54 euros. En 1975 la misma empresa obtuvo la autorizaci¨®n municipal para la cafeter¨ªa a cambio de 1.322 euros m¨¢s. En 1991 se autoriz¨® la instalaci¨®n de la atracci¨®n el Pasaje del Terror en uno de los pies del telef¨¦rico. Se sustituy¨® el antiguo canon y se estableci¨® uno nuevo conjunto de 6.010 euros anuales. Adem¨¢s, si los viajeros del telef¨¦rico superaban anualmente los 640.000 (eso es casi un quinto de la poblaci¨®n madrile?a montado en las cabinas), deb¨ªan pagar un suplemento de canon ligado a la taquilla que hicieran.
En el a?o 2000 lleg¨® el momento de Balc¨®n de Rosales. La concesi¨®n de toda la explotaci¨®n del telef¨¦rico y el resto de instalaciones caducaba en 2002. Pero el Ayuntamiento consider¨® que como la empresa del telef¨¦rico ten¨ªa que hacer unas obras de adecuaci¨®n de la potencia el¨¦ctrica y de mantenimiento de las instalaciones que iban a costarle 70 millones de pesetas (420.000 euros), ten¨ªa que ser compensada.
As¨ª que se ampli¨® la concesi¨®n 15 a?os m¨¢s y permiti¨® que al antiguo Pasaje del Terror se uniera una sala con licencia de caf¨¦-espect¨¢culo que llevaba ya tiempo funcionando como tal sin permiso.
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