Portazo a la inmigraci¨®n

Cuando vino, le llamaron ilegal y le dieron trabajo. Algunos a?os despu¨¦s, con el encendido debate sobre el efecto llamada de fondo, logr¨® los papeles. Accedi¨® a derechos antes vedados, a trabajos mejores. Pag¨® impuestos, los bancos le recibieron con su mejor sonrisa, se compr¨® una casa, tuvo hijos. Se le consider¨® entonces propulsor del milagro econ¨®mico, garante del sistema de pensiones. Ahora, los tajos se cierran, los jornales escasean, hay menos empleos en comercios y bares. Cobra el paro, la hipoteca se come los ahorros, alg¨²n familiar tom¨® el camino de vuelta... El investigador Miguel Pajares atrapa los nuevos interrogantes que deja la crisis en Inmigraci¨®n y mercado de trabajo, informe encargado por el Gobierno: "?Qu¨¦ pasar¨¢ si siguen llegando inmigrantes al ritmo de los ¨²ltimos a?os? ?Se disparar¨¢ el desempleo entre ellos? ?A qu¨¦ conflictos estamos expuestos? ?Aumentar¨¢ la competencia por el empleo y con ella la xenofobia?".

El desempleo entre los inmigrantes se ha disparado un 64% en un a?o

Italia, Reino Unido, Francia y Alemania limitan su admisi¨®n para trabajar

Las restricciones llevan a veces, seg¨²n el caso rumano, a empleos irregulares

"Dentro de poco podemos necesitar a los que se van", advierte un analista

Un representante extranjero: "Muchos tiene el coraz¨®n partido"

La inmigraci¨®n debe crecer, dicen en Bruselas, porque Europa envejece

La recesi¨®n precipitar¨¢ las respuestas en 2009, aunque las se?ales que lanzan el Gobierno y el mercado laboral son inequ¨ªvocas. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta de poblaci¨®n activa, referida al tercer trimestre de 2008, el desempleo entre los extranjeros ha aumentado hasta las 623.000 personas en el ¨²ltimo a?o (un 64% m¨¢s). Su tasa de paro supera el 17%. Son los peores registros desde que los inmigrantes empezaron a tener un peso significativo en Espa?a. Lo que tambi¨¦n ha cambiado es la pol¨ªtica del Ejecutivo de Zapatero: el pa¨ªs europeo que m¨¢s inmigrantes ha recibido en los ¨²ltimos a?os da un portazo. Apenas deja una rendija a la entrada con papeles en regla. Y tiende puente de plata a los que quieran irse.

"La contrataci¨®n de inmigrantes en sus pa¨ªses de origen se aproximar¨¢ a cero". El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, dio en septiembre el pistoletazo de salida. La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, le reconvino y se vio forzado a matizar que se refer¨ªa s¨®lo a "algunas especialidades" del cat¨¢logo de profesiones y que las v¨ªas de contrataci¨®n seguir¨ªan abiertas "siempre que las personas que est¨¢n en paro en Espa?a hayan tenido la oportunidad, sin distinci¨®n de origen, de acceder a las ofertas de trabajo".

Pero el velo de la correcci¨®n pol¨ªtica ha ca¨ªdo. En octubre, Trabajo redujo en un tercio el cat¨¢logo de profesiones de dif¨ªcil cobertura que determina qu¨¦ tipo de empleos se puede cubrir con contrataciones en el extranjero. El efecto es mucho mayor, porque entre las ocupaciones desterradas est¨¢n las que m¨¢s contratos en origen generan: alba?iles, asistentas, peones agrarios, camareros... El recorte del cat¨¢logo har¨¢ un nudo a la contrataci¨®n estable por el r¨¦gimen general, v¨ªa que permiti¨® la incorporaci¨®n de 178.340 inmigrantes al mercado laboral espa?ol en 2007.

Menos determinante, pero igual de simb¨®lica, es la decisi¨®n de rebajar el contingente estable, que facilita a los empresarios contrataciones colectivas en el extranjero, de los 15.709 trabajadores del a?o pasado a los 901 de ¨¦ste, un tijeretazo del 94%. S¨®lo falta por revisar el contingente para trabajos de temporada, pero dada la afluencia de espa?oles e inmigrantes residentes a las primeras cosechas del campo andaluz, es f¨¢cil ver que encoger¨¢.

"No es algo que decidamos nosotros", objeta Consuelo Rum¨ª, secretaria de Estado de Inmigraci¨®n. "En la pasada legislatura, creamos instrumentos objetivos para asegurarnos de que se canalizaban las necesidades del mercado laboral". Defiende que funcionan: "Si eran v¨¢lidos en tiempos de bonanza, tambi¨¦n lo son en tiempos de crisis. La realidad es que ahora hay menos trabajo".

Lo que tambi¨¦n podr¨ªa arg¨¹ir Rum¨ª es que lo que ocurre en Espa?a no es excepcional. Italia decidi¨® en noviembre que s¨®lo permitir¨¢ entrar a inmigrantes extracomunitarios con contratos de trabajo en un pu?ado de profesiones. Ese mes, el Reino Unido puso en marcha un sistema de puntos, a imagen y semejanza de Australia, que reducir¨¢ al menos un 20% la incorporaci¨®n de trabajadores extranjeros. Vlad¨ªmir Putin ha anunciado que Rusia dejar¨¢ en la mitad los cuatro millones de permisos de trabajo programados para 2009. Francia, Holanda y Alemania endurecen la reagrupaci¨®n familiar.

El a?o 2008 fue el primero desde el arranque de esta d¨¦cada en que la entrada neta (inmigrantes menos emigrantes) en Espa?a qued¨® por debajo de las 500.000 personas, seg¨²n datos de la UE. Pero tanto esa cifra como el aumento de la poblaci¨®n activa extranjera (421.000 personas m¨¢s en un a?o) casan a¨²n mal con una econom¨ªa en recesi¨®n. "No es extra?o. La situaci¨®n puede ser mucho peor a¨²n en los pa¨ªses de origen. Para los que est¨¢n aqu¨ª, el nivel de los servicios sociales es un aliciente para no irse. Y la reagrupaci¨®n familiar es ya una v¨ªa de entrada muy importante. Aqu¨ª acabar¨¢ ocurriendo lo que en otros pa¨ªses: en la UE, s¨®lo 4 de cada 10 inmigrantes entran por motivos laborales", se?ala Juan Men¨¦ndez-Vald¨¦s, experto de la patronal CEOE.

"Hay hijos de inmigrantes que est¨¢n llegando a la edad laboral. Y, con las dificultades econ¨®micas, m¨¢s miembros de la familia se muestran dispuestos a trabajar", a?ade Rum¨ª. El formidable repunte de la tasa de paro en 2008 (del 8% al 11,3% hasta el tercer trimestre) se explica en mucha mayor medida por el alza de la poblaci¨®n activa inmigrante que por la destrucci¨®n de empleos.

"En 2009 ese aumento de la poblaci¨®n activa inmigrante colapsar¨¢", prev¨¦ Joan Oliver, director de investigaciones de Caixa Catalunya. Oliver cree que los abundantes (malos) augurios que sit¨²an cerca del 15% la tasa de paro para este a?o dan por hecho que el n¨²mero de extranjeros que quiere trabajar seguir¨¢ creciendo a buen ritmo. "Eso es insostenible, la comunicaci¨®n entre los inmigrantes es r¨¢pida, se extender¨¢ que la cosa aqu¨ª est¨¢ mal", afirma el catedr¨¢tico, que anticipa una tasa de paro del 13,5%.

Al efecto disuasorio de la crisis se unir¨¢n nuevas restricciones del Gobierno. Rum¨ª adelanta que el deterioro del mercado laboral llevar¨¢ este mes a un nuevo recorte del cat¨¢logo de profesiones, esta vez del 60%. Adem¨¢s, Trabajo pretende, en la nueva reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, endurecer la reagrupaci¨®n familiar al acotarla al c¨®nyuge, los hijos menores de 18 a?os y los padres mayores de 65 a?os dependientes. "Tambi¨¦n se da permiso de trabajo autom¨¢tico a los hijos entre 16 y 18 a?os y al c¨®nyuge", recalca la secretaria de Estado. "Es una reforma equilibrada".

Las restricciones administrativas y la crisis se notan en las estad¨ªsticas de entrada de inmigrantes. Pero Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT, las relativiza. "Se cuenta a personas que ya estaban aqu¨ª y que consiguen papeles", dice. Lo que ocurri¨® en 2007 ilustra su afirmaci¨®n. Ese a?o, la llegada regular de inmigrantes bati¨® r¨¦cords (700.000 personas). Pero muchos eran ciudadanos rumanos y b¨²lgaros que ya viv¨ªan en Espa?a y lograron el permiso de residencia por la incorporaci¨®n de sus pa¨ªses a la UE.

La dirigente sindical no cree en un vuelco del movimiento migratorio. "En estos a?os, el mercado laboral ha ofrecido muchos empleos de baja calidad, que cog¨ªan los inmigrantes, y eso coexiste con una tasa de actividad baja de los espa?oles, sobre todo entre las mujeres", a?ade. La subida del nivel de paro puede ser compatible con un aumento, m¨¢s leve, de la poblaci¨®n activa extranjera.

Otra cuesti¨®n que dilucidar es si las restricciones limitan la entrada de inmigrantes o, simplemente, los desv¨ªa a trabajos irregulares. De nuevo, lo ocurrido en 2007 da pistas. El otorgamiento de la residencia catapult¨® a la comunidad rumana en las estad¨ªsticas: con 730.000 ciudadanos de esa nacionalidad, es el grupo de extranjeros m¨¢s numeroso en Espa?a. Pero, por una decisi¨®n excepcional de la UE, durante dos a?os se ha excluido a rumanos y b¨²lgaros de la concesi¨®n autom¨¢tica del permiso para trabajar por cuenta ajena. Durante la moratoria, reci¨¦n finalizada, poco m¨¢s de 200.000 rumanos se dieron de alta en la Seguridad Social.

"La moratoria tuvo un efecto perverso, es evidente que muchos no han tenido m¨¢s remedio que trabajar en negro", afirma Miguel Fonda, presidente de la federaci¨®n de asociaciones rumanas en Espa?a (Fedrom). Si hay una comunidad en la que el retorno masivo es m¨¢s probable, ¨¦sa es precisamente la rumana. Su Gobierno, con la econom¨ªa resucitada por los fondos europeos, pide a los emigrados que vuelvan: echa en falta m¨¢s de un mill¨®n de trabajadores cualificados. "Como dicen aqu¨ª, hay mucha gente con el coraz¨®n partido. Est¨¢n muy bien adaptados a Espa?a, pero tambi¨¦n tienen miedo a perder el trabajo por la crisis", explica Fonda.

Pese a que en la econom¨ªa espa?ola pintan bastos, el acceso a educaci¨®n, servicios sociales o sanidad es mucho mayor que en Rumania. Tambi¨¦n los sueldos (all¨ª lo habitual son unos 400 euros al mes). Rum¨ª asegura que el Ministerio de Trabajo divulgar¨¢ pronto, a trav¨¦s del servicio p¨²blico de empleo, las ofertas de trabajo que puedan llegar desde aquel pa¨ªs.

Rumanos y b¨²lgaros, como el resto de ciudadanos de la UE, no est¨¢n incluidos en el programa de retorno voluntario para inmigrantes extracomunitarios que Trabajo puso en marcha hace tres meses. La idea era incentivar a los extranjeros que se hayan quedado en paro a volver a sus pa¨ªses. El Gobierno les anticipa todo el subsidio de desempleo acumulado (el 40% aqu¨ª, el 60% cuando lleguen a su pa¨ªs, una media de 9.600 euros), a cambio de renunciar a los permisos de residencia y trabajo durante, al menos, tres a?os. Corbacho asegur¨® que unas 100.000 personas pod¨ªan acogerse a la medida. S¨®lo lo han solicitado por ahora un millar.

Trabajo ha lanzado una campa?a para reanimar la iniciativa con anuncios en estaciones de tren y metro. "Es una medida que tendr¨¢ un recorrido muy corto", vaticina la sindicalista Fontecha. "Es un programa sin fecha de caducidad, hay que ver c¨®mo evoluciona", rebate Rum¨ª. Entre las asociaciones de inmigrantes prende la desconfianza. "Con 10.000 euros no se puede iniciar un proyecto de vida, el plan potencia la imagen de que los inmigrantes son los culpables de la crisis. Es una expulsi¨®n encubierta", fue la conclusi¨®n de Ra¨²l Jim¨¦nez, presidente de la asociaci¨®n de ecuatorianos Rumi?ahui.

Las dudas se extienden a los expertos. "A esos inmigrantes a los que se est¨¢ potenciando que se vayan podemos necesitarlos dentro de poco, hay que apostar m¨¢s por pol¨ªticas de recolocaci¨®n que por pol¨ªticas de retorno" asegur¨® el investigador Miguel Pajares en un acto de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado. Un informe de Bruselas concluy¨® hace unos meses que la inmigraci¨®n debe aumentar, no disminuir, dado el envejecimiento de la poblaci¨®n europea. "El modelo productivo no va a cambiar de la noche a la ma?ana; cuando la econom¨ªa se recupere, a¨²n se tendr¨¢n que cubrir muchos puestos de baja cualificaci¨®n", opina Men¨¦ndez-Vald¨¦s.

Un reciente estudio del Banco de Espa?a destaca que los inmigrantes ser¨¢n protagonistas, a las duras y a las maduras. El informe achaca al desplome de la construcci¨®n (un cuarto de los empleos del sector los ocupaban extranjeros) y a la precariedad (la mitad de los inmigrantes ocupados tiene contrato temporal) el r¨¢pido repunte del paro, poco habitual en crisis anteriores. Pero tambi¨¦n augura que la movilidad laboral de los inmigrantes facilitar¨¢ la moderaci¨®n salarial y el trasvase a profesiones con m¨¢s oportunidades. "Habr¨¢ un incremento del desempleo m¨¢s elevado a corto plazo", predicen los expertos del Banco de Espa?a. Pero, gracias a la inmigraci¨®n, "la capacidad de recuperaci¨®n del mercado laboral aumenta".

Con el viento a favor del crecimiento econ¨®mico, Espa?a ha asimilado sin grandes problemas convertirse en muy poco tiempo en el pa¨ªs de la UE con m¨¢s inmigrantes en su poblaci¨®n (5,3 millones, el 11% del total) y en su mercado laboral (2,9 millones de ocupados, el 14,3% del total). Ahora, queda por comprobar c¨®mo afrontar¨¢ los malos tiempos a partir de esta nueva realidad. Y si la pol¨ªtica de puertas cerradas se ir¨¢ con la crisis o ha llegado para quedarse.