?Si t¨² no vas, Madoff vuelve?
Estamos a menos de dos meses de las elecciones vascas y gallegas, y a medio a?o de las elecciones europeas. Inauguramos, pues, un a?o de marcado peso pol¨ªtico, justo cuando la crisis econ¨®mica y financiera exige de las instituciones pol¨ªticas mayores replanteamientos de sus rutinas y pr¨¢cticas de intervenci¨®n. Una vez m¨¢s, se cruzan las problem¨¢ticas espec¨ªficas de cada elecci¨®n con los problemas globales que afectan, y en este caso de qu¨¦ manera, a la vida de los electores. En Galicia, la din¨¢mica de esta ¨²ltima legislatura y la posici¨®n a¨²n notablemente s¨®lida del Partido Popular en esta comunidad nos llevar¨ªan a pensar en una campa?a en la que socialistas y nacionalistas traten de poner de relieve lo conseguido, sin agredirse en exceso, y poniendo de relieve los riesgos de retroceder a la Galicia anterior, largamente dominada por los populares. La campa?a se acercar¨ªa as¨ª a la que vivimos en Catalu?a en las ¨²ltimas elecciones al Parlament. Un tripartito unido s¨®lo contra CiU y cada uno de los miembros de la coalici¨®n tratando de marcar un perfil propio. Los socialistas gallegos podr¨¢n jugar en menor medida con la carta que tan bien les funcion¨® en las elecciones catalanas a sus colegas del PSC: "Que viene el PP", o dicho en forma de eslogan: "Si t¨² no vas, ellos vuelven". En ese eslogan, presentado en clave tarantiniana, con los l¨ªderes del PP en formato Reservoir dogs, se unieron con destreza dos ideas: combatir la abstenci¨®n y la desmovilizaci¨®n del electorado m¨¢s cercano, y agitar para ello el fantasma del miedo al retorno al poder de un PP duro, extremadamente conservador, espa?olista y autoritario. En estos momentos, esa receta tiene menos posibilidades de funcionar tan magn¨ªficamente como les funcion¨® a los socialistas catalanes. El primer motivo es claramente el giro que ha logrado dar Rajoy al perfil e imagen de la formaci¨®n pol¨ªtica que dirige. Y en el caso de Galicia ello es a¨²n m¨¢s evidente, dada la proximidad personal e ideol¨®gica de Rajoy y el l¨ªder popular en Galicia, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. Pero, por otra parte, la abstenci¨®n puede ser realmente importante si no se logra incorporar a la campa?a respuestas m¨¢s o menos viables y cre¨ªbles con relaci¨®n a las preocupaciones ciudadanas frente a la crisis. Y en ese sentido el eslogan deja de tener el impacto buscado. Nadie puede creer que "si t¨² no vas, la crisis empeorar¨¢". Ya que la capacidad de los pol¨ªticos para intervenir en el antes y en el despu¨¦s de la tormenta financiera ha sido claramente limitada y perif¨¦rica.
La nueva situaci¨®n exige planteamientos m¨¢s radicales, que traten de situarse a la altura de los problemas a los que nos enfrentamos
En el caso del Pa¨ªs Vasco, los factores de la propia realidad vasca siguen contando m¨¢s incluso que la grave situaci¨®n econ¨®mica. Por dos razones. La primera es que siguen absolutamente planteados los temas centrales que han ocupado la vida pol¨ªtica en Euskadi en toda su experiencia democr¨¢tica contempor¨¢nea. Todos m¨¢s cansados, todos m¨¢s esc¨¦pticos, pero todos con los mismos dilemas y los mismos problemas de fondo. La segunda es que la crisis econ¨®mica, si bien ha impactado en Euskadi igual que en todo el mundo, su propia estructura industrial, la eficaz labor de innovaci¨®n tecnol¨®gica realizada y el menor peso de inmigrantes y de personas en situaci¨®n de riesgo de exclusi¨®n social les permitir¨¢ (a caballo de su excepcionalidad en la financiaci¨®n) capear mejor los efectos de la crisis. Por otra parte, la pretensi¨®n socialista de realizar el sorpasso y de superar (aunque s¨®lo sea en esca?os) al PNV va a dramatizar m¨¢s a¨²n, si cabe, esas elecciones en clave vasca. La elecci¨®n de Mayor Oreja para encabezar la candidatura del PP a las elecciones europeas apunta a una estrategia popular distinta en Galicia y en el Pa¨ªs Vasco. Los populares afirman que la coincidencia de las elecciones gallegas y vascas reforzar¨¢ su posici¨®n, ya que ellos van a presentar el mismo perfil pol¨ªtico en un sitio y en el otro, mientras que los socialistas deber¨¢n reforzar su cara nacionalista en Galicia y su cara nacional-espa?ola en Euskadi. Pero lo cierto es que el PP acabar¨¢ haciendo lo propio en un sitio y en el otro, y seguramente no acabar¨¢ sacando beneficios pol¨ªticos ni en un sitio ni en el otro. Lo m¨¢s probable, salvo sobresaltos de ¨²ltima hora, es que el PNV mantenga su liderazgo, reduciendo su espacio, y que el dilema sobre c¨®mo resolver el tema acabe oscilando en una reedici¨®n del tripartito vasco o una (menos probable) recuperaci¨®n de la coalici¨®n PNV-PSOE con sacrificio de Ibarretxe.
En el horizonte, las elecciones europeas ponen de relieve las limitaciones que el escenario electoral convencional tiene para afrontar los retos originados por la crisis estructural del capitalismo que estamos atravesando. La nueva situaci¨®n pol¨ªtica exige planteamientos m¨¢s radicales, que traten de situarse a la altura de los problemas a los que nos enfrentamos, y ni las elecciones gallegas ni las vascas parecen ser capaces de situarse a esa altura. Las elecciones europeas s¨ª lo permiten, al posibilitar respuestas m¨¢s globales a una l¨®gica capitalista desbocada, pero es ah¨ª donde nos fallan los sujetos pol¨ªticos capaces de construir alternativas que vayan m¨¢s all¨¢ de la gesti¨®n vergonzosa de la crisis. El mensaje que nos llega desde la ¨¦lite pol¨ªtica es por ahora monocorde: trabajamos para volver a donde est¨¢bamos antes, pero sin Madoffs. Pero nada de lo que hacen parece asegurar que ello sea posible. Nadie parece responsable de nada, como dec¨ªa Ramoneda en estas mismas p¨¢ginas. Y ante esa falta de ambici¨®n y de alternativas, lo m¨¢s razonable es imaginar que la abstenci¨®n en las europeas aumentar¨¢. La gente cada vez tiene menos tiempo que perder en una tramoya pol¨ªtica que parece s¨®lo buscar el mantenimiento del statu quo y que tiene miedo a afrontar los verdaderos problemas pendientes.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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