Luis Fabiano reanima al Sevilla

En una semana, el Sevilla y el Depor se van a ver las caras tres veces. El primer asalto, el partido de ida de Copa, recibi¨® a un conjunto andaluz con la espada de Damocles sobre la cabeza y al cuadro de Miguel ?ngel Lotina en pleno proceso de expansi¨®n. El equipo de Manolo Jim¨¦nez dej¨® de ser su propio reflejo para convertirse en el Sevilla, llevado en volandas por Luis Fabiano y con Jes¨²s Navas de escudero. Sus ansias de triunfo, con los goles del brasile?o y Kanout¨¦, ahogaron los envites de un Depor bien ensamblado por Lotina y luchador hasta el final, pero al que el tanto de Omar Bravo le supo a poco.

No hubo rifas ni t¨®mbolas en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Los dos equipos tiraron de escuadra y cartab¨®n para delinear sus ataques, siempre con el cuero sobre el tapete y con la premisa de ocupar las bandas y ensanchar el campo hasta el infinito. As¨ª lo hizo el equipo de Miguel ?ngel Lotina, que opt¨® por las rotaciones en el Depor (del ¨²ltimo partido, ante el Getafe, s¨®lo Manuel Pablo y Lopo repet¨ªan en el once titular) y dio carrete a Valer¨®n en la media punta y cedi¨® las bandas a Cristian y Pablo ?lvarez. El empuje del Depor, pasado de revoluciones en los primeros compases, estuvo en la rapidez del ex del filial del Bar?a. Fue un centro de Cristian, que pein¨® inteligentemente Valer¨®n, el que dio el primer susto al Sevilla. Pero el ca?onazo de Colotto acab¨® frustrado por un siempre efectivo Palop.

La seguridad bajo los palos del meta valenciano ofrece una confianza a sus compa?eros que ayer tuvo una traslaci¨®n en el juego del equipo de Nervi¨®n. Defenestrado de la UEFA y bajo la lupa en la Liga, el Sevilla se agarr¨® a la Copa para reconfortar su estado an¨ªmico. Y nadie mejor para insuflar la moral que Luis Fabiano. Tras perderse el encuentro liguero ante el Osasuna por unas molestias g¨¢stricas, el brasile?o demostr¨® ayer que cuando quiere, puede tornarse desequilibrante. Acompa?ado por Kanout¨¦ en la punta de lanza, y escoltados por dos flechas como Navas y Capel, el 10 sevillista despleg¨® todo su arsenal. No acert¨® a embocar un bal¨®n de que el mal¨ª le hab¨ªa cedido con el pecho. Pero s¨ª que levant¨® los ¨¢nimos del equipo de Nervi¨®n tras el lanzamiento de una falta. Luis Fabiano, con un toque sutil, envi¨® una rosca donde no lleg¨® Fabricio, al que una mala colocaci¨®n de la barrera le entorpeci¨® la visi¨®n.

Al contrario que ante el Mallorca, el conjunto de Jim¨¦nez recuper¨® la gazuza que se espera de un equipo que dice apostar por el juego ofensivo. El gol se transform¨® en un aliciente y no en un somn¨ªfero, como le ven¨ªa ocurriendo en los ¨²ltimos encuentros. Jes¨²s Navas fue, de nuevo, el vivo ejemplo de las ganas de victoria. El extremo derecho llev¨® de cabeza a Laure, en el primer tiempo, y a Manuel Pablo en el segundo, cuando Lotina decidi¨® hacer un trueque entre sus laterales. Un env¨ªo de Navas lo dej¨® Capel de cabeza para que Kanout¨¦ marcara a placer.

El colch¨®n que reflejaba el marcador no amortigu¨® la ofensiva desbocada del equipo de Nervi¨®n, algo que los aficionados del S¨¢nchez Pizju¨¢n echaban de menos. S¨®lo un momento de despiste del Sevilla lo aprovech¨® Omar Bravo para reducir las diferencias, mientras la zaga sevillista se quedaba paralizada reclamando fuera de juego de De Guzm¨¢n. El Depor ech¨® el resto en los ¨²ltimos diez minutos, en busca del empate que les diera a¨²n mayor tranquilidad para el partido de vuelta. Sin embargo, fue el cuadro local y sus ganas renovadas el que pudo llevarse con mayor holgura el encuentro. Pero ni un disparo bombeado de Renato, ni un bal¨®n al larguero de Adriano ni tampoco un lanzamiento de Kanout¨¦ que roz¨® el poste de Fabricio pudieron sentenciar la eliminatoria.