Los bombardeos paran tres horas

El Ej¨¦rcito israel¨ª prosigue su campa?a de destrucci¨®n en Gaza y los combates se extienden ya a toda la franja. Sin entrar al coraz¨®n de las ciudades, apoyados por intenso fuego de la aviaci¨®n, la marina y la artiller¨ªa, y aleccionados para evitar como sea bajas entre sus filas, los soldados israel¨ªes se emplean sin contemplaciones. Los civiles palestinos son quienes pagan el precio con sus vidas. Se acercan ya a 700 los muertos en casi dos semanas de un ataque como no ha conocido el territorio palestino en d¨¦cadas. Se ignora cu¨¢ntos son hombres armados.

"Cuando sospechamos que hay un miliciano en una casa, disparamos un misil, despu¨¦s dos proyectiles de artiller¨ªa y luego la excavadora derriba las paredes". La explicaci¨®n es de un mando militar israel¨ª a la prensa de este pa¨ªs. Y pone de manifiesto la brutalidad de la agresi¨®n: la sospecha es suficiente para arrasar con lo que sea. No es de extra?ar, pues, que las muertes de inocentes se disparen. Una familia, los Samuny, perdi¨® a 31 de sus miembros en una sola operaci¨®n. "Desde nuestro punto de vista, ser cuidadoso significa ser agresivo", a?adi¨® el militar. La atrocidad es bien recibida si se trata de limitar la cifra de uniformados muertos, seis hasta la fecha.

Al menos 40 objetivos y los t¨²neles de Rafah, en la frontera con Egipto, fueron bombardeados, y alcanzadas algunas cl¨ªnicas m¨®viles. La sangre continuar¨¢ corriendo porque el Ejecutivo israel¨ª decidi¨® seguir la campa?a durante los pr¨®ximos d¨ªas.

Israel, que rechazaba la existencia de una crisis humanitaria, permiti¨® ayer el acceso de alimentos y combustible durante tres horas en que los combates y bombardeos fueron detenidos. Ham¨¢s tambi¨¦n se comprometi¨® a no disparar cohetes entre la una y las cuatro de la tarde.