Vargas Llosa en el coraz¨®n de las tinieblas
'El Pa¨ªs Semanal' abre este domingo con Congo una serie de viajes de autor a los conflictos olvidados del mundo
"El problema n¨²mero uno del Congo son las violaciones. Matan a m¨¢s mujeres que el c¨®lera, la fiebre amarilla y la malaria. Cada bando, facci¨®n, grupo rebelde, incluido el Ej¨¦rcito, donde encuentra una mujer procedente del enemigo, la viola. Mejor dicho, la violan. Dos, cinco, diez, los que sean. Aqu¨ª el sexo no tiene nada que ver con el placer, s¨®lo con el odio. Es una manera de humillar y desmoralizar al adversario". As¨ª, con el testimonio crudo de un m¨¦dico del hospital de Minova, arranca el reportaje Viaje al coraz¨®n de las tinieblas, en el que Mario Vargas Llosa relata su reciente visita a Congo y que El Pa¨ªs Semanal publicar¨¢ el pr¨®ximo domingo.
Con el autor peruano, el suplemento de EL PA?S inaugura la serie Testigo del horror, en la que varios escritores dar¨¢n cuenta de la violencia que sacude el mundo.
En la narraci¨®n de su experiencia en el pa¨ªs africano, el autor de La ciudad y los perros realiza un fresco descarnado de la realidad de un pa¨ªs en el que las violaciones compiten con las enfermedades agravadas por la dram¨¢tica escasez de agua potable. A todo ello hay que sumar la corrupci¨®n generalizada, la indiferencia del resto del mundo y la apat¨ªa de miles de desplazados que llevan toda la vida si¨¦ndolo: "Much¨ªsimos de ellos est¨¢n ya m¨¢s muertos que vivos y, lo peor, lo saben".
Acompa?ado por miembros de M¨¦dicos Sin Fronteras, Vargas Llosa pasa de los hospitales a los campos de refugiados, como el de Hewa Bora, cuya parad¨®jica traducci¨®n es "Aire Bello". All¨ª se encuentra con los pigmeos, que descienden a diario el ¨²ltimo pelda?o de la miseria: "En una sociedad sin ley", escribe el novelista, "corro¨ªda por la violencia, las luchas cainitas, las invasiones, la corrupci¨®n y las matanzas, los pigmeos son las v¨ªctimas de las v¨ªctimas, los que m¨¢s sufren. Basta echarles una mirada para saberlo".
Parad¨®jicamente, Congo es un lugar rico en zinc, cobre, plata, oro y colt¨¢n. Obtenido, eso s¨ª, de minas explotadas por mano de obra esclava. "?Qu¨¦ le hace falta para aprovechar sus incontables recursos?", se pregunta el escritor. ?l mismo responde: "Paz, orden, legalidad, instituciones, libertad". Cosas por ahora "muy dif¨ªciles de alcanzar" en un pa¨ªs al que, para colmo de males, huyeron los milicianos hutus que perpetraron el genocidio de tutsis en Ruanda en 1994. Un pa¨ªs con el mayor ¨ªndice de accidentes a¨¦reos del mundo. Un pa¨ªs en el que se encuentra desplegada la mayor operaci¨®n emprendida jam¨¢s por la ONU: 17.000 soldados y 1.500 civiles impotentes ante una realidad desbordante.
Colonia belga durante casi siglo y medio, Gongo no encontr¨® la estabilidad con la independencia conseguida en 1960. Expolio aparte, B¨¦lgica dej¨® como herencia la lengua francesa y la religi¨®n cat¨®lica, pero una pregunta surge a cada paso, en cada estaci¨®n del viaje. Es la que formula un poeta al que Vargas Llosa conoce en Lwemba, un distrito popular de Kinshasa. "?Y qu¨¦ hemos hecho nosotros, los congole?os, con nuestro pa¨ªs?".
El domingo 11 de enero, en ELPA?S.com, podr¨¢ ver una fotogaler¨ªa con im¨¢genes del viaje de Vargas Llosa a Congo
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