Padres de urgencia
Unas 60 familias andaluzas cuidan de ni?os en desamparo temporal
"Ven¨ªa triste y le cost¨® sonre¨ªr, pero cuando lo ves feliz la satisfacci¨®n es inmensa". Mar¨ªa del Carmen J¨®dar describe su experiencia en el programa de acogida de menores de urgencia. Ella y su marido Mario Jim¨¦nez decidieron formar parte de esta iniciativa y hace seis meses que en casa son uno m¨¢s. Tienen dos hijas biol¨®gicas de siete y diecis¨¦is a?os. Desde junio un peque?o "terremoto" se sum¨® a su unidad familiar. "Luego hay que separarse y lo pasas mal, pero merece la pena".
Como ellos hay en Andaluc¨ªa unas 60 familias que se han adherido al plan, pero la necesidad es mucho mayor. En los centros de acogida de la comunidad aut¨®noma hay 321 menores que podr¨ªan pasar de forma transitoria a una familia con estas caracter¨ªsticas. Los padres tienen que estar disponibles 24 horas porque nunca se sabe cuando va a llegar el menor. Deben poder acoger a dos y no cuentan con informaci¨®n previa sobre su situaci¨®n. A cambio reciben una remuneraci¨®n.
El programa busca voluntarios para evitar que los ni?os sean internados
Precisamente ese tiempo, el que son acogidos, permite realizar al equipo correspondiente un estudio sobre la situaci¨®n del menor y proponer la medida m¨¢s adecuada para ¨¦ste: que retorne con su familia biol¨®gica o que la Administraci¨®n adopte otra medida estable en el caso de que la situaci¨®n familiar no lo sea y eso entra?e un riesgo para el ni?o.
El programa est¨¢ en marcha desde 1996 en Sevilla y C¨¢diz, que son las provincias en las que la implantaci¨®n es mayor, con 24 y 15 familias valoradas y en activo respectivamente. La experiencia se implant¨® en toda Andaluc¨ªa a finales de 2008 y poco a poco va arrancando.
"Por la forma de ser, la concepci¨®n de la familia y la solidaridad de la gente en Andaluc¨ªa el programa marcha bien", reconoce la directora general de Atenci¨®n al Menor y la Familia de la Junta de Andaluc¨ªa, Carmen Belinch¨®n. Con todo, faltan padres temporales.
El acogimiento simple con car¨¢cter de urgencia va dirigido a menores sobre los que hay que intervenir de forma inmediata y urgente. Se trata de evitar su institucionalizaci¨®n en un centro de acogida y ofrecerles la posibilidad de estar arropados por un ambiente familiar, aunque sea un periodo corto de tiempo. El tiempo de estancia habitual es de seis meses, aunque se puede prorrogar tres meses m¨¢s. El menor puede salir de la casa en cualquier momento.
Cuando Mar¨ªa del Carmen y Mario acogieron al peque?o ten¨ªa 15 meses. Desde entonces ha pasado un a?o y medio. "Ahora es un lorito, pero muy educado", aseguran. Pensar en su marcha no les agrada, pero es la condici¨®n. "No acogerlo por eso ser¨ªa m¨¢s ego¨ªsta, as¨ª se les ayuda y hay muchos menores en esa situaci¨®n", precisa Mario. Es una etapa importante y se les "transmiten valores, afecto, cari?o y estabilidad", a?ade la directora del programa.
Pilar Jim¨¦nez es la psic¨®loga coordinadora del programa de acogimiento de urgencia de Aldaima, la asociaci¨®n que en Granada sirve de v¨ªnculo entre la consejer¨ªa y las familias interesadas. "La primera motivaci¨®n es la solidaridad", subraya. Tras una primera llamada telef¨®nica, los candidatos suelen acudir a la sede de la asociaci¨®n.
"Si contin¨²an interesados se les pasa un cuestionario y posteriormente se les valora", agrega. El 75% de los acogedores de urgencia son matrimonios, les siguen personas viudas (10%) y en ¨²ltimo puesto se encuentran las familias monoparentales y solteras, que constituyen un 7% del total respectivamente.
Cualquier persona no vale y hay que velar sobre todo por el inter¨¦s del menor, que "es lo que nos mueve a todos". Quienes se preocupan y acceden son personas "especiales". Hay otras que llegan con "ideas desajustadas". Captar la atenci¨®n es fundamental en este programa porque, seg¨²n Jim¨¦nez, "hay gente dispuesta pero no siempre tienen toda la informaci¨®n".
Integrar en el hogar a los menores que no superan los seis a?os es relativamente f¨¢cil, aunque lograr que adquieran determinados h¨¢bitos a veces "cuesta su tiempo", agrega Mario. Eso "puede hacer a la gente dar marcha atr¨¢s, pero no es justo y adem¨¢s lo compensas r¨¢pidamente".
El programa, al que la Junta de Andaluc¨ªa ha dedicado una inversi¨®n de 2,5 millones en el ¨²ltimo a?o, tiene como precepto fundamental que las familias de acogida asuman desde el principio que el menor tiene otra familia con la que volver.
Las dos hijas biol¨®gicas de este matrimonio aceptan con naturalidad al peque?o y saben que despu¨¦s de Navidad se ir¨¢. Ser¨¢ un trago y nunca se olvida porque ha formado parte de la familia, pero el compromiso es que contin¨²e su vida con otra y que se haga de forma f¨¢cil y natural. "Sale de casa, pero queda siempre algo en el hogar", dicen. El caso de Mar¨ªa del Carmen y Mario es especial porque, con ¨¦ste, son ya once los menores mayoritariamente en desamparo que han pasado tiempo en su casa.
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