Madredeus, enchufados
El grupo portugu¨¦s se presenta en Lisboa tras una profunda renovaci¨®n
Ah, Madredeus, aquel grupo portugu¨¦s inconfundible, que marc¨® ¨¦poca en el difuso g¨¦nero de las m¨²sicas del mundo: el vestuario de negro riguroso, la actitud contrita, las dos guitarras ac¨²sticas entrelazadas, la apelaci¨®n a la saudade, la voz emblem¨¢tica de Teresa Salgueiro. La banda que se present¨® recientemente en el teatro Ib¨¦rico de Lisboa responde al nombre de Madredeus, pero ninguna de aquellas se?as de identidad permanece vigente.
Han pasado de cinco a diez; la bater¨ªa, el bajo y la guitarra el¨¦ctrica irrumpen en la alineaci¨®n, la percusi¨®n africana corre a cargo de un se?or con levita roja chillona, casi todos tocan de pie, no hay rastro de Teresinha y su puesto lo ocupan dos jovencitas mucho m¨¢s desinhibidas, una de ellas tan teatral que parece la cantante de los heavies blandos Evanescence. S¨®lo la figura de Pedro Ayres Magalh?es -fundador, guitarrista cl¨¢sico, compositor, productor y mandam¨¢s supremo en toda esta historia- permanece. "Pod¨ªamos haber seguido como antes hasta la ancianidad, hasta la artritis, pero la vida no funciona as¨ª", proclama.
Imposible que los redivivos Madredeus generen indiferencia entre su legi¨®n de seguidores. La nueva configuraci¨®n multiplica las posibilidades expresivas, sin duda, pero es seguro que un sector se sentir¨¢ traicionado. "?sa es una cuesti¨®n que no me interesa", anota Ayres Magalh?es sin reprimir un moh¨ªn de fastidio. "Es natural que se generen afectos, pero yo, como autor e int¨¦rprete, deb¨ªa mirar hacia adelante. Tres de los cinco m¨²sicos hab¨ªan abandonado la banda. ?Qu¨¦ pretend¨ªa, que me quedara sentado en casita tomando caf¨¦?".
El primer fruto es un doble ¨¢lbum, Metafonia, con 12 temas in¨¦ditos y siete cl¨¢sicos adaptados a las actuales circunstancias. La firma de portada figura como Madredeus & A Banda C¨®smica, una manera de decir que el grupo es el mismo pero no es igual. "Tuve un dilema importante con el nombre", admite el l¨ªder. "Permanece la presencia espiritual m¨ªa y de mis canciones. Lo de A Banda C¨®smica se debe a la b¨²squeda de un equilibrio gravitacional".
Los primeros en conocer la nueva idiosincrasia de Madredeus fueron sus amigos y colaboradores de todos estos a?os: familiares, t¨¦cnicos, invitados. Ni rastro de los antiguos componentes, en particular de Teresa Salgueiro. "Ni viene hoy ni la espero ning¨²n otro d¨ªa. Me ha dicho que est¨¢ ocupada. Los dem¨¢s detalles carecen de inter¨¦s para usted", explica un Magalh?es cuya diplomacia mengua con la inminencia del deb¨². M¨¢s tarde aclarar¨¢ que s¨ª, que la relaci¨®n es m¨¢s o menos cordial. "Yo mismo produje su disco con Lusitania Ensemble, una preciosidad. No descartemos colaboraciones futuras". Las nuevas vocalistas, Mariana Abrunheiro (la enf¨¢tica) y Rita Dam¨¢sio (la m¨¢s sosegada), crecieron "tarareando" las canciones de Madredeus que pon¨ªan en la radio y se comportan con extrema solvencia sobre el escenario. Ahora bien, tanto los timbres como las tesituras recuerdan a Salgueiro a cada rato. Las comparaciones, de por s¨ª inevitables, est¨¢n garantizadas.
"Hemos alcanzado otro nivel", recapitula Ayres mientras prende un cigarrillo. "Este grupo es mucho mejor que el anterior, sin duda. Es m¨¢s colorido, m¨¢s popular, m¨¢s inteligible"."Somos mejores que antes; m¨¢s coloridos y populares", aclara su fundador
Babelia
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