Obama promete a Calder¨®n "una nueva p¨¢gina en la relaci¨®n con Am¨¦rica Latina"
La ¨²ltima mirada de Barack Obama antes de ser investido presidente de Estados Unidos fue hacia el sur. Su reuni¨®n de ayer con el presidente mexicano, Felipe Calder¨®n, no s¨®lo constituye un gesto de buena vecindad, sino una declaraci¨®n de intenciones. Por un lado, Obama prometi¨® "una nueva p¨¢gina en la relaci¨®n de EE UU con Am¨¦rica Latina". Por otro, dej¨® clara la preocupaci¨®n creciente de que dos de los problemas m¨¢s acuciantes que sufre M¨¦xico -el narcotr¨¢fico y el desempleo- crucen la frontera y terminen por afectar gravemente a EE UU. De hecho, el presidente mexicano, el ¨²nico mandatario extranjero que Obama recibir¨¢ antes de su toma de posesi¨®n, acudi¨® a Washington con sus secretarios de Hacienda, Gobernaci¨®n y Relaciones Exteriores.
Desde hace tiempo, pero de forma m¨¢s beligerante en los ¨²ltimos meses, voces tan influyentes como las del magnate Carlos Slim o el escritor Carlos Fuentes se fueron uniendo al coro de los que denunciaban la doble moral del Gobierno de George W. Bush en su discurso sobre el narcotr¨¢fico. Por un lado, instaba a su vecino del sur a combatirlo sin cuartel, e incluso apoyaba esa guerra con los fondos del Plan M¨¦rida, pero al mismo tiempo manten¨ªa abiertas y sin ning¨²n tipo de restricciones m¨¢s de 12.000 armer¨ªas en su frontera con M¨¦xico. Slim -uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo- lo explic¨® de esta forma tan gr¨¢fica: "Yo creo que el combate a la delincuencia organizada como el que pretende hacer M¨¦xico no es viable si EE UU est¨¢ armando a todo el mundo, y seguramente con armas muy sofisticadas".
Ahora las cosas pueden empezar a cambiar. Pero no necesariamente por una mayor sensibilidad de Obama, sino porque los narcotraficantes mexicanos, acosados por el Gobierno de Calder¨®n, parecen estar siguiendo la misma ruta que sus v¨ªctimas para ponerse a salvo: cruzar la frontera e instalarse en el sur de Estados Unidos. Ya se est¨¢n dando casos de secuestros, asaltos y disputas entre carteles por el control del territorio en Arizona o Texas. A esta situaci¨®n se unen los efectos de la crisis, que sin duda afectar¨¢ a los m¨¢s de 21 millones de mexicanos que viven (se calcula que seis millones de ellos sin documentaci¨®n) en EE UU. La visita de Calder¨®n a Washington incluye un encuentro de cortes¨ªa con Bush y una reuni¨®n con los presidentes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
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