Claude Jeter, cantante de 'gospel'
El d¨ªa de Reyes se detuvo para siempre en el Bronx neoyorquino el coraz¨®n del reverendo Claude Jeter, pionero del gospel estadounidense e integrante de The Swan Silvertones, una de las formaciones m¨¢s legendarias de esta m¨²sica espiritual negra. Ten¨ªa 94 a?os y llevaba m¨¢s de cuatro d¨¦cadas consagrado al ministerio religioso en Harlem (Nueva York), pero entre 1940 y 1965 sirvi¨® junto a sus tres compa?eros como referente para docenas de j¨®venes afroamericanos.
Como es habitual en estos casos, Claude Jeter tuvo una juventud nada sencilla. Comenz¨® a cantar como pasatiempo, mientras trabajaba en las minas de carb¨®n de Virginia Occidental y all¨ª, bajo tierra, encontr¨® a los que ser¨ªan sus primeros compa?eros de canto en los Four Harmony Kings. Hubo que esperar hasta 1942 para que aquellos j¨®venes humildes reunieran el arresto de mudarse a Knoxville (Tennessee) para actuar en una radio de gospel, Sunday Gospel Channel. All¨ª fue donde decidieron cambiar de nombre y ganarse un hueco en la posteridad como Swan Silvertones.
Firmaron su primer contrato discogr¨¢fico en 1946 con King Records, asumieron las ense?anzas vocales del emergente doo-wop y en 1959, ya con una larga experiencia a sus espaldas, obtuvieron una acogida abrumadora con un espiritual reconvertido en balada de llamada y respuesta: Mary don't you weep. Ah¨ª aparec¨ªan unos versos de Jeter, "I'll be a bridge over deep water / if you trust my name", que sugirieron uno de los mayores ¨¦xitos de Simon & Garfunkel, Bridge over troubled water (Puente sobre aguas turbulentas). Simon visit¨® a Jeter en su apartamento de la Calle 118 para agradecerle la inspiraci¨®n con un cheque de 1.000 d¨®lares. A?os m¨¢s tarde le invit¨® a participar en su disco There goes rhymin' Simon.
El caracter¨ªstico falsete de Claude Jeter influy¨® en otros grandes de la m¨²sica negra, como Al Green o Eddie Kendricks, del grupo los Temptations. Sin embargo, Jeter perdi¨® inter¨¦s por la actividad musical desde que en 1963 se orden¨® sacerdote en Detroit. Cuatro a?os m¨¢s tarde se instalar¨ªa definitivamente en Harlem.
A principios de los a?os noventa concedi¨® una entrevista al peri¨®dico The New York Times en la que explicaba: "Promet¨ª a mi madre que s¨®lo le cantar¨ªa al Se?or. El diablo se dedica a cantar a trav¨¦s del blues, pero yo transmito las palabras verdaderas mediante el gospel".
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