Una nueva vida para las Atarazanas

De su bosque de arcos mud¨¦jares, que evoca a la Mezquita de C¨®rdoba, zarparon naves rumbo al Guadalquivir durante casi tres siglos, pero tambi¨¦n se formaron artilleros, se pregon¨® pescado fresco, se almacen¨® lana, se dieron misas y se recaudaron impuestos. Todo eso, y mucho m¨¢s, ha pasado entre los muros de las Reales Atarazanas de Sevilla en sus 756 a?os de historia. El edificio, hoy propiedad de la Junta, lo mand¨® construir Alfonso X el Sabio en 1252 y va camino de convertirse en el cuarto CaixaForum de la Fundaci¨®n La Caixa.

Si todos los tr¨¢mites legales siguen el curso esperado, el pr¨®ximo 13 de febrero la Consejer¨ªa de Cultura dar¨¢ luz verde a una concesi¨®n por 75 a?os y la entidad financiera iniciar¨¢ el proyecto de rehabilitaci¨®n de los 13.500 metros cuadrados de superficie construida del monumento, que es Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC). Febrero de 2009 pasar¨¢ a ser otra fecha clave en la larga lista de usos que acumula el edificio. De momento, el ¨²nico escollo con el que se ha topado La Caixa es la cantidad que ha mencionado el director territorial ejecutivo sur de la entidad, Juan Reguera: "Una inversi¨®n m¨ªnima de 20 millones de euros" para la rehabilitaci¨®n del edificio. "Tanto La Caixa, como nosotros, sabemos que ser¨¢ una cifra bastante m¨¢s elevada", asegura la consejera de Cultura Rosa Torres.

Lo que queda del edificio son siete naves, las otras diez se han demolido

Los proyectos de la Junta no se han realizado por falta de presupuesto

A la Fundaci¨®n Museo Atarazanas -una asociaci¨®n ciudadana que vela por el cumplimiento de una moci¨®n aprobada por el pleno del Ayuntamiento en 2007 para la conversi¨®n de las Atarazanas en un museo sobre la historia de Sevilla y del r¨ªo Guadalquivir- la suma tambi¨¦n le parece escasa, ya que la cifra que baraja est¨¢ entre 70 y 100 millones de euros. "Estamos luchando para que las Atarazanas, el edificio civil m¨¢s importante en la historia de la ciudad, se convierta en un atractivo de primer orden para los visitantes extranjeros. Para ello, tenemos el mejor compa?ero de viaje posible, la Fundaci¨®n La Caixa, por su sensibilidad y solvencia; pero nuestra obligaci¨®n es que no se olvide el factor social", apunt¨® ayer Jos¨¦ Manuel N¨²?ez, director de la Fundaci¨®n Museo Atarazanas.

El arquitecto sevillano Roberto Luna, quien rehabilit¨® la f¨¢brica Casaramona para convertirlo en el CaixaForum de Barcelona, est¨¢ convencido de que los 20 millones de euros es s¨®lo "una manera de empezar a hablar" ya que se trata de un proyecto de una gran complejidad. "El problema es que la intervenci¨®n permita que siga existiendo el monumento y no lo transforme en otra cosa. Se trata de que el proyecto se haga en favor del edificio", precisa Luna.

Aunque la historia de las Reales Atarazanas comienza en 1252, las 14 naves que encarg¨® Alfonso X se construyeron sobre unas atarazanas musulmanas de 1184 levantadas por el califa almohade Abu Yacub Yusuf y de las cuales apenas hay trazas. Lo que queda actualmente del edificio son siete naves sobre una planta de 7.200 metros cuadrados (del 1 al 7 en el gr¨¢fico). Las otras diez naves se han ido demoliendo a lo largo de los siglos, ya que en 1502 los Reyes Cat¨®licos decidieron cerrar el astillero y ordenaron liquidar los enseres del complejo naval.

La primera gran demolici¨®n sucedi¨® en el siglo XVII. Se tiraron cinco naves (de la 8 a la 12 en el gr¨¢fico) para levantar el Hospital de la Caridad. Las otras cinco (de la 13 a la 17) se derribaron en 1942 para edificar la Delegaci¨®n de Hacienda. La parte del monumento que ha llegado hasta hoy fue Cuartel de la Real Maestranza de Artiller¨ªa desde 1587 hasta 1992 y, un a?o despu¨¦s lo compr¨® la Junta de Andaluc¨ªa. Los intentos por parte de la Administraci¨®n de convertirlo en un gran centro de arte contempor¨¢neo no han fructificado, siempre por falta de presupuesto. Por el camino se han quedado, entre otros, un ambicioso proyecto de 1991 liderado por Carmen Gim¨¦nez y que contaba con los arquitectos Richard Gluckman, Antonio Barrionuevo y Julia Molino. El presupuesto de la obra, que nunca lleg¨® a realizarse, rondaba entonces los 12 millones de euros.

Lo positivo de todos estos intentos es que el edificio le llegar¨¢ a La Caixa con los deberes hechos. Un pormenorizado estudio arqueol¨®gico, liderado por Fernando Amores entre 1993 y 1995, ha descubierto en su interior la muralla medieval de Sevilla y la barbacana -antemuro almohade del siglo XIII- ; adem¨¢s de los seis metros de cota que est¨¢n ocultos bajo tierra y que le devolver¨ªan a los arcos mud¨¦jares la grandiosidad de la construcci¨®n. M¨¢s reciente, de 2008, es el Estudio de viabilidad y adecuaci¨®n como generador de usos para las Reales Atarazanas que ha reunido el trabajo de 26 especialistas coordinados por Juan Su¨¢rez. Para ¨¦l, la clave para acercarse al monumento es ¨¦sta: "Las Atarazanas encierran una triple condici¨®n que pertenece a la experiencia, a la emoci¨®n y a la historia. Tres maneras de relacionarse con el tiempo y con la evocaci¨®n, que imponen diferencias en cuanto a sus pautas de supervivencia".