"Hago m¨²sica para m¨ª, no me preocupa venderla"
El tel¨¦fono m¨®vil de Arturo Lanz (Madrid, 1962) comienza por 86, el prefijo internacional chino. Es s¨®lo una m¨¢s entre las singularidades de este personaje tierno, ir¨®nico y provocador que capitanea, casi a su pesar, la banda de m¨²sica industrial Esplendor Geom¨¦trico desde 1980. "Yo es que no soy nada mel¨®mano", se excusa este funcionario que trabaja desde hace 13 a?os como agregado comercial en la Embajada de Espa?a en Pek¨ªn.
Su grupo -una escisi¨®n de los m¨ªticos Aviador Dro y Sus Obreros Especializados- encarn¨® la antimovida durante los a?os ochenta y todav¨ªa hoy causa furor entre los japoneses o centroeuropeos aficionados al ruidismo virulento. Y eso que ni Lanz ni su compa?ero de escenario, Saverio Evangelista, coinciden durante todo el a?o: si el uno vive en el lejano Oriente, el otro se mud¨® a Roma.
"No soy vanguardista, sino primitivo y visceral"
"Pek¨ªn tiene fuerza; me recuerda al Madrid de finales de los a?os setenta"
Los valientes que acudan esta noche a verlos a Ritmo y Comp¨¢s (con Scum & Bones como teloneros) han de saber que les espera un concierto que se puede considerar raro, por inusual, ya que el d¨²o no visitaba Madrid desde el a?o 2005, y porque los argumentos sonoros se alejan de los par¨¢metros convencionales, digamos.
Pregunta. ?Qu¨¦ precauciones deber¨ªa adoptar un oyente que se disponga a escuchar a Esplendor Geom¨¦trico por primera vez?
Respuesta. No acudir con prejuicios. Le ofrecemos una experiencia sin ingrediente intelectual, sin mensaje. Basta con escuchar a volumen muy elevado y dejarse envolver por las repeticiones y el ritmo hasta que se te quede la mente en blanco.
P. ?M¨²sica industrial?
R. Bueno es que ni siquiera s¨¦ si llamarlo m¨²sica. Pero que nadie se asuste: tampoco resulta tan dif¨ªcil. S¨®lo se requiere un estado mental propicio.
P. Las pocas veces que pisa tierra peninsular, ?se siente un poco hijo pr¨®digo?
R. Nooo. Ya estoy deseando volverme. Aprovecho para ver a la familia y a mis hijos del anterior matrimonio, pero mi verdadero hogar es aquel. En China se respira un sentimiento muy agradable de libertad individual. No existe la tonter¨ªa; s¨®lo pasear por la calle es extremadamente divertido.
P. Curioso que haya ido a sentirse libre en un pa¨ªs de r¨¦gimen dictatorial...
R. Eso, como extranjero, apenas lo notas. Por lo general, los chinos no se preocupan demasiado por la pol¨ªtica. Siguen creciendo, viven mejor y todav¨ªa no han llegado a la fase de las reivindicaciones. La ciudad tiene fuerza, efervescencia, muchos sitios para tocar m¨²sica underground. Me recuerda en ese sentido al Madrid de finales de los a?os setenta.
P. ?Le molesta que le tomen por un bicho raro?
R. Lo comprendo, pero soy un tipo normal. Hago m¨²sica para m¨ª, no me preocupa venderla.
P. ?sa puede ser tambi¨¦n una manera de concebir la vanguardia...
R. Ah, pero es que yo no soy vanguardista, sino m¨¢s bien lo contrario. La propuesta de Esplendor Geom¨¦trico es muy primitiva y visceral. Lo nuestro es tan vanguardista como los abor¨ªgenes australianos o las tribus centroafricanas. De jovencitos nos las d¨¢bamos m¨¢s de radicales, pero ¨¦sa es una fiebre que se nos pas¨® en un par de a?os.
P. En aquellos tiempos debutaban ustedes con el tema Necrosis en la poya (sic). ?Mantiene todav¨ªa vigencia esa l¨ªnea argumental?
R. Ahora no me apetece escribir esas historias, pero cuando publicamos aquel single no se escandaliz¨® a nadie. Y es curioso: si un chaval quisiera hacer algo bestia ahora, lo tendr¨ªa crudo.
P. ?El Madrid de la movida era un territorio inh¨®spito para versos libres como ustedes?
R. Fuimos nosotros quienes nos marginamos y desplazamos. En aquellos a?os todo ten¨ªa que ser muy divertido y festivo, pero no est¨¢bamos por la labor. Los de la movida pensaron: estos t¨ªos est¨¢n locos, que no nos amarguen la fiesta. Nosotros, encantados de ser los radicales.
P. Durante a?os estuvo sin lector de CD en su casa. ?Se lo ha comprado ya de una vez?
R. Tengo DVD, que los lee tambi¨¦n, pero nada m¨¢s. Yo es que soy cin¨¦filo, pero nada mel¨®mano. La m¨²sica, para poner la radio en el coche y poco m¨¢s.
P. Y lo de las melod¨ªas, claro, como que no...
R. Si son muy repetitivas, vale. Kraftwerk me gustaban mucho, por ejemplo, pero a los Beatles ya no llegu¨¦.
Esplendor Geom¨¦trico. Viernes 16 a las 21.00 en Ritmo y Comp¨¢s (Conde de Vilches, 22; metro Cartagena). Entradas, de 17 a 20 euros, en Discos Rotor (Gran V¨ªa 40, 6?).
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