Tipos m¨ªnimos
Sin riesgos de inflaci¨®n, el BCE admite que lo prioritario es ahora bajar el precio del dinero
El Banco Central Europeo (BCE) acord¨® ayer bajar los tipos de inter¨¦s en medio punto, hasta el 2%. Es la segunda vez desde la creaci¨®n del BCE en que los tipos bajan hasta ese porcentaje. La anterior fue en 2003 y se mantuvo hasta fines de 2005. Hace meses que la inflaci¨®n dej¨® de ser un problema en casi todo el mundo. Lo sab¨ªan los mercados y la mayor¨ªa de los bancos centrales; el BCE fue el ¨²ltimo en enterarse: todav¨ªa en julio elevaba los tipos al 4,25%, registro m¨¢ximo en siete a?os, y su presidente, Jean-Claude Trichet, declaraba que no esperaba una estabilizaci¨®n de los precios antes de a?o y medio. La realidad le ha obligado a rectificar.
Era necesaria esa reducci¨®n porque el riesgo m¨¢s importante en la eurozona es el de una muy severa recesi¨®n, y la prioridad atribuida a los precios carece ahora de sentido. Todas las econom¨ªas europeas han cerrado 2008 con tasas de inflaci¨®n en niveles hist¨®ricamente bajos; especialmente, por lo inusual, en Espa?a: seg¨²n dato conocido ayer mismo, el a?o se cerr¨® con una tasa interanual del 1,4%, una d¨¦cima por debajo de la media europea.
Trichet manifest¨® ayer que la decisi¨®n no estaba motivada s¨®lo por los datos del momento, sino por la previsi¨®n de la evoluci¨®n de las dos variables esenciales, precios y crecimiento; e insinu¨® que podr¨ªa haber una nueva rebaja de tipos en marzo, pero no antes. No faltan analistas que reclamaban un recorte m¨¢s agresivo, aprovechando el margen todav¨ªa existente, en comparaci¨®n por ejemplo con Estados Unidos, donde los tipos est¨¢n entre el 0% y el 0,25%.
Entre las consecuencias de la medida destaca el probable descenso del coste de las hipotecas que tienen como referencia el Eur¨ªbor. Tambi¨¦n algunas empresas se beneficiar¨¢n de esa relajaci¨®n en el precio del dinero y de la depreciaci¨®n asociada en el tipo de cambio del euro.
Los Gobiernos han de ser conscientes de que la pol¨ªtica monetaria empieza a agotarse. Deber¨¢n ser activos en las decisiones de inversi¨®n p¨²blica. La justificaci¨®n est¨¢ sobrada: en todos los pa¨ªses el desempleo crece a un ritmo m¨¢s que inquietante. Con raz¨®n las referencias comparativas remiten todas a los a?os veinte del siglo pasado. Hay que aprovechar la experiencia y no caer en los mismos errores. No s¨®lo hay que hacer lo que la coyuntura aconseja, sino hacerlo antes de que sea demasiado tarde para que las medidas resulten eficaces.
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