Israel detiene la guerra sin salir de Gaza
Olmert declara un alto el fuego pero mantiene sus tropas durante 10 d¨ªas - Una cumbre de pa¨ªses europeos estudia hoy la reconstrucci¨®n en Egipto
Concluida la festividad jud¨ªa del Sabath, el Gobierno israel¨ª deliber¨® anoche para adoptar su decisi¨®n final: detener el ataque militar contra Gaza con un alto al fuego a partir de las dos de la madrugada de hoy (una de la madrugada en la Espa?a peninsular), manteniendo su amenaza fundamentada en la cruel disuasi¨®n que ha ejercido durante 22 d¨ªas sobre el mill¨®n y medio de habitantes de la franja. Si los cohetes que disparan las milicias palestinas siguen cayendo sobre suelo israel¨ª, el Ej¨¦rcito m¨¢s poderoso de Oriente Pr¨®ximo volver¨¢ a la carga. Son lentejas: o Ham¨¢s las toma o las deja.
Los soldados no se retirar¨¢n del territorio palestino durante 10 d¨ªas y tampoco hay pacto con los islamistas, aunque sus dirigentes y representantes del Gobierno israel¨ª viajan sin cesar a El Cairo, un mediador escorado hacia las posiciones de Tel Aviv.
400 de los 1.200 palestinos muertos en 22 d¨ªas de guerra son ni?os
Ham¨¢s exige la retirada total y fin del embargo econ¨®mico
La iniciativa del Ejecutivo israel¨ª (aconsejado por el jefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi) es inaceptable para la organizaci¨®n fundamentalista, que afronta un dilema crucial. No hay nada claro sobre la apertura de las fronteras y el fin del bloqueo econ¨®mico que ha hundido al territorio palestino en la miseria, la exigencia b¨¢sica de los islamistas. Sin embargo, el desastre que afronta la poblaci¨®n de Gaza tambi¨¦n juega a favor de que el alto el fuego sea respetado. Al menos temporalmente.
Lo que nadie puede adivinar es si esta contienda censurada por Israel a los medios de comunicaci¨®n internacionales acabar¨¢ con esta decisi¨®n del Gobierno de Ehud Olmert. Fauzi Barhum, portavoz de Ham¨¢s, anunciaba ayer: "Continuar¨¢ la lucha sobre el terreno mientras no se retiren las tropas israel¨ªes". Una retirada inmediata de los soldados es justo lo que solicit¨® el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
No obstante, el Gabinete de Olmert, que considera sus objetivos cumplidos, no parec¨ªa estar por la labor. "La prueba tendr¨¢ lugar el d¨ªa siguiente. Es la prueba de la disuasi¨®n", advirti¨® la ministra de Exteriores, Tzipi Livni. S¨®lo ser¨¢n necesarias unas horas para conocer el desenlace.
Los combates continuaron durante toda la jornada. El sobrevuelo de helic¨®pteros se o¨ªa en Ashkel¨®n mientras el Gabinete estaba reunido, y tambi¨¦n el zumbido de la artiller¨ªa. Sonaron las alertas que avisan del inminente impacto de un cohete en esta ciudad a 14 kil¨®metros de Gaza. Son casi 1.200 muertos palestinos (m¨¢s de 400 ni?os y m¨¢s de 100 mujeres, entre ellos) frente a 13 israel¨ªes (10 soldados y tres civiles). El n¨²mero de palestinos heridos supera los 5.000.
Miles de personas se amontonan en las calles de Gaza. Conseguir agua y alimentos es tarea tit¨¢nica. No existe refugio seguro. Ayer mismo, una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados fue bombardeada con proyectiles de f¨®sforo. Murieron dos ni?os. El drama no tiene fin.
Israel quiere ahora poner punto final a esta guerra, o cuando menos a este episodio de un combate que se asemeja al de un bulldog contra un caniche. Una contienda plagada de matanzas indiscriminadas de civiles y acompa?ada, seg¨²n denuncia el personal de Naciones Unidas en la zona, por el empleo de munici¨®n de f¨®sforo blanco (prohibida por la legislaci¨®n internacional en zonas pobladas) que provoca quemaduras nunca vistas por los m¨¦dicos de Gaza.
Los ataques han sido reiterados contra sedes de Naciones Unidas, han destrozado sistem¨¢ticamente infraestructuras que no son patrimonio de Ham¨¢s, mezquitas, ministerios, sistemas de desag¨¹e y tratamiento de agua, antenas de telefon¨ªa, carreteras, puentes, dep¨®sitos de alimentos. Una campa?a adornada por la burla israel¨ª a las resoluciones de la ONU, y la complacencia, cuando no el aplauso, de la gran mayor¨ªa de una sociedad israel¨ª que simplemente no ha visto lo sucedido porque en los medios de comunicaci¨®n locales las atrocidades no son siquiera pie de p¨¢gina.
El cerco al movimiento islamista por los Gobiernos occidentales y por Egipto es m¨¢s acusado que nunca en los tres ¨²ltimos a?os, desde el triunfo de Ham¨¢s en las elecciones palestinas. Arabia Saud¨ª y Jordania guardan un silencio que es tachado de complicidad en las calles ¨¢rabes, y quienes respaldan a los palestinos, aunque sea de boquilla, nada pueden hacer. Y la Uni¨®n Europea poco m¨¢s ha hecho que mostrar su indignaci¨®n en voz baja.
Los l¨ªderes de Francia, Alemania, Espa?a, el Reino Unido, Turqu¨ªa y el presidente palestino, Mahmud Abbas, acuden hoy a una cumbre en Sharm el Sheij (Egipto) para abordar la reconstrucci¨®n de la franja de Gaza.
Volar¨¢n despu¨¦s a Tel Aviv. Probablemente tambi¨¦n para tratar de las medidas militares para impedir que Ham¨¢s pueda nutrir de nuevo su modesto arsenal. Y, l¨®gicamente, surge la pregunta: sin negociar con los acorralados islamistas, ?c¨®mo se canalizar¨¢ ese dinero para rehabilitar lo devastado por los cientos de toneladas de bombas israel¨ªes?
El alto representante de la pol¨ªtica exterior de la UE, Javier Solana, dijo ayer en Barcelona que la retirada de las tropas israel¨ªes deber¨ªa permitir establecer las negociaciones necesarias para acordar un alto el fuego de "larga duraci¨®n" y la apertura de las puertas de la franja, para permitir que llegue la ayuda humanitaria a los palestinos, informa Ferran Sales. "Si es necesaria la presencia sobre el terreno de la UE en los puntos de cruce, estamos preparados para que sea de manera r¨¢pida", continu¨® Solana.
Un acuerdo a la carta
Si lo hubiera redactado Israel en solitario no habr¨ªa sido muy distinto. El acuerdo suscrito el viernes por las jefas de las diplomacias israel¨ª y estadounidense, Tzipi Livni y Condoleezza Rice, se ci?e a los intereses israel¨ªes como el guante a una mano, y es el ¨²ltimo regalo de George Bush a su aliado en Oriente Pr¨®ximo. Ni rastro del reciente incidente entre ambos Gobiernos, cuando la Casa Blanca tild¨® de "mentiras al cien por cien" las declaraciones del primer ministro Ehud Olmert, en las que aseguraba -para bochorno de Rice- que Bush la forz¨® a abstenerse en la votaci¨®n de la resoluci¨®n sobre el alto el fuego auspiciado por el Consejo de Seguridad de la ONU hace nueve d¨ªas.
El pacto tiene un ¨²nico objetivo: acentuar el aislamiento de Ham¨¢s. En sus cl¨¢usulas se incluyen los esl¨®ganes con que el Ejecutivo de Olmert ha machacado hasta el hartazgo. Habla el pacto de "fronteras defendibles" de Israel y de "preservar y fortalecer su capacidad de disuasi¨®n"; condena "todos los actos, m¨¦todos y pr¨¢cticas de terrorismo como injustificables cualquiera que sea su motivaci¨®n, en particular los ataques con cohetes y granadas de mortero perpetrados desde Gaza". Y, por supuesto, afirma que las hostilidades s¨®lo tuvieron una causa: "La adquisici¨®n y uso de armas contra Israel".
Como corolario, y para garantizar la eliminaci¨®n del tr¨¢fico de armamento y explosivos dirigido a la franja de Gaza, Washington se compromete a movilizar a medio mundo para que persista el asedio a Ham¨¢s.
Suministro de armas
"Estados Unidos", reza uno de los apartados, "trabajar¨¢ con sus socios en la regi¨®n y de la OTAN para abordar el problema del suministro de armas a Ham¨¢s a trav¨¦s del Mediterr¨¢neo, el golfo de Ad¨¦n, el mar Rojo, y el este de ?frica". Para ello, aumentar¨¢ la cooperaci¨®n de los servicios de espionaje con los Gobiernos regionales para impedir el tr¨¢nsito de armamento por sus territorios; se incrementar¨¢ la cooperaci¨®n de los servicios de inteligencia navales; reforzamiento de las sanciones internacionales, "incluyendo una respuesta a esos Estados, como Ir¨¢n", que proveen de armas a Ham¨¢s. EE UU se compromete, asimismo, a facilitar "asistencia tecnol¨®gica, log¨ªstica, y a entrenar a fuerzas de seguridad regionales para contrarrestar el contrabando". Es decir, para inutilizar los t¨²neles de Rafah.
Entre los aliados de esta iniciativa s¨®lo se menciona al presidente Hosni Mubarak, de quien los firmantes realzan sus esfuerzos por convertir en una frontera segura la que separa a Gaza de Egipto, donde cientos de t¨²neles nutr¨ªan de alimentos a la poblaci¨®n y de armas a las milicias palestinas. No obstante, Mubarak rechaz¨® ayer la presencia de tropas extranjeras en su pa¨ªs.
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