Las pilas dan p¨¦rdidas a Cegasa
Quiere llevar a China su actividad m¨¢s tradicional y reforzar sus otras divisiones
Las pilas, que fueron el origen de Cegasa, un negocio nacido antes de la Guerra Civil, se han convertido en su quebradero de cabeza por las p¨¦rdidas que hoy provocan al grupo. De ah¨ª que el 12 de diciembre la empresa decidiera parar en seco la fabricaci¨®n de su producto m¨¢s emblem¨¢tico, que ahora vendr¨¢ de China, para centrarse en las dem¨¢s actividades, desde las bombillas y los equipos de tr¨¢fico a electrodom¨¦sticos o herramientas el¨¦ctricas. Lo cual, seg¨²n se?alan fuentes pr¨®ximas a los gestores (la empresa no ha querido responder oficialmente a las preguntas de este peri¨®dico), result¨® ser una decisi¨®n dif¨ªcil.
Fundada por el padre del actual propietario, Juan Celaya Letamendi, y otras dos familias (Emparanza y Gald¨®s), las pilas y bombillas han impregnado la cultura del grupo y le han dado la energ¨ªa necesaria para crecer, sobre todo en los a?os setenta y ochenta del pasado siglo, con el boom de los transistores.
Cegasa est¨¢ presente en 13 pa¨ªses y factura m¨¢s de 200 millones de euros
Una decisi¨®n, adem¨¢s, aplazada por Celaya, que no est¨¢ habituado a rendirse. Nacido en O?ate (Guip¨²zcoa) en 1920, este ingeniero, que entr¨® a trabajar en la f¨¢brica de pilas en 1959, est¨¢ considerado un empresario muy activo. Adem¨¢s de convertir a Cegasa en un emporio, con presencia directa en 13 pa¨ªses y una facturaci¨®n de m¨¢s de 200 millones de euros, ha tenido tiempo para crear otras empresas en sectores como el medioambiente, los pl¨¢sticos, las bodegas o los medios de comunicaci¨®n.
As¨ª y todo, no ha logrado evitar la amputaci¨®n de la parte m¨¢s emblem¨¢tica de Cegasa, la ¨²ltima de Filipinas, es decir, la ¨²nica empresa europea de pilas en un sector dominado por las marcas americanas y japonesas y los productos made in china.
Seg¨²n la empresa, la fabricaci¨®n de pilas de consumo le ha provocado a Cegasa en 2008 p¨¦rdidas por valor de 23 millones de euros, un alto porcentaje de su facturaci¨®n. P¨¦rdidas que se deben, seg¨²n la compa?¨ªa, a que se ve obligada a vender por debajo de coste. Las pilas fabricadas en Asia se venden en Espa?a un 20% por debajo del coste de producci¨®n de Cegasa. Sus clientes (sobre todo hipermercados) le pidieron rebajar sus precios hasta un 30%. Se neg¨® y su cartera de pedidos cay¨® en 184 millones de unidades.
Argumentos que no convencen a los trabajadores de la planta alavesa, afectados por un ERE que reduce la plantilla de 360 a 120 personas mediante prejubilaciones (120) y bajas incentivadas. Tampoco les consuela el hecho de que se mantengan m¨¢s de mil empleos en otras ¨¢reas de Cegasa que seguir¨¢n activas. Juan Carlos Ramos, de ELA y presidente del comit¨¦ de empresa, rechaz¨® que la empresa tenga p¨¦rdidas y pidi¨® al Gobierno Vasco que mire el ERE "con lupa". Los trabajadores se han movilizado bajo el lema: "Cegasa se va a China y yo a la ruina".
Fuentes empresariales vascas opinan, sin embargo, que la empresa acabar¨ªa sucumbiendo de seguir con las pilas. No s¨®lo por las p¨¦rdidas sino porque consume esfuerzos y recursos de gesti¨®n que Cegasa necesita para sus otros negocios. La diversificaci¨®n iniciada en los sesenta ha hecho de Cegasa un grupo con actividades variadas. A los productos m¨¢s relacionados con el core business, como pilas industriales, acumuladores, linternas o bombillas, se han ido sumando otros, como el embalaje dom¨¦stico (papel de aluminio o bolsas de basura), los guantes de menaje e industriales, las herramientas el¨¦ctricas (fresadoras o sierras), bajo la marca GMC o los equipos de se?alizaci¨®n vial y control de tr¨¢fico. En 2005, tras a?os distribuyendo sus productos, Cegasa compr¨® Solac (electrodom¨¦sticos) y en 2006 Decor
(ollas, bater¨ªas de cocina).
Cegasa, pese a la espectacular diversificaci¨®n llevada a cabo por Celaya, no ha tenido el crecimiento que se esperaba. Entre 2002 y 2007, el grupo s¨®lo increment¨® su facturaci¨®n en un 28% (de 159 a 204 millones de euros). Y eso que algunas de las nuevas actividades son posteriores a 2000. Le toca, pues, a la veterana empresa vasca ponerse de nuevo las pilas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.