Justificado endeudamiento
Nunca desde la Gran Depresi¨®n tantas econom¨ªas, tan importantes en la escena mundial, hab¨ªan estado inmersas en una recesi¨®n tan profunda y sin que se pudiera atisbar un final. A pesar de los meses transcurridos desde la emergencia de la crisis crediticia estadounidense que origin¨® la actual recesi¨®n global, las se?ales de inestabilidad en los sistemas bancarios desarrollados no han concluido. Esta semana han sido otra vez grandes nombres de la comunidad bancaria mundial los que han precisado del apoyo con dinero de los contribuyentes. Las nacionalizaciones est¨¢n a la orden del d¨ªa, con la Administraci¨®n de G. W. Bush a la cabeza, pero con contribuciones tambi¨¦n significativas de los Gobiernos alem¨¢n, holand¨¦s, brit¨¢nico o japon¨¦s.
No les falta raz¨®n a los contribuyentes de esos pa¨ªses al mostrar, en el mejor de los casos, su escepticismo acerca del destino de sus impuestos. Pero, en su mayor¨ªa, los Gobiernos est¨¢n haciendo bien en tratar de evitar que problemas de solvencia en algunos bancos o compa?¨ªas de seguros acaben colapsando el sistema de pagos de sus econom¨ªas. Evitar la quiebra de grandes bancos hoy es de todo punto necesario, pero no lo es menos que esas actuaciones de las autoridades sean absolutamente transparentes y, en todo momento, vayan acompa?adas de planes de recuperaci¨®n de esos fondos que anticipan los contribuyentes, con cargo a un mayor d¨¦ficit presupuestario y un aumento de la deuda p¨²blica.
La otra fuente de inquietud es el aumento del gasto p¨²blico asociado a las pretensiones no menos justificadas de compensar el pronunciado desplome de la demanda agregada de la mayor¨ªa de las econom¨ªas de la OCDE. La ¨²ltima en anunciar un segundo est¨ªmulo ha sido la alemana: 50.000 millones de euros en dos a?os. Una vez tome posesi¨®n el nuevo presidente estadounidense, conoceremos la cuant¨ªa definitiva del nuevo plan de est¨ªmulo.
El resultado de todo ello es un aumento de las emisiones de bonos p¨²blicos y una razonable inquietud de los inversores. Las agencias de calificaci¨®n crediticia, por su parte, tratan de responder a esa inquietud, pero, como ya ocurriera en ocasiones anteriores, no siempre concretan sus advertencias a tiempo ni en las econom¨ªas con mayores riesgos. As¨ª ha ocurrido esta semana con la advertencia de Standard & Poor's sobre la calificaci¨®n de la deuda a largo plazo de Espa?a, cuando ¨¦sta es de una cuant¨ªa manifiestamente inferior al promedio del resto de los pa¨ªses de la OCDE, por ejemplo.
Las anomal¨ªas en el funcionamiento de esas agencias en modo alguno deber¨ªan servir para que econom¨ªas como la espa?ola eludieran la necesaria disposici¨®n de un plan de saneamiento a medio plazo, una vez desaparezcan los muy serios riesgos que pesan sobre el bienestar de los espa?oles. La prioridad hoy no es sanear unas finanzas m¨¢s sanas que la media de la eurozona, sino atajar el m¨¢s galopante crecimiento del paro y la mortalidad empresarial. M¨¢s tarde habr¨¢ que volver a la senda de rigor y estabilidad que no s¨®lo la UE exige, sino el propio sentido com¨²n. Mientras tanto, el Gobierno ha de procurar invertir no s¨®lo para compensar el desplome de la inversi¨®n privada, sino para fortalecer el stock de capital p¨²blico espa?ol. Ello no debe impedir la estricta supervisi¨®n de la transmisi¨®n del cr¨¦dito a las empresas y familias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.