Ideas para Obama
La semana pasada, al presidente electo Barack Obama le pidieron que respondiese a los esc¨¦pticos que afirman que su plan de est¨ªmulo no bastar¨¢ para ayudar a la econom¨ªa. Obama respondi¨® que quiere o¨ªr ideas sobre "c¨®mo gastar dinero de manera eficiente y eficaz para hacer que arranque la econom¨ªa". Pues bien, entrar¨¦ al trapo, aunque como explicar¨¦ en breve, la met¨¢fora del "arranque" es parte del problema.
En primer lugar, Obama deber¨ªa descartar su propuesta de dedicar 114.000 millones de euros a subvenciones fiscales a empresas, lo cual no ayudar¨ªa mucho a la econom¨ªa. Lo ideal ser¨ªa que desechase tambi¨¦n el recorte propuesto de 114.000 millones de euros en impuestos sobre la renta, aunque soy consciente de que fue una promesa electoral.
Lo principal es que Obama necesita ampliar su plan, incluyendo mucha inversi¨®n p¨²blica
Para crear empleo es m¨¢s eficaz un d¨®lar de gasto en infraestructuras que en rebajas fiscales
El dinero no despilfarrado en recortes de impuestos in¨²tiles podr¨ªa usarse para proporcionar m¨¢s ayuda a los estadounidenses con problemas: aumentar las prestaciones de desempleo, ampliar el Medicaid [asistencia m¨¦dica a personas sin recursos] y m¨¢s. ?Y por qu¨¦ no iniciar ya las subvenciones para seguros -probablemente a un ritmo de 75.000 millones de euros o m¨¢s al a?o- que ser¨¢n esenciales si queremos una atenci¨®n sanitaria universal?
Pero lo principal es que Obama necesita ampliar su plan. Para entender por qu¨¦, echen un vistazo a un nuevo informe de su propio equipo econ¨®mico.
El s¨¢bado 10 de enero, Christina Romer, futura directora del Consejo de Asesores Econ¨®micos, y Jared Bernstein, que ser¨¢ economista jefe del vicepresidente, publicaban c¨¢lculos sobre lo que se conseguir¨¢ con el plan econ¨®mico de Obama. Su informe es razonable e intelectualmente honrado, un cambio que se agradece despu¨¦s de las farragosas matem¨¢ticas de los ¨²ltimos ocho a?os. Pero tambi¨¦n deja claro que el plan se queda muy escaso respecto a lo que la econom¨ªa necesita.
De acuerdo con Romer y Bernstein, el plan de Obama alcanzar¨¢ su m¨¢ximo impacto en el cuarto trimestre de 2010. Proyectan que, sin el plan, la tasa de desempleo en ese trimestre ser¨ªa de un desastroso 8,8%. Pero incluso con el plan, el desempleo ser¨ªa del 7%, aproximadamente como en la actualidad.
En el informe se afirma que, despu¨¦s de 2010, los efectos del plan desaparecer¨¢n r¨¢pidamente. Sin embargo, la tarea de impulsar la plena recuperaci¨®n no quedar¨ªa rematada: la tasa de desempleo se mantendr¨ªa en un doloroso 6,3% en el ¨²ltimo trimestre de 2011.
Es cierto que la previsi¨®n econ¨®mica es una ciencia inexacta, en el mejor de los casos, y las cosas podr¨ªan ir mejor de lo que predice el informe. Pero tambi¨¦n podr¨ªan ir peor. En el informe se reconoce que "algunos analistas particulares prev¨¦n que las tasas de desempleo llegar¨¢n al 11% si no se toma ninguna medida". Y yo coincido con Lawrence Summers, otro miembro del equipo econ¨®mico de Obama, que recientemente declaraba: "En esta crisis, hacer demasiado poco plantea una mayor amenaza que hacer demasiado". Por desgracia, ese principio no se refleja en el plan actual.
?C¨®mo puede entonces Obama hacer m¨¢s? Incluyendo en su plan mucha m¨¢s inversi¨®n p¨²blica, lo cual ser¨¢ posible si adopta un punto de vista m¨¢s a largo plazo.
El informe de Romer y Bernstein reconoce que "un d¨®lar de gasto en infraestructuras es m¨¢s eficaz para crear puestos de trabajo que un d¨®lar de rebajas fiscales". Sin embargo, sostiene que "en un marco temporal corto, la inversi¨®n p¨²blica que puede efectuarse con eficacia tiene un l¨ªmite". ?Pero por qu¨¦ tiene que ser corto el marco temporal?
Por lo que yo s¨¦, los planificadores de Obama se han centrado en proyectos de inversi¨®n que impulsar¨¢n el empleo sobre todo a lo largo de los pr¨®ximos dos a?os. Pero dado que es probable que el desempleo siga siendo elevado mucho m¨¢s all¨¢ de esa ventana de dos a?os, el plan deber¨ªa incluir tambi¨¦n proyectos de inversi¨®n a m¨¢s largo plazo.
Y hay que tener en cuenta que incluso un proyecto que surta su mayor efecto en, pongamos, 2011, puede proporcionar un significativo respaldo econ¨®mico en a?os anteriores. Si Obama abandona la met¨¢fora del "arranque", si acepta el hecho de que necesitamos un programa plurianual m¨¢s que un ef¨ªmero brote de actividad, puede crear muchos m¨¢s puestos de trabajo mediante la inversi¨®n p¨²blica, incluso a corto plazo.
Aun as¨ª, ?no deber¨ªa Obama esperar una prueba de que hace falta un plan de miras m¨¢s anchas y a m¨¢s largo plazo? No. Ahora mismo la parte del plan de Obama relativa a la inversi¨®n est¨¢ limitada por una escasez de proyectos listos para empezar de inmediato. Si Obama da su visto bueno ahora, podr¨ªa haber en marcha mucha m¨¢s inversi¨®n para finales de 2010 o 2011; pero si tarda mucho en decidirse, esa oportunidad habr¨¢ desaparecido.
Una cosa m¨¢s: incluso con el plan de Obama, el informe de Romer y Bernstein predice una tasa de desempleo media del 7,3% en los pr¨®ximos tres a?os. Es un porcentaje que da miedo, suficientemente elevado como plantear un verdadero riesgo de que la econom¨ªa estadounidense quede atrapada en una trampa deflacionaria como la de Jap¨®n.
Por lo tanto, mi consejo al equipo de Obama es que se olviden de rebajar los impuestos a las empresas y, lo m¨¢s importante, que afronten la amenaza de hacer demasiado poco haciendo m¨¢s. Y la forma de hacer m¨¢s es dejar de hablar de arranques y contemplar con m¨¢s amplitud de miras las posibilidades para la inversi¨®n p¨²blica.
Paul Krugman es columnista del diario 'The New York Times'. Traducci¨®n de News Clips. ? New York Times News Service, 2009
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