Obama pone en marcha el plan de retirada de Irak
El presidente hace de la transparencia la bandera del mandato
El presidente de EE UU, Barack Obama, se reuni¨® ayer con los mandos militares para anunciarles el cambio de misi¨®n en Irak y organizar la retirada en los plazos en que ¨¦sta pueda hacerse de una manera responsable, sin poner en excesivo riesgo a las tropas en repliegue ni dejar un vac¨ªo que pueda ser ocupado con m¨¢s violencia.
Irak y la crisis econ¨®mica -tambi¨¦n convers¨® a lo largo del d¨ªa con los responsables de esa materia- ocuparon las primeras horas de Obama en la Casa Blanca, cuyas puertas fueron ayer testimonialmente abiertas durante un rato a los ciudadanos, en una prueba de transparencia que intenta ser la pr¨¢ctica habitual de esta presidencia.
Fue un d¨ªa repleto de actividad en Washington, con iniciativas por parte del nuevo presidente en diferentes frentes de su agenda m¨¢s inmediata. Pero la acci¨®n m¨¢s expeditiva fue en relaci¨®n con Irak. Curiosamente, Obama se reuni¨® para empezar la retirada con los mismos hombres que han dirigido la guerra en los ¨²ltimos dos a?os: el secretario de Defensa, Robert Gates, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, almirante Mike Mullen, y el jefe del Comando Central, general David Petraeus. El embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, y el jefe de las fuerzas en Irak, general Ray Odierno, tambi¨¦n participaron en la sesi¨®n de trabajo.
Los jefes militares buscan una salida responsable antes de 16 meses
A los funcionarios que ganen m¨¢s de 75.000 euros se les congelar¨¢ el sueldo
El objetivo es concentrarse de forma m¨¢s eficaz en Afganist¨¢n
El presidente firma decretos con normas ¨¦ticas sobre los grupos de presi¨®n
El nuevo presidente ha pensado, y as¨ª lo ha comentado en algunas entrevistas recientes, que dejar el repliegue en las manos de quienes dirig¨ªan el conflicto es la mejor manera de asegurarse que esto lo hacen aut¨¦nticos conocedores de la situaci¨®n y de la forma menos traum¨¢tica posible.
El Pent¨¢gono, de hecho, lleva ya varias semanas -desde poco despu¨¦s de la victoria electoral de Obama- haciendo discretamente preparativos para la retirada, y, si no se producen sorpresas, las tropas podr¨ªan estar fuera de Irak en el plazo de 16 meses que el presidente hab¨ªa prometido durante su campa?a, o incluso antes. Los responsables militares quieren, en realidad, cerrar cuanto antes la p¨¢gina de Irak para poder concentrarse de forma m¨¢s eficaz en Afganist¨¢n, como les ha pedido Obama.
La retirada de Irak no s¨®lo plantea un mont¨®n de interrogantes sobre la capacidad de las actuales autoridades de ese pa¨ªs para gobernarse por s¨ª mismos en paz, sino que representa un enorme desaf¨ªo t¨¢ctico para los mandos a los que se ha ordenado esta nueva misi¨®n.
Obama, sin embargo, s¨®lo pudo dedicarle ayer a ese asunto una peque?a porci¨®n de un d¨ªa en el que, adem¨¢s del cierre de Guant¨¢namo y del primer an¨¢lisis sobre el paquete de est¨ªmulo econ¨®mico -825.000 millones de d¨®lares (unos 641.000 millones de euros)- que ha empezado a discutir el Congreso, el nuevo presidente firm¨® varios decretos sobre las normas ¨¦ticas que regir¨¢n en su Administraci¨®n para mantener a distancia a los lobbies (grupos de presi¨®n), anunci¨® la congelaci¨®n de los salarios de los funcionarios por encima de los 100.000 d¨®lares (75.000 euros), tom¨® juramento a parte del personal a su servicio -"el servicio p¨²blico es un privilegio, no una oportunidad para hacer dinero, ganar influencia o promover una determinada ideolog¨ªa o proyecto pol¨ªtico", les dijo-, acudi¨® a una ceremonia religiosa ecum¨¦nica en la catedral de Washington y salud¨® a la gente que visit¨® la Casa Blanca en esta jornada de puertas abiertas.
Todos los sombreros que debe usar el presidente de Estados Unidos -el de comandante en jefe, el de l¨ªder mundial, el de guardi¨¢n de las tradiciones, el de administrador del Tesoro p¨²blico, el de ciudadano-, todos, pasaron ayer por la cabeza de Obama.
El presidente entr¨® por primera vez en el Despacho Oval a las 8.35, una hora muy tard¨ªa para la costumbre local, pero justificada en este caso, puesto que el presidente acab¨® a la una de la madrugada su ronda por 10 de los bailes de gala organizados en su honor en la capital.
La primera reuni¨®n en el c¨¦lebre despacho fue a las 8.45 con su jefe de gabinete, Rahm Emanuel, que marca desde el inicio la enorme influencia que va a tener en este Gobierno. Veinticinco minutos despu¨¦s entr¨® la primera dama, que no se va a quedar muy atr¨¢s de Emanuel. La mesa estaba casi vac¨ªa, ni siquiera un ordenador. En un caj¨®n, hab¨ªa un sobre cerrado que George W. Bush le hab¨ªa dejado y en el que hab¨ªa escrito: "Para el 44, del 43", el orden que cada uno ocupa en la cuenta de los presidentes estadounidenses. El artilugio m¨¢s sofisticado sobre el escritorio era el famoso tel¨¦fono que aparece en el ¨¢lbum fotogr¨¢fico de todos los inquilinos de esta mansi¨®n.
Obama utiliz¨® ayer ese tel¨¦fono para sus primeras gestiones sobre la crisis de Oriente Pr¨®ximo. Habl¨® con el primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, con el l¨ªder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y con el rey Abdal¨¢ de Jordania.
"En la secuela del conflicto de Gaza, el presidente enfatiz¨® su determinaci¨®n a trabajar para consolidar el alto el fuego mediante el establecimiento de un sistema anticontrabando para evitar que Ham¨¢s se rearme y facilitando, en colaboraci¨®n con la Autoridad Nacional Palestina, un gran esfuerzo de reconstrucci¨®n para los palestinos en Gaza", dijo el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, sobre el contenido de esas conversaciones.
Obama, probablemente, ampliar¨¢ en las pr¨®ximas horas sus gestiones en esa regi¨®n con el nombramiento de George Mitchel, el arquitecto de la paz en el Ulster, como enviado especial y una primera incursi¨®n en la zona de la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
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