Espa?a, en la diana de Davos
Los ejecutivos proponen bajar los sueldos y el gasto p¨²blico
Globalizaci¨®n, optimismo y libre mercado -hasta rozar el fundamentalismo- han sido las se?as de identidad del Foro Econ¨®mico Mundial durante casi 40 a?os. Pero las modas cambian. Estos d¨ªas en Davos se repite una y otra vez el nuevo mantra: "Estado" y "regulaci¨®n", palabras proscritas en los ¨²ltimos a?os que ahora parecen indispensables para salir de la crisis. Una salida incierta, eso s¨ª. La confianza se ha evaporado de la estaci¨®n de esqu¨ª suiza en la que se re¨²nen ejecutivos, pol¨ªticos, gur¨²s y banqueros con deseo declarado de arreglar el mundo. La entrada en recesi¨®n de la econom¨ªa espa?ola no pasa inadvertida.
Poco representada en la exclusiva cita suiza, casi nadie recuerda ya los ¨²ltimos 15 a?os de ¨¦xitos de la econom¨ªa espa?ola, que ayer encaj¨® varios ataques directos. Espa?a, junto a Italia, Grecia y Portugal, podr¨ªa "verse forzada" a abandonar el euro si la recesi¨®n se prolonga y sigue castigando el empleo, la actividad y las finanzas p¨²blicas, asegur¨® tajante Charles Grant, director del think tank brit¨¢nico Centre for European Reform. La ¨²nica alternativa, a su juicio, es un recorte seco de salarios y gasto p¨²blico como el que asumi¨® Alemania tras la reunificaci¨®n, pero que "dif¨ªcilmente" ciudadanos y Gobiernos aceptar¨ªan.
China se defiende atacando los fallos de la supervisi¨®n financiera occidental
Grant no fue el ¨²nico en cargar contra lo que algunos economistas anglosajones llaman, con iron¨ªa y a veces una pizca de desprecio, PIGS (acr¨®nimo con las iniciales de los cuatro pa¨ªses en ingl¨¦s). El financiero y fil¨¢ntropo George Soros dispar¨® tambi¨¦n ayer contra esa misma diana. El diferencial entre lo que paga Alemania y lo que pagan Espa?a, Italia, Grecia y Portugal por la deuda a 10 a?os "refleja una debilidad estructural en la construcci¨®n del euro" y la falta de una pol¨ªtica fiscal com¨²n, explic¨®.
Pero no s¨®lo Espa?a sufre ataques en Davos. La Administraci¨®n estadounidense ha acusado en los ¨²ltimos d¨ªas a China de "manipular" su moneda para suavizar la crisis. El gigante asi¨¢tico crece ahora al 6%, tras avanzar a tasas superiores al 10% durante a?os. "No es el momento de atacar la moneda china", explic¨® el presidente de Morgan Stanley en Asia, Stephen Roach.
Pero China estaba en la monta?a m¨¢gica para defenderse por s¨ª misma. El primer ministro, Wen Jiabao, carg¨® contra los que dudan de la buena salud de su econom¨ªa. Despu¨¦s, contraatac¨® con dardos dirigidos a Occidente: la cr¨®nica de la actual recesi¨®n es la del "fracaso de la supervisi¨®n financiera", dijo. Ni los banqueros ni los propios supervisores discuten ya ese diagn¨®stico. Fuera del palacio de congresos del foro s¨ª hubo protestas: un centenar de accionistas protibetanos se manifestaron contra Jiabao rodeados de polic¨ªas. Pero ¨¦sa es otra historia.
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