Panorama

El panorama pol¨ªtico luce estupendo. A un lado tenemos al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sumido en una mortificaci¨®n profunda. En Tengo una pregunta para usted, el hombre exhibi¨® una gama de expresiones faciales: tristeza, angustia, arrepentimiento. En alg¨²n momento pareci¨® que podr¨ªa intentar romperse un dedo para que sus interlocutores y toda Espa?a comprobaran que a ¨¦l tambi¨¦n le dol¨ªa, y mucho. No s¨¦ a ustedes, pero a m¨ª estos espect¨¢culos no me reconfortan. Se hizo evidente que Zapatero, como el resto de los dirigentes europeos, carece de respuestas. No me parece mal que tuviera que tragarse en p¨²blico aquellas promesas de pleno empleo; me habr¨ªa parecido peor que bailara una jota y se cachondeara de sus votantes. Pero a m¨ª su pena no me sirve de nada. Y sus confusas ideas sobre la econom¨ªa como estado de ¨¢nimo y sobre el consumo nacionalista, a¨²n menos.

Al otro lado tenemos al jefe de la oposici¨®n, Mariano Rajoy, fum¨¢ndose un puro y esperando a que escampe. Tal vez me equivoque, pero sospecho que a Rajoy y a m¨ª nos mueve una misma fuerza volc¨¢nica e irresistible: la pereza. Lo que ocurre en el PP, sin embargo, tiene tanto aspecto de escampar como la crisis. Aclaro que, como la mayor¨ªa, supongo, de los ciudadanos, no acabo de entender el l¨ªo de los espionajes y los informes. Quiero decir que no s¨¦ qui¨¦n los paga. Me irritar¨ªa, sin sorprenderme, descubrir que los pagamos los contribuyentes. La evidente corrupci¨®n no es, sin embargo, lo peor del asunto. Lo peor, en este penoso espect¨¢culo que ofrecen Rajoy, Esperanza Aguirre y el resto de los dirigentes del partido, es que el PP pierde peso como alternativa.

Conf¨ªo en que no ocurra, pero si un d¨ªa le escucho decir a Zapatero aquello tan saleroso que dijo Felipe Gonz¨¢lez, "el que me tenga que suceder todav¨ªa est¨¢ estudiando COU", hago lo que Santacreu, un antiguo empresario que fue amigo de Fraga: cojo el yate y me voy a Suiza. egonzalez@elpais.es