Postales desde el filo
D¨ªas de vino y rosas, en el Lara: No me ha enganchado como deber¨ªa. Y es una l¨¢stima, porque estamos ante un empe?o serio. De la pel¨ªcula de Blake Edwards sal¨ªas diciendo (en mi lejano recuerdo): "Pobres amantes destruidos". Quiz¨¢ era demasiado sentimental, incluida la maravillosa m¨²sica de Mancini. De la adaptaci¨®n teatral sales diciendo: "Realmente, el alcoholismo es una mala cosa". ?D¨®nde est¨¢ el problema? Dirige la funci¨®n Tamzin Townsend. Ah, claro: es una directora "de comedia". No, espera un momento: Closer fue uno de sus mejores trabajos. Y aqu¨ª tenemos al mismo equipo: David Serrano en la adaptaci¨®n y Cot¨¦ Soler a cargo de la producci¨®n. Vayamos un poco m¨¢s atr¨¢s. El espect¨¢culo del Lara est¨¢ m¨¢s cerca del original que de la pel¨ªcula. En 1958, el dramaturgo televisivo James Pinckney Miller escribi¨® Days of wine and roses, una pieza de una hora para Playhouse 90, con Cliff Robertson y Piper Laurie, que cuatro a?os despu¨¦s expandir¨ªa, en cine, a requerimiento de Blake Edwards, para Jack Lemmon y Lee Remick. Pasan cuarenta a?os y entra en escena un joven autor irland¨¦s, Owen McAfferty, que readapta la pel¨ªcula y la convierte en un two-hander, o sea, una obra de dos personajes, como la de J. P. Miller. Se estrena en 2005 en el londinense Donmar Warehouse con Anne-Marie Duff y Peter McDonald. Soberbias cr¨ªticas para texto, actores y direcci¨®n de Peter Gill. McAfferty convierte a los neoyorquinos de Edwards en una pareja de irlandeses que llegan al Londres de los a?os sesenta buscando una nueva vida y se conocen en Heathrow. Ella es una secretaria; ¨¦l, un corredor de apuestas con un caballo ganador. La acci¨®n se desarrolla en el piso de ambos y en un exterior, al fondo: el puente de Westminster. Nueve escenas, a lo largo de otros tantos a?os. Yo dir¨ªa que el principal problema del montaje espa?ol est¨¢ en la adaptaci¨®n inglesa, aunque la verdad es que no s¨¦ a qu¨¦ carta quedarme: el otro d¨ªa le¨ª unas declaraciones de David Serrano donde dec¨ªa que la versi¨®n de McAfferty le parec¨ªa "extraordinaria", pero que ¨¦l hab¨ªa "cambiado totalmente los di¨¢logos". En la re-versi¨®n de Serrano, Luis (Carmelo G¨®mez) y Sandra (Silvia Abascal) son dos madrile?os que se trasladan a Nueva York. Luis es relaciones p¨²blicas de un jugador (?catal¨¢n?) de baloncesto. Sandra quiere, simplemente, "empezar de nuevo" en Manhattan. La estructura es la misma: nueve escenas. Nueve picos y nueve elipsis. Aqu¨ª el problema se subdivide en dos: a) los picos son excesivamente altos (por algo se llaman picos), y b) no acabo yo de pillar lo que ha pasado en las elipsis. Entiendo que para cualquier actor ha de ser muy complicado actuar en pico o, como se dice en la jerga del oficio, entrar siempre alto, y no digamos dirigirlo. Ya en la tercera escena, Luis / Carmelo G¨®mez est¨¢ pillad¨ªsimo por el alcohol. Y Sandra / Silvia Abascal, tres cuartas de lo mismo. ?C¨®mo han llegado hasta ah¨ª? ?l es un bebedor social, est¨¢ claro. Y ella es una bebedora solitaria: ha tenido un ni?o y est¨¢ todo el d¨ªa encerrada en casa. ?No trabaja? Pues parece que no. Entiendo tambi¨¦n que una chica de los a?os sesenta (versi¨®n McAfferty) se quedara d¨ªa y noche con el cr¨ªo, pero no una moza de hoy. Bueno, quiz¨¢ no haya conseguido trabajo. Tal vez les parezca un problema menor, pero es que sabemos muy poco del personaje de Sandra. No es un problema menor que la estructura sea f¨¦rrea y tediosamente binaria: borrachera / pico, "ma?ana lo dejo" al final de la escena, aparatosa reca¨ªda en la siguiente. As¨ª no hay forma de dar los contrapuntos: ni la historia de amor ni lo que sucede fuera. Sin duda que la atm¨®sfera claustrof¨®bica es poderosa, y uno de los mejores logros del montaje, pero la sucesi¨®n de curdas y la dificultad de actuar lo que ha pasado en las elipsis obliga a los actores a dar informaci¨®n verbal (m¨¢s narraci¨®n que drama) y, sobre todo, borra el paso del tiempo. Se dir¨ªa que todo sucede en unos pocos meses, y que lo que vemos son instant¨¢neas extremas: postales desde el filo, como la peli de Mike Nichols. M¨¢s problemas: la empat¨ªa. Carmelo G¨®mez ha de servir un personaje desagradecido hasta decir basta. Antip¨¢tico, infantil, eg¨®latra. Y al final, un capullito de alhel¨ª, aunque eso es opinable. G¨®mez est¨¢ m¨¢s contenido que nunca, y muestra una sutil combinaci¨®n de fragilidad y dureza, aunque hay excesos (voz ronca, gesticulaciones innecesarias) en las borracheras: lo mejor de su trabajo est¨¢ en el ¨²ltimo tercio, cuando su desolaci¨®n es absoluta. Mensaje para miss Townsend: cuidado con los resbalones hacia el melodrama. Tiene que haber otra forma de que G¨®mez diga "A veces te miro y lo que veo est¨¢ podrido" y de montar la entrada de Abascal en la escena del motel: ese colch¨®n arrastrado que convierte a Sandra en una vagabunda de cine mudo no es la mejor idea.
La atm¨®sfera claustrof¨®bica es poderosa, pero la sucesi¨®n de curdas y las elipsis borran el paso del tiempo
La actriz lucha con la indefinici¨®n de su personaje, pero agarra por el cuello su gran baza: es la que sufre m¨¢s. Y sabe dar muy bien, con mucha fuerza, esa mezcla de inocencia y profundo salvajismo. He de se?alar que vi la funci¨®n en una previa: estoy convencido de que las interpretaciones se adensar¨¢n a medida que pasen los d¨ªas. En cuanto al pie forzado de la estructura, me temo que poco se puede hacer con esos mimbres.
Tambi¨¦n quer¨ªa hablarles de otras dos funciones, pero lo dejar¨¦ para la semana que viene. Sirvan estas l¨ªneas de aperitivo / recomendaci¨®n:
Dos menos, de Samuel Benchetrit, en el Fern¨¢n-G¨®mez: texto delgadito aunque con mucho encanto, y el t¨¢ndem Alterio / Sacrist¨¢n mejor que nunca, como dos jazzmen maduros jugando requetebi¨¦n con el ritmo y la melod¨ªa. En la sala Beckett de Barcelona hay otro trabajo estupendo: Andreu Benito y Santi Ricart en La ciutat brillant (Shining City, de Conor McPherson). Drama un tanto reiterativo, pero formidablemente servido y modulado. En cartelera: Descartes / Pascal (Flotats en el Espa?ol); La muerte de un viajante, con Jordi Boixaderas y Rosa Renom (Mario Gas, Lliure), y Una comedia espa?ola, de Yasmina Reza, en el Valle-Incl¨¢n. -
D¨ªas de vino y rosas. Versi¨®n de David Serrano. Direcci¨®n de Tamzin Townsend. Escenograf¨ªa y vestuario: Rafael Garrig¨®s. Iluminaci¨®n: Felipe Ramos. Int¨¦rpretes: Carmelo G¨®mez, Silvia Abascal. Teatro Lara. Madrid. teatrolara.com/
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