La ca¨ªda de los precios en enero alimenta el fantasma de la deflaci¨®n
La inflaci¨®n baja al 0,8%, su menor nivel desde 1969, por el abaratamientodel petr¨®leo y la crisis - Los precios cayeron en seis de los ¨²ltimos siete meses
El batacazo de los precios no cesa. En apenas cinco meses, la inflaci¨®n ha pasado de ser la m¨¢s alta en m¨¢s de una d¨¦cada a la menor en 40 a?os, el 0,8%, seg¨²n el dato adelantado. En principio, son buenas noticias para los hogares espa?oles. Pero el dato tambi¨¦n tiene una cruz, pues alimenta un fantasma al que los economistas temen como al mismo diablo: la deflaci¨®n.
Esta palabra no significa otra cosa que la bajada generalizada de precios durante un periodo de tiempo continuado. De momento, el Gobierno y la mayor¨ªa de expertos la rechazan, pero ya hay algunos que no la descartan de plano y se plantean este escenario seriamente. Adem¨¢s, no conviene olvidar que durante esta crisis, la realidad ha atropellado en m¨¢s de una ocasi¨®n las previsiones oficiales y particulares. Lo que no niega casi nadie, incluido el Ejecutivo, es que este a?o habr¨¢ algunos meses concretos con tasas negativas de inflaci¨®n.
La bajada complica m¨¢s la ya dif¨ªcil negociaci¨®n salarial para 2009
El dato que el INE public¨® ayer es el ¨ªndice de precios al consumo armonizado, homologable con los pa¨ªses de la UE. Falta por conocer la cifra definitiva (no var¨ªa en m¨¢s de una d¨¦cima), pero ya se puede concluir que en enero los precios han ca¨ªdo m¨¢s de un 1% respecto al mes anterior, la sexta rebaja en los ¨²ltimos siete meses.
Al conocerse el dato, el secretario de Estado de Econom¨ªa, David Vegara, descart¨® que Espa?a est¨¦ abocada a una deflaci¨®n. Un escenario en que los m¨¢rgenes empresariales se reducen, el consumo se paraliza y los tipos de inter¨¦s reales aumentan, lo que echar¨ªa m¨¢s le?a al fuego de una crisis incandescente. As¨ª que Vegara, prefiri¨® ver el lado positivo del dato y puso el acento sobre la ganancia de competitividad de los productos espa?oles "en un momento muy necesario".
La deflaci¨®n es s¨ªntoma de una persistente aton¨ªa del consumo, algo que en opini¨®n de Vegara no est¨¢ detr¨¢s del frenazo en los precios. La posici¨®n del Gobierno se sustenta en que la ca¨ªda del IPC desde el verano se concentra en transporte y alimentaci¨®n, sectores que transmiten las acusadas oscilaciones en la cotizaci¨®n interacional de materias primas como el petr¨®leo o los cereales.
Seg¨²n el INE, cerca del 60% del frenazo de diciembre (a¨²n no hay detalles de enero) se debi¨® en exclusiva al precio del crudo, que en 2007 rondaba los 90 d¨®lares por barril frente a los 45 d¨®lares que marcaba de final de 2008. Las cuentas del Ejecutivo anticipan un declive de la inflaci¨®n hasta el verano, cuando las cotizaciones del petr¨®leo se dieron la vuelta el a?o pasado (el brent marc¨® su techo en julio, con 147 d¨®lares por barril). Y un leve repunte de los precios en el tramo final de este a?o.
El an¨¢lisis del Gobierno se agarra tambi¨¦n a la inflaci¨®n subyacente. El ¨ªndice que recoge las variaciones en los bienes y servicios menos vol¨¢tiles (se excluyen la energ¨ªa y los alimentos frescos) refleja tambi¨¦n una moderaci¨®n de los precios, pero mucho m¨¢s contenida: el IPC subyacente mostraba una subida anual del 2,4% en diciembre y el sector servicios se situaba a¨²n por encima del 3%.
La oposici¨®n y los sindicatos desconf¨ªan de esta teor¨ªa. Y algunos expertos, como los del Instituto Flores de Lemus, creen que la ca¨ªda del consumo empieza a tener su peso en la inflaci¨®n. Seg¨²n su ¨²ltimo an¨¢lisis, los precios energ¨¦ticos han ca¨ªdo menos de lo que anticiparon, lo que les lleva a pensar que hay "un error en la estimaci¨®n de la inflaci¨®n subyacente de cierta importancia".
Adem¨¢s, la ca¨ªda de la inflaci¨®n echa m¨¢s le?a al fuego de la negociaci¨®n salarial. Los acuerdos entre empresarios y sindicatos que sirven de gu¨ªa para los convenios en las empresas recogen subidas de los sueldos en los que se contempla el objetivo de inflaci¨®n del BCE, el 2%, una tasa que dif¨ªcilmente se alcanzar¨¢ a finales de este a?o. Esto ha servido a diferentes sectores patronales a reclamar la revisi¨®n de estos pactos, con el argumento de la "excepcionalidad" de la situaci¨®n. Algo que encuentra la oposici¨®n sindical. Las centrales responden que este modelo se debi¨® a la reclamada moderaci¨®n salarial en ¨¦poca de bonanza y que no hay motivos para modificarlo ahora.
Y otro mal dato conocido ayer. El d¨¦ficit exterior por cuenta corriente aument¨® hasta noviembre un 1,5%.
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