Guip¨²zcoa cierra el centro de menores de Tolosa, el m¨¢s conflictivo de Euskadi
Los j¨®venes inmigrantes ser¨¢n ubicados en un nuevo edificio en Martutene
El centro de acogida de urgencia de menores extranjeros no acompa?ados de Tolosa, el m¨¢s conflictivo de Guip¨²zcoa, y tal vez el de toda Euskadi, tiene los d¨ªas contados. La Diputaci¨®n foral, responsable de la tutela de los menores, ha decidido poner un punto final a un centro que fue calificado de "potencialmente explosivo" por el Ararteko. ?ste comenz¨® a funcionar a?os atr¨¢s como soluci¨®n provisional a un problema, el de los j¨®venes inmigrantes sin familia, para el que ninguna instituci¨®n ha encontrado una soluci¨®n adecuada en toda Espa?a.
Las instalaciones cerrar¨¢n en las pr¨®ximas semanas y gran parte de los acogidos ser¨¢n trasladados a un nuevo centro en el barrio donostiarra de Martutene, en una zona muy alejada del centro de la ciudad. El cierre, seg¨²n precisaron fuentes forales, es parte de una reorganizaci¨®n general de los servicios de acogida de la diputaci¨®n, que tendr¨¢ como gu¨ªa el decreto del Gobierno vasco aprobado en julio pasado, que establece que los menores deber¨¢n ser atendidos en centros de menor tama?o y con m¨¢s educadores que en la actualidad.
Cada hecho violento "desestabiliza la red de acogida", seg¨²n fuentes forales
Una multitud de problemas se solapan a la hora de encontrar la soluci¨®n adecuada para estos j¨®venes, que llegan desorientados a la pen¨ªnsula en busca de una vida que sus pa¨ªses de origen no pueden darles (el 80% son de Marruecos). La Diputaci¨®n, por ejemplo, est¨¢ teniendo enormes dificultades para conseguir edificios y pisos donde alojarlos debido, en gran parte, al rechazo vecinal inducido por la estigmatizaci¨®n de estos menores cada vez que salen en los medios de comunicaci¨®n asociados a alg¨²n incidente violento.
En el centro de Tolosa, la pol¨¦mica estall¨® a ra¨ªz de varios episodios violentos protagonizados por algunos de sus inquilinos. Tras dos agresiones sexuales consecutivas en menos de una semana entre julio y agosto, se cre¨® una alarma social que destroz¨® meses de trabajo educativo y ahond¨® en la brecha entre estos j¨®venes y la sociedad de acogida. Cada vez que hay sucesos de este tipo, indica la misma fuente, hay "una desestabilizaci¨®n general en toda la red de acogida" guipuzcoana. El perfil de algunos de estos menores, los violentos, los m¨¢s visibles, eclipsa los esfuerzos de integraci¨®n de los dem¨¢s, seg¨²n resalta la Diputaci¨®n. Esta minor¨ªa es la protagonista de las recurrentes agresiones a los vigilantes y cuyo comportamiento tambi¨¦n provoc¨® que los vecinos de Tolosa hicieran p¨²blico su malestar en varias ocasiones.
Por otro lado, se est¨¢ registrando un "fuerte aumento" del n¨²mero de chavales que llega, que hace que cualquier incremento de los recursos termine qued¨¢ndose corto. No obstante, centro de Tolosa mantuvo serias deficiencias en sus instalaciones a lo largo de toda su existencia. Hasta ahora hab¨ªa sido la puerta de entrada en el sistema de acogida guipuzcoano. En su informe de 2007 al Parlamento vasco, el Ararteko recalc¨® el "preocupante "nivel de deterioro" de sus instalaciones. Actualmente viven en el centro unos 48 chavales en un edificio previsto para una veintena. Y, aunque se ha ido ampliando, muchos duermen en el suelo a d¨ªa de hoy. El Defensor del Pueblo vasco, que est¨¢ terminando su informe del a?o 2008, encontr¨® deficiencias similares en su ¨²ltima visita.
La Diputaci¨®n, que se niega a hablar de fracaso en el caso del centro de Tolosa, resalta, por ejemplo, que muchos de los j¨®venes acogidos participaron en las comparsas de los carnavales de la localidad. Los chavales cuentan que algunos incluso tienen novias en el pueblo. Su proyecto de vida, a?aden los j¨®venes, s¨®lo lo imaginan de este lado del Estrecho.
"Unifiquemos criterios"
La red guipuzcoana acogi¨® a un total de 371 menores extranjeros en 2008, frente a los 225 de 2007 (hay unos 230 bajo tutela). Su llegada parece inmune a la disuasi¨®n que pretende el Gobierno central al endurecer su posici¨®n frente a la inmigraci¨®n. "Est¨¢n llegando oleadas de chavales de golpe", precisa Diputaci¨®n, que tiene que lidiar con el rechazo vecinal y los enormes problemas que arrastra el colectivo. Por ejemplo, el devastador consumo de disolvente para drogarse act¨²a como caldo de cultivo que propicia otros delitos (uno de los menores cifra en 15 el n¨²mero quienes inhalan la sustancia en Tolosa). La falta de implicaci¨®n de otras comunidades, como Navarra, que tutela much¨ªsimos menos casos en proporci¨®n a su poblaci¨®n, tampoco ayuda.
El problema, resalta el ente foral, debe tener una soluci¨®n a nivel espa?ol. Las instituciones vascas han solicitado al Ejecutivo central una reuni¨®n monogr¨¢fica sobre la situaci¨®n de los menores para "unificar criterios" en educaci¨®n o en cuestiones como su regularizaci¨®n. Tal vez as¨ª se impida que, cada vez que uno de ellos se fuga de una comunidad a otra, todo el esfuerzo realizado caiga por tierra.
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