El cine se aproxima a la tercera dimensi¨®n
La pirater¨ªa y la crisis del celuloide fuerzan a Hollywood a una nueva revoluci¨®n - Cl¨¢sicos y novedades se pasan al 3D
Primero fue la llegada del sonoro: el estreno de El cantor de jazz en 1927 marc¨® el principio del fin del cine mudo y la primera gran revoluci¨®n cinematogr¨¢fica. La segunda fue la introducci¨®n del Technicolor en los a?os treinta. Siete d¨¦cadas m¨¢s tarde llega la tercera: el cine 3D, tridimensional o estereosc¨®pico. Visionarios de la industria como James Cameron, Jeffrey Katzenberg o George Lucas la defienden como definitiva. Cuando el espectador la viva, sostienen, ya no habr¨¢ marcha atr¨¢s.
"Las otras dos revoluciones mejoraron la experiencia que tra¨ªan al p¨²blico pero ahora lo que queremos es introducir al p¨²blico en esa experiencia y volver a hacer del cine algo especial", afirma el mayor defensor de este nuevo paso del s¨¦ptimo arte, Jeffrey Katzenberg. Responsable de los estudios DreamWorks y nombre poderoso en el mundo de la animaci¨®n, Katzenberg tambi¨¦n se puede atribuir el t¨ªtulo del profeta del 3D. Hace dos a?os se comprometi¨® a hacer toda su producci¨®n en 3D a partir de este a?o y piensa demostrarlo con el pr¨®ximo estreno de Monstruos vs. Aliens. El pasado fin de semana regal¨® en EE UU 125 millones de gafas estereosc¨®picas para que los espectadores sintiesen la magia del 3D en un anuncio mientras se emit¨ªa, en m¨¢xima audiencia, la Superbowl.
En las proyecciones de ahora tambi¨¦n hay que llevar gafas, pero no marean
En sonido se ha pasado del vinilo al iPod; en imagen no se ha avanzado as¨ª
La revoluci¨®n obligar¨¢ a adaptar las antiguas salas cinematogr¨¢ficas
Los expertos creen que ahora volver¨¢n al cine quienes han dejado de ir
Katzenberg no est¨¢ solo en la defensa del 3D. Los pesos pesados de la industria est¨¢n con ¨¦l: Steven Spielberg y Peter Jackson preparan Tint¨ªn en 3D; Tim Burton piensa estrenar Alice en este formato; Robert Zemeckis lo utilizar¨¢ en su versi¨®n de A Christmas Carol; George Lucas est¨¢ revisitando su saga de La guerra de las galaxias para a?adirle una nueva dimensi¨®n; John Lasseter hasta tom¨® las fotos de su boda en relieve, y James Cameron mira al futuro con el estreno este a?o de Avatar. Los estudios Disney tienen previstos 11 estrenos en 3D para la temporada 2009-2010 y otros seis para el 2011. Y Hollywood una docena de filmes para este a?o. Se trata adem¨¢s de una oferta variada porque junto a las cintas animadas de DreamWorks o de Pixar, estudios totalmente comprometidos con esta revoluci¨®n, llegan t¨ªtulos en otros g¨¦neros como el documental musical de los Jonas Brothers en concierto, el filme de horror My Bloody Valentine 3D, o los grandes espect¨¢culos de ciencia ficci¨®n tipo Avatar. Incluso el g¨¦nero porno se ha sumado al carro con el anuncio de la que ser¨¢ la primera pel¨ªcula er¨®tica tridimensional, 3D Sex and Zen. "No veo ninguna raz¨®n por la que en unos cinco o siete a?os todos los filmes no sean en 3D", asegura Katzenberg. "Juno, La reina, Transformers... no habr¨¢ diferencias. El cine ser¨¢ 3D porque una vez demostrado que existe algo mejor ?por qu¨¦ echarse atr¨¢s?".
El estreno de Bolt, filme animado que hizo m¨¢s de la mitad de su taquilla en EE UU en las salas de 3D, parece darle la raz¨®n. Eso a pesar de que el n¨²mero de copias estereosc¨®picas del filme no superaba el 32%. Lo mismo ocurri¨® con Adventure at the Center of the Earth, el estreno tridimensional m¨¢s taquillero hasta la fecha que gener¨® el 50% de su taquilla con un 30% de copias estereosc¨®picas. Adem¨¢s, los filmes exhibidos en 3D permanecen m¨¢s tiempo en la pantalla. Seg¨²n un an¨¢lisis de mercado presentado en 2008, las proyecciones en 3D atraen el doble de p¨²blico que las tradicionales salas 2D y los ingresos por cine son tres veces m¨¢s elevados. Otro estudio hecho p¨²blico este a?o en la Convenci¨®n anual de Consumo Electr¨®nico que se celebr¨® en Las Vegas mostr¨® que un 15% del millar de espectadores encuestados hab¨ªan visto al menos un filme en 3D en los ¨²ltimos 12 meses. Una cifra nada desde?able dado el escaso n¨²mero de estrenos estereosc¨®picos en el 2008 y el precario n¨²mero de salas preparadas para llevar al espectador a la tercera dimensi¨®n.
Para Katzenberg y el resto de los implicados en esta revoluci¨®n, la invasi¨®n del 3D no ha hecho m¨¢s que empezar. Aunque el origen de las im¨¢genes estereosc¨®picas date de 1890 y tuviera su auge en el cine en la d¨¦cada de los cincuenta. Entonces Hollywood, asustado por la competencia que supon¨ªa la aparici¨®n de la televisi¨®n, se invent¨® una nueva forma de retener al espectador en las salas: El cine en 3D. Tambi¨¦n se llam¨® el cine "con gafas" por la necesidad de utilizar lentes, normalmente de cart¨®n anaglifo (un ojo rojo y otro azul) para ver una imagen por lo general borrosa pero tridimensional. As¨ª nacieron cintas como Bwana Diablo de la selva, Los cr¨ªmenes del museo de cera o Vinieron del espacio y as¨ª muri¨® unos a?os m¨¢s tarde una revoluci¨®n que entonces no pas¨® de ser una atracci¨®n de feria. ?Qu¨¦ ha cambiado desde entonces? "Este no es el 3D de mis padres", insiste Katzenberg, quien incluso bromea con el fracaso de sus predecesores. "Un negocio que hace vomitar a sus clientes no es muy buen negocio". No es como para tom¨¢rselo a broma porque adem¨¢s de la mala calidad de las pel¨ªculas y de las proyecciones, el 3D de anta?o es tambi¨¦n recordado por la molestia en los ojos y dolores de cabeza que provoc¨®. Ni las gafas, m¨¢s sofisticadas, ni el sistema utilizado es el mismo, pero el recuerdo de aquella experiencia hace dudar. La diferencia, sin embargo, reside para Katzenberg en una sola palabra: digital. "Es la promesa del futuro. El cine digital transform¨® el campo de los efectos especiales y ahora le toca transformar la experiencia cinematogr¨¢fica aumentando la dimensi¨®n del cine e introduciendo al espectador en una experiencia envolvente".
Para George Lucas lo m¨¢s interesante de esta revoluci¨®n es que facilitar¨¢ de una vez por todas la transformaci¨®n de los cines en salas digitales, que lleva un gran retraso. Porque mientras que en el campo del sonido hemos pasado en poco tiempo del vinilo al cassette y al CD y al iPod, en lo visual no hemos pasado del tocadiscos. En EE UU existen hoy unas 5.000 salas digitales. S¨®lo 1.500 est¨¢n preparadas para una proyecci¨®n en 3D. Katzenberg espera que la cifra llegue a las 2.500 salas estereosc¨®picas para cuando estrene en mayo Monstruos vs. Aliens y que para la llegada del nuevo Shrek en 2010 el n¨²mero ascienda a unas 7.500. "Desgraciadamente el ritmo es m¨¢s lento de lo que cre¨ªmos hace un a?o", lamenta el ejecutivo. La raz¨®n de ese pinchazo no es otra que la crisis econ¨®mica mundial.
Todas las revoluciones tienen un precio y la del 3D no iba a ser menos. La conversi¨®n de un sistema de proyecci¨®n digital a uno 3D est¨¢ por debajo de los 20.000 d¨®lares (15.450 euros), una cifra no excesiva en este mercado. Pero la de un teatro de toda la vida en una sala digital es algo m¨¢s costosa y la factura est¨¢ en los 75.000 d¨®lares (unos 58.000 euros). El coste tambi¨¦n es mayor para los estudios, al menos en principio. Katzenberg calcula en un 10% el incremento en el presupuesto de Monstruos vs. Aliens sobre cualquier otra producci¨®n 2D del estudio, en torno a 150 millones de d¨®lares (115 millones de euros). Un coste que espera rebajar en pr¨®ximas producciones en cuanto quede amortizada la inversi¨®n tecnol¨®gica. "En nuestro caso es como si hici¨¦ramos la pel¨ªcula tres veces, una para el ojo derecho, otra para el izquierdo y una tercera para el rendering final que d¨¦ la profundidad de campo. Pero en filmes de imagen real el proceso es menos costoso. A menos que tenga gran cantidad de efectos especiales. Entonces la cifra vuelve a subir", comparte el productor. Al espectador tambi¨¦n le tocar¨¢ arrimar el hombro. Katzenberg ya le ha puesto un precio a esta "experiencia de primera". Habla de unos cuatro euros m¨¢s de media por entrada que el p¨²blico deber¨¢ de pagar si prefiere ver Monstruos vs. Aliens en 3D en lugar de en una copia 2D.
No est¨¢n las cosas para desmanes econ¨®micos. Durante a?os, las salas de cine han retrasado su conversi¨®n al digital por culpa del costo y por no ver en esta inversi¨®n un claro beneficio. Y con presupuestos que se mueven de los 150 millones de d¨®lares hacia arriba en el caso de los grandes estrenos de la temporada, los estudios se lo piensan mucho antes de dar luz verde a cualquier proyecto. Pero si la actual revoluci¨®n del 3D tiene como enemigo la crisis econ¨®mica mundial, a su favor est¨¢ la m¨¢s honda crisis que vive el sector cinematogr¨¢fico. Seg¨²n un estudio de Veronis Suhler Stevenson, en 2007 una persona dedic¨® una media de 973 horas a ver televisi¨®n por cable o por sat¨¦lite. El consumo medi¨¢tico disminuye cuando se trata de los canales de televisi¨®n generalista, a los que los estadounidenses dedicaron 639 horas, y a gran distancia est¨¢ Internet, donde pasaron 189 horas. El tiempo dedicado a ir al cine no super¨® las 12 horas de media por persona al a?o.
Adem¨¢s, una encuesta del Jupiter Research de finales de 2008 confirma los peores temores: el 32% de los encuestados asegura que dejar¨¢ de ir al cine ante la actual crisis econ¨®mica. Es una respuesta ya conocida. De 1931 a 1932 la taquilla perdi¨® un 26,7% de sus ingresos por culpa de la recesi¨®n. Y, m¨¢s recientemente, la crisis econ¨®mica de 1991 vino seguida de una ca¨ªda de la taquilla del 4,4%. Por el momento, el golpe no es tan duro y las cifras dadas por Box Office Mojo cierran 2008 con una recaudaci¨®n total de 9. 630 millones de d¨®lares en EE UU, una ca¨ªda de un 0,3% sobre el r¨¦cord de 2007. El problema es que el descenso es mucho m¨¢s elevado en n¨²mero de espectadores con un 6,7% menos de audiencia que el pasado a?o.
"El 3D devolver¨¢ a los cines a aquellos que han dejado de ir", insiste Katzenberg. Hoy por hoy, la revoluci¨®n estereosc¨®pica est¨¢ volcada en los cines. Existen avances para llevar esta misma experiencia al hogar pero por el momento es una idea lejana. Incluso en los televisores 3D mostrados durante la Convenci¨®n del Consumo Electr¨®nico es necesaria una total oscuridad y una gran proximidad a la pantalla para poder disfrutar de la experiencia. "Y los espectadores no se quieren meter en un armario", bromea Katzenberg. Adem¨¢s, una vez m¨¢s el bolsillo es el que habla. Un gran n¨²mero de hogares cuentan con una pantalla plana de alta definici¨®n adquirida en los dos ¨²ltimos a?os, aparatos por lo general no preparados para la proyecci¨®n estereosc¨®pica.
Hay m¨¢s razones detr¨¢s del empuje que est¨¢n dando los grandes al cine tridimensional. "El 90% de la pirater¨ªa en el mundo procede de las copias que hace de forma ilegal alguien sentado en una sala de cine con una c¨¢mara. Con el 3D podremos detener eso", explica Katzenberg.
Por el momento, las tres dimensiones est¨¢n estrechamente ligadas al uso de gafas en el cine. Sin ellas, lo que se ve en la pantalla es una imagen m¨¢s o menos desenfocada. Otras ventajas del 3D o simplemente del cine digital es la facilidad de manejo, que no requiere m¨¢s que llevar un disco duro a la cabina de proyecci¨®n. "La ¨²nica desventaja del 3D es que no puede hacer buena una mala pel¨ªcula", afirma.
Visto as¨ª, no es de extra?ar que los estudios DreamWorks hayan tirado la casa por la ventana este fin de semana incluyendo un anuncio de Monstruos vs. Aliens de 90 segundos en 3D en una retransmisi¨®n que cobra una media de tres millones de d¨®lares por 30 segundos de publicidad. Eso, adem¨¢s del costo de la distribuci¨®n gratuita de las gafas. Pero no existe revoluci¨®n tecnol¨®gica sin lucha de patentes y el 3D no iba a ser diferente. El 95% de la penetraci¨®n es del sistema RealD aunque existen otros estereosc¨®picos rondando como el de 3ality Digital que los entendidos prefieren para aumentar la profundidad de campo. Tambi¨¦n est¨¢n los piques art¨ªsticos. Bajo esa imagen de todos a una que ofrece esta revoluci¨®n est¨¢n las cr¨ªticas de sus autores. Cameron critic¨® recientemente a Tim Burton por rodar Alice con t¨¦cnicas 2D en lugar de planificar desde la preproducci¨®n y el rodaje el formato 3D en el que ser¨¢ exhibida la cinta. Katzenberg prefiere no meterse en la pol¨¦mica, aunque recalca que en Dream-Works el proceso de 3D se vive desde la primera semilla. "Otros estudios como Disney est¨¢n volcados en transferir sus pel¨ªculas antiguas al 3D", comenta de las anunciadas versiones de Toy Story y de La bella y la bestia en estereoscopia. "Nuestra meta es otra", a?ade equiparando esta transformaci¨®n de pel¨ªculas 2D en 3D al proceso de "colorizaci¨®n" al que se sometieron numerosos filmes en blanco y negro tras la llegada del color.
La otra pol¨¦mica es el uso que se le da al 3D en esta nueva ola de estrenos. Cuando Katzenberg asegura que no es el 3D de sus padres tambi¨¦n le quiere despojar de ese aurea de truco de feria, el uso de la tridimensionalidad para apuntar, por ejemplo, una lanza al espectador desde la pantalla. "No nos gusta romper la cuarta pared", admite el presidente de DreamWorks. John Landau, productor de Avatar, est¨¢ de acuerdo y, por parte de Disney, Mark Zoradi asegura que lo primero es valorar si el proyecto ganar¨¢ en 3D. Sin embargo, hasta la fecha la pel¨ªcula m¨¢s taquillera del mundo estereosc¨®pico, Adventure at the Center of the Earth, se atreve incluso a orinar al p¨²blico desde la pantalla y el estreno de My Bloody Valentine 3-D le hace sentir como si estuviera rodeado de grandes llamaradas. "El planteamiento de muchos estudios de Hollywood es el de limitar los efectos del 3D para que sus filmes sigan funcionando en 2D y lo que acaban haciendo es una especie de 2D y medio", comenta Ben Stassen, realizador de Fly Me to the Moon, uno de los filmes de animaci¨®n tridimensional m¨¢s deseados en el pasado mercado europeo de Berl¨ªn.
Europa tampoco quiere perderse esta revoluci¨®n y aunque el n¨²mero de salas est¨¢ muy por detr¨¢s de EE UU, sus producciones van en aumento. La celebraci¨®n del Cartoon Forum, principal foro de la animaci¨®n europea donde confluyen estudios, productores, distribuidores y televisiones a la b¨²squeda del pr¨®ximo proyecto taquillero, cuenta con dos ideas estereosc¨®picas, The Mischievous Fox & the Straight Tailed Pig, de Noruega, y Cendrillon, de Francia, aunque es posible que la cifra aumente antes de su celebraci¨®n el 4 de marzo en Lyon (Francia). Y en Espa?a, donde el n¨²mero de salas en 3D roza las 30, la lista de proyectos aut¨®ctonos tridimensionales va en aumento. Junto a El cuento m¨¢gico, de la catalana Orbita Max, en animaci¨®n previsto para un futuro cercano est¨¢ Goleor, el nuevo filme de Kandor Moon, productores del filme candidato al Goya El lince perdido.
Comienza el 'show'
- Salas. En EE UU existen
ya 5.000 salas digitales, pero s¨®lo la mitad est¨¢n preparadas para proyectar en tres dimensiones. Para 2010 se prev¨¦ llegar a las 7.000, a pesar de la crisis. En Espa?a hay 30 salas 3D. Convertir una digital en 3D cuesta
m¨¢s de 15.000 euros.
- Proyecciones. Los estudios Disney tienen previstos 11 estrenos entre 2009 y 2010 y Hollywood,
12 para este a?o.
- Taquilla. Los expertos dicen que las pel¨ªculas en 3D atraen el doble de p¨²blico. Algunos estrenos en EE UU han hecho la mitad de su taquilla en las salas 3D, aunque s¨®lo hab¨ªa un 30% de copias estereosc¨®picas.
- Gafas. Aunque los ac¨¦rrimos defensores de esta "nueva revoluci¨®n" sostienen que nada tiene que ver con
el antiguo y mareante 3D, vuelven las gafas de dos colores. El responsable de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg, regal¨® 125 millones de lentes para ver un anuncio en hora de m¨¢xima audiencia para probar "la magia" del nuevo cine.
- Entradas. Los clientes de la gran pantalla tendr¨¢n que desembolsar una parte del coste que se emplear¨¢ en las reformas de las salas y del precio de estas pel¨ªculas. Se calcula que el tique subir¨¢ una media de cuatro euros.
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