Juana Molina, dos veces Juana
Es as¨ª: Juana Molina -m¨²sica, nacida en 1963 en Buenos Aires, cuatro discos en su haber, un quinto de aparici¨®n reciente- se planta solita y sola sobre un escenario en Birmingham, en Glasgow, en Boston, en Nueva York, en Seattle, en Tokio, y un p¨²blico silente y respetuoso se mece embrujado con sus melod¨ªas y mienta su nombre como quien secretea una contrase?a. Y eso -el p¨²blico silente y embrujado, respetuoso- ahora es tambi¨¦n as¨ª -silente y embrujado, respetuoso- en Buenos Aires. Pero durante mucho tiempo esta hija de un prestigioso cantante de tangos y boleros -Horacio Molina- y de una belleza imperial -Chunchuna Villafa?e, actriz, modelo- fue, en su pa¨ªs, vapuleada por la cr¨ªtica y abucheada en vivo y en directo.
Hasta 1994, Juana Molina fue la mejor comedianta argentina de su generaci¨®n. En 1982, de regreso desde el exilio en Francia -donde hab¨ªa llegado ni?a, despu¨¦s del golpe de Estado de 1976 en su pa¨ªs-, consigui¨® trabajo en un noticiero par¨®dico de la televisi¨®n -La noticia rebelde-, donde la vio un pope de la comedia nacional -Antonio Gasalla-, que la llev¨® a su show. De eso a tener programa propio hubo un paso: en 1991, Juana Molina hac¨ªa veinte personajes (una cosmet¨®loga tont¨ªsima, una coreana perdida en los laberintos del idioma, una psic¨®loga con bigotito) en el programa Juana y sus hermanas, y tres millones de personas ve¨ªan, semana a semana, esa explosi¨®n de talento. Pero en 1993 qued¨® embarazada, le indicaron reposo y, en el reposo, Juana record¨® que hab¨ªa empezado a actuar para ganar dinero y dedicarse, con ese dinero, a ser lo que siempre hab¨ªa querido ser: m¨²sica. M¨²sica desde que su padre, a los cinco a?os, le hab¨ªa regalado una guitarra. M¨²sica desde que, all¨¢ en su infancia, inventaba melod¨ªas de cuarenta y cinco minutos montadas sobre dos acordes. M¨²sica desde que cantaba sobre el ruido que hac¨ªa el ascensor de la casa de su abuela. "Yo quer¨ªa ser m¨²sica. Despu¨¦s, la timidez me hizo creer que no. Cuando estaba sola, componiendo, me parec¨ªa lo m¨¢s divino del mundo. Cuando aparec¨ªa alguien a escuchar, me parec¨ªa una porquer¨ªa". En 1994, despu¨¦s del nacimiento de su hija, dijo: "Actriz no ser¨¦ m¨¢s y ser¨¦ m¨²sica". Su primer disco fue Rara, editado en 1996 en MCA con productor que hoy es estrella: Gustavo Santaolalla. Pero no tuvo difusi¨®n, y qued¨® sepultado en mara?a de olvido. Las presentaciones en vivo no fueron mejores. La gente acud¨ªa en masa a ver el show de la chica de la tele y, cuando empezaban los primeros acordes -un patchwork de diversas texturas lastimado por su voz infantil-, indefectiblemente alguien gritaba: "?Juana, hac¨¦ la coreana!". Cuando quedaba claro que la coreana no, la gente se iba: un goteo imparable vaciaba la sala hasta que quedaban siete donde hab¨ªa habido cien.
En el a?o 2000, a pesar de la experiencia aciaga, Molina grab¨®, en estudio casero, un disco que llam¨® Segundo, capas superpuestas de sonidos en las que se entreveraban ritmos folcl¨®ricos y nanas infantiles, grillos, ladridos de perros, todo bordado por una voz que caminaba en punta de pie sobre letras simples: "?Qui¨¦n la abrazar¨¢ por siempre, qui¨¦n le curar¨¢ la tos? / Siempre y cuando est¨¦ presente / una madre es m¨¢s que dos", cantaba en Qui¨¦n. En la Argentina se publicaron, sobre Segundo, cuatro art¨ªculos: dos reportajes y dos rese?as en las que los cr¨ªticos lamentaban que Molina no regresara a la televisi¨®n.
Entonces, en 2001, Juana envi¨® un pu?ado de ejemplares a un distribuidor en Jap¨®n, Segundo result¨® el disco argentino m¨¢s vendido en aquel pa¨ªs, y ella descubri¨® que, al otro lado del mundo, su m¨²sica era motivo de admiraci¨®n, no de desprecio.
En 2002 sac¨® otro ¨¢lbum, Tres cosas. El ¨¢lbum lleg¨® a manos de Laurence Bell, due?o del sello independiente ingl¨¦s Domino Records, que decidi¨® editar Segundo y Tres cosas en Estados Unidos y el Reino Unidos. Entonces, medios como la Rolling Stone americana, The Independent y la BBC la llenaron de elogios, la compararon con Bj?rk y la recomendaron con fervor. Juana empez¨® a girar, imparable, por Europa y Estados Unidos y, aunque en 2004 David Byrne la invit¨® a abrir sus shows durante su gira por ese pa¨ªs, el golpe de gracia lleg¨® cuando, el 26 de septiembre de 2004, The New York Times dijo que Tres cosas, de Juana Molina, era uno de los mejores diez ¨¢lbumes pop del a?o, entre How to dismantle an atomic bomb, de U2, y Medulla, de Bj?rk. Entonces s¨ª, Juana Molina lleg¨® a la primera plana de los diarios argentinos, que se enorgullecieron del ¨¦xito de la hija de la patria. Se le dieron premios -Konex, Carlos Gardel- y se le hicieron rese?as elogiosas. "Cuando lleg¨® lo de The New York Times hac¨ªa rato que afuera me iba bien, y que ac¨¢ las cr¨ªticas dec¨ªan: 'Juana Molina es lo peor'. Yo no le creo a nadie, porque los mismos que antes dec¨ªan que lo que yo hac¨ªa era una mierda, ahora dicen que soy un genio". Sea como fuere, en Buenos Aires los recitales empezaron a llenarse de un p¨²blico que ya no bramaba "la-co-reana", y que permanec¨ªa sentado hasta el final. A Tres cosas sigui¨® Son, en 2007. Durante 2008, Juana gir¨® junto a Feist y, en diciembre, sac¨® su ¨²ltimo disco, Un d¨ªa, que Domino edit¨® en la Argentina y el resto del mundo -eso incluye Espa?a- y que la tiene, ahora mismo, de gira por Australia. Un d¨ªa re¨²ne ocho canciones en las que se mezclan bombos con guitarras con teclados con destellos electr¨®nicos y el resultado es una m¨²sica tenue enhebrada por su voz austera, vol¨¢til, ocho canciones tan indefinibles como las de sus discos anteriores que, una vez m¨¢s, hacen que, en las disquer¨ªas del mundo, Juana Molina aparezca en las secciones de folk, electr¨®nica, singers and songwriters, pop y avant garde. Como si ella -una- fuera, tambi¨¦n, muchas: todas.
Las tapas de sus discos muestran, siempre, una foto suya. Si en Segundo su nariz asomaba entre un matorral de pelo, si en Tres cosas, desde la sombra de su perfil, crec¨ªa un ap¨¦ndice digno de Pinocho, si en Son se ve¨ªa una imagen de la infancia, en Un d¨ªa es su rostro espejado, replicado sobre s¨ª mismo: Juana dos veces Juana, alguien perturbador y perturbado que acaba de salir del laberinto de un fauno intoxicada de m¨²sicas extra?as. M¨²sicas que est¨¢n hechas para ser escuchadas fuera del mundo. O, al menos, haciendo de cuenta que el mundo no existe. -
Un d¨ªa. Juana Molina. Domino Records.
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