El S¨ªndic reprueba la expulsi¨®n de 13 africanos de un centro de menores

Awadu Fuseni, de 17 a?os, tiene en sus manos un ejemplar del libro La integraci¨®n de los inmigrantes marroqu¨ªes, que lee en el Casal d'Infants del Raval. Dice algunas palabras en castellano y asegura que jam¨¢s pens¨® que todo ser¨ªa tan dif¨ªcil. Fuseni es uno de los 13 j¨®venes, 11 de Ghana y 2 de Gambia, que la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia de la Generalitat (DGAI) expuls¨® de un centro de menores en Navidad al concluir que eran mayores de edad. La decisi¨®n sufri¨® ayer un serio revolc¨®n del s¨ªndic de greuges, Rafael Rib¨®, que la tacha de irregular por dos razones: porque la Generalitat ignor¨® que los chicos ten¨ªan pasaportes que acreditaban que eran menores y porque est¨¢ basada en unas pruebas radiol¨®gicas de la mand¨ªbula que tienen un margen de error de cero a dos a?os hacia arriba o hacia abajo. La propia Generalitat reconoce en sus informes un porcentaje de error del 66% en las pruebas en menores.

El grupo vive ahora en una pensi¨®n de la Cruz Roja de la calle de Balmes despu¨¦s de haber salido del centro del El Bosc, en Vallvidrera, con un pu?ado de euros y un bocadillo. La Cruz Roja ha emitido pr¨®rrogas, pero s¨®lo los acoger¨¢ hasta final de marzo. "Cuando supe que nos echaban, me puse malo", cuenta Usman, de 17 a?os, palp¨¢ndose la barriga. "?Humillante la prueba radiol¨®gica?", se pregunta Fuseni. "Bueno, no digo que sea racismo, pero no entiendo por qu¨¦ nos la hicieron s¨®lo a nosotros y no a los blancos como los marroqu¨ªes".

Ismael Palac¨ªn, uno de los responsables del Casal d'Infants del Raval, que da apoyo a los j¨®venes, cree que la realidad es m¨¢s simple: la achaca a que la Generalitat quiso vaciar la mitad del centro del El Bosc, en Vallvidrera, despu¨¦s de las quejas vecinales tras algunos incidentes con los j¨®venes. Curiosamente, el grupo de subsaharianos, originario de zonas rurales de Ghana, era de los menos conflictivos. "Pas¨¢bamos el d¨ªa jugando al f¨²tbol y al baloncesto. No aprend¨ªamos nada", explica Fuseni. Algunos se?alan algo peor: ducharse con agua fr¨ªa.

La Generalitat no piensa acatar el consejo del S¨ªndic de Greuges de readmitir a los chicos y tutelarlos porque cree que las pruebas radiol¨®gicas son de alta fiabilidad y porque asegura que los datos de los pasaportes son falsos. "Vamos a seguir haciendo esas pruebas", sostiene Carme Capdevila, consejera de Acci¨®n Social, pese a que el Colegio de Odont¨®logos las considera poco rigurosas.

Hay algo que urge: los j¨®venes se quedar¨¢n pronto en la calle y la mayor¨ªa de ellos ser¨¢n mayores de edad dentro de dos meses. Y se arriesgar¨¢n a ser expulsados por no tener permisos de residencia. El Casal cree que la Generalitat cerrar¨¢ los centros El Bosc y El Alcorn por no ofrecer proyectos de integraci¨®n y deteriorar la seguridad vecinal. Mientras, Palac¨ªn reclama que se les instale en pisos tutelados, d¨¢ndoles papeles y cursos de inserci¨®n laboral para evitar el absurdo de dejar a alguien en la calle s¨®lo por tener 18 a?os y 1 d¨ªa.