Un George W. Bush racista, hijo de pap¨¢ y bastante corto

Borrar del mapa la era Bush es imposible, pero previo pago de una entrada que cuesta entre 44 y 230 euros uno puede ocupar una butaca del teatro Cort de Broadway (Nueva York) y re¨ªrse un buen rato del presidente n¨²mero 43 de Estados Unidos. En una ciudad entregada a la obaman¨ªa, invadida por libros, souvenirs e incluso pasteles con el rostro de su nuevo presidente, tambi¨¦n es posible desquitarse con el saliente (que nunca se entendi¨® del todo con los neoyorquinos). Ya lo hizo Oliver Stone con su pel¨ªcula W. Ahora le toca el turno al imitador m¨¢s famoso del pol¨ªtico.

Desde el pasado 20 de enero, el mismo d¨ªa en que tomaba posesi¨®n Barack Obama, el c¨®mico Will Ferrell (Pasado de vueltas, Hermanos por pelotas, Embrujada) da rienda suelta a un Bush paleto, hijo de pap¨¢, inconsciente, tonto y encantado de haberse conocido que arranca v¨ªtores de un p¨²blico que ya ven¨ªa conquistado.

La cadena HBO emitir¨¢ la obra en directo el 14 de marzo

El ex mandatario acaba siendo v¨ªctima de una lluvia de zapatos

You're welcome America. A final night with George W. Bush (De nada, Am¨¦rica. Una ¨²ltima noche con George W. Bush), es obra del propio Ferrell, de 41 a?os, uno de los c¨®micos mejor pagados de su generaci¨®n. Tal es el ¨¦xito de la obra que la HBO la va a emitir en directo para todo el pa¨ªs el 14 de marzo, d¨ªa de su ¨²ltima funci¨®n.

El Bush de Ferrell no es un desconocido para el p¨²blico estadounidense. El actor ensay¨® su arqueo de ceja y sus palabras inventadas (strategery, misunderestimated) durante a?os en Saturday night live, el programa que, como a tantos, le lanz¨® a la fama.

El tono de la obra se coge desde su arranque: Bush (Ferrell) llega a escena en un helic¨®ptero. haciendo la v de victoria. El pol¨ªtico ya no es presidente y, relajado, hace un repaso de sus a?os de gobierno. El Bush que encarna Ferrell se muestra rebelde ("Puede que ahora me fume alg¨²n porro") y algo obsceno: alardea de pene, del que muestra una foto. Y resulta que es microsc¨®pico.

Fantas¨ªas aparte, Ferrell ha echado mano de algunas frases c¨¦lebres del ex presidente para su caricatura. "Fue la decisi¨®n correcta, lo sigue siendo y lo ser¨¢ siempre", dice respecto a la guerra de Irak. El Bush de Ferrell tambi¨¦n se reconoce esc¨¦ptico con el cambio clim¨¢tico ("Creo en ello tanto como en Big Foot"), racista ("Dicen que no me gustan los negros. ?No es cierto! Ni siquiera pienso en ellos") y perdido en asuntos internacionales. Hacia el final de la parodia, Bush hace un repaso de sus hom¨®logos mundiales. Cuando llega a Espa?a, el portugu¨¦s Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso aparece en pantalla y esta periodista dir¨ªa que no es parte de la gracia y que se trata de una equivocaci¨®n del propio Ferrell.

Como era de esperar, Bush acaba siendo v¨ªctima de una lluvia de zapatos, pero el momento estrella es cuando Condoleezza Rice (Pia Glenn) comparte un baile subidito de tono con su querido Bush."?Soy el peor presidente de todos los tiempos?", pregunta Ferrell. Y la audiencia chilla. "?S¨ª!". "S¨¦ que no me vais a dar las gracias, as¨ª que... ?De nada, Am¨¦rica!".