El eco de Davos
Una de las primeras sensaciones que emanan de la reuni¨®n de Davos es que el c¨®ctel de la globalizaci¨®n compuesto por un comercio internacional muy liberalizado y funcionando con una amplia des-regulaci¨®n financiera, sin apenas controles, ha pasado a mejor vida. Dicho en t¨¦rminos m¨¢s prosaicos, el triunfo del mercado sobre el Estado no es, ni ser¨¢ la f¨®rmula m¨¢gica para el funcionamiento de la econom¨ªa.
Ahora, la tendencia es escapar de los discursos convencionales para adentrarse en otras soluciones. De entrada, se aceptan los planes de regulaci¨®n econ¨®mica y se aplauden los programas de rescate por parte de las instituciones p¨²blicas; pero, sin embargo, no se ha restringido ni castigado la arrogancia de determinados banqueros ni tampoco se les ha exigido responsabilidades por la gesti¨®n llevada hasta el momento, causante, como es bien sabido, de tantos desequilibrios. De otra parte, se insiste en "infinitos condicionales", reclamando la necesidad de la coordinaci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas; de pa¨ªses; y de la creaci¨®n de organismos supervisores a escala mundial que garanten el reparto de responsabilidades.
Estamos ante un cambio profundo en la ¨¦tica sobre la codicia de algunos empresarios
Los mensajes son, por lo tanto, claros y n¨ªtidos. Y a su vez son muy diferentes a los pronunciados a?os atr¨¢s. La nueva era va a exigir aceptar cambios en los modelos econ¨®micos, sociales y de valores. Ante este nuevo panorama, las reglas de funcionamiento han de ser conocidas y han de estar sobre la mesa; y no se deber¨¢n alterar ni modificar en beneficio de unos pocos o que se puedan trasgredir con facilidad e inmunidad.
Las tentaciones proteccionistas son un mal ejemplo y hay que estar muy atento a las orientaciones que ciertos pa¨ªses quieren darle a sus pol¨ªticas industriales de cara a resolver de manera individual sus problemas coyunturales.
De la reuni¨®n de Davos se pueden extraer varias conclusiones. La primera es que la crisis no s¨®lo es global, sino que ya est¨¢ sincronizada; esto es, la intensidad y la velocidad de transmisi¨®n fue tan r¨¢pida que, en la actualidad, no existe econom¨ªa nacional en el planeta que se pueda considerar al margen de los efectos y repercusiones. En segundo lugar, que la situaci¨®n econ¨®mica actual requiere de actitudes firmes, en lo que hace referencia a la adopci¨®n de medidas, planes e instrumentos coercitivos. O sea, determinaci¨®n para afrontar la situaci¨®n y las turbulencias. La tercera conclusi¨®n es la que ata?e a la necesidad de coordinaci¨®n y de cooperaci¨®n; puesto que nadie, de manera aislada, ser¨¢ capaz de sortear, de escapar, o de eludir los impactos. La cuarta idea resultante es que estamos ante un cambio muy profundo de los valores, principios ¨¦ticos y aspiraciones de la sociedad mundial ya sea en los conceptos de seguridad y confianza, ya sea sobre las actitudes de codicia por parte de algunos empresarios y gestores. Y finalmente, como quinta reflexi¨®n, hemos aceptado el impacto intergeneracional, o sea, hemos recuperado lo que Marie Gro Brundlant dise?ara hace a?os sobre el desarrollo sostenible cuando dec¨ªa que era "aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias". Es decir, se llama la atenci¨®n sobre los modelos de crecimiento y el equilibrio que debe existir con las actuaciones relacionadas con el medio ambiente, los ecosistemas, la biodiversidad y la aplicaci¨®n de principios de precauci¨®n a la hora de instrumentalizar programas que no contribuyan a deteriorar las opciones de las generaciones venideras.
Ante este panorama todo cuanto apoyo se brinde a las instituciones ser¨¢ poco; toda cuanta exigencia se le demande para que act¨²e con determinaci¨®n, tambi¨¦n ser¨¢ poco; y finalmente, todas cuantas reuniones con el mayor n¨²mero posible de pa¨ªses involucrados en afrontar las repercusiones en esta crisis global y sincronizada, tambi¨¦n ser¨¢n pocas. En suma, s¨®lo los que desean utilizar esta fase de turbulencias para extraer beneficios particulares, esquivar compromisos y sortear responsabilidades, est¨¢n fuera del contexto y de las actuaciones conjuntas de las instituciones.
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