Bagdad recupera un poco de orgullo
El Museo de Irak, s¨ªmbolo del feroz saqueo que se produjo tras la disoluci¨®n de las fuerzas iraqu¨ªes por orden estadounidense en 2003, reabre sus puertas
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Aunque apenas perceptible desde el exterior, una inusitada actividad agita estos d¨ªas las galer¨ªas del Museo de Irak. Pintores, arque¨®logos, electricistas y conservadores se afanan para acabar a tiempo el lavado de cara con el que el Gobierno quiere reabrirlo, el pr¨®ximo d¨ªa 23. Las im¨¢genes de su saqueo tras la invasi¨®n estadounidense, en 2003, se convirtieron en un s¨ªmbolo de la destrucci¨®n del pa¨ªs. Ahora este gesto, sobre todo pol¨ªtico, quiere transmitir un mensaje de normalizaci¨®n, pero algunos expertos temen que se quede s¨®lo en eso, a falta de los fondos necesarios para asegurar su viabilidad.
"La exposici¨®n va a estar dedicada a las piezas que hemos recuperado, pero no vamos a poder reabrir todas las galer¨ªas", manifiesta su directora, Amira Edan al Dahab. La arque¨®loga no parece excesivamente emocionada con el estreno, aunque evita criticar la decisi¨®n del Departamento de Antig¨¹edades. Otros especialistas hablan, sin embargo, de "un mero montaje para la prensa", preocupados ante la falta de fondos para emprender la profunda renovaci¨®n que necesita el que est¨¢ considerado uno de los museos arqueol¨®gicos m¨¢s importantes del mundo.
Gran parte de la colecci¨®n se guard¨® en almacenes subterr¨¢neos
A¨²n faltan 10.000 de las 501.000 piezas catalogadas por la instituci¨®n
"El edificio est¨¢ en malas condiciones y carecemos de un sistema de seguridad adecuado", admite Al Dahab, mientras recorremos algunas de las 28 salas. La iluminaci¨®n es insuficiente y anticuada, no hay aire acondicionado y en una de las estancias el agua de la lluvia se ha filtrado por el tejado. "Un instituto arqueol¨®gico italiano ha renovado dos galer¨ªas y se ha comprometido a terminar otras tres", explica no obstante esperanzada.
El trabajo de los italianos salta a la vista en la sala dedicada al per¨ªodo asirio, donde se exhiben grandes estatuas y relieves de piedra de dos mil a?os de antig¨¹edad, en los que ya se relatan guerras y tratados de paz. Las paredes est¨¢n reci¨¦n pintadas, se ha instalado un nuevo sistema de iluminaci¨®n, paneles divisorios y carteles informativos. Sin embargo, un piso m¨¢s arriba, en la galer¨ªa donde se est¨¢n colocando las vitrinas con las tablillas recuperadas del saqueo, los cables el¨¦ctricos est¨¢n al aire, hay grietas en las paredes y el aspecto es de abandono.
Pese a las declaraciones p¨²blicas, la rehabilitaci¨®n del museo no ha sido una prioridad ni para los ocupantes ni para las nuevas autoridades iraqu¨ªes. El anterior director, Donny George, que escap¨® del pa¨ªs en el verano de 2006, en medio de la creciente violencia sectaria, denunci¨® que las presiones pol¨ªticas y la falta de seguridad hac¨ªan imposible su trabajo.
Cerrado durante los a?os ochenta debido a la guerra con Ir¨¢n y de nuevo durante los bombardeos estadounidenses de 1991, llevaba tres a?os reabierto cuando se produjo la invasi¨®n. En previsi¨®n de ¨¦sta, conservadores y funcionarios procedieron una vez m¨¢s a salvaguardar el legado de 5.000 a?os de civilizaci¨®n, como hab¨ªan hecho en los conflictos anteriores, y transportaron la mayor¨ªa de las piezas a los almacenes subterr¨¢neos. Sin embargo, estelas, frisos y grandes estatuas s¨®lo pudieron ser recubiertos con espuma y protegidos con sacos terreros.
Aunque el alcance del saqueo que se produjo en abril de 2003 fue exagerado en los primeros relatos period¨ªsticos, miles de tablillas, vasijas, joyas y sellos cil¨ªndricos fueron robados entre el 8 y el 12 de abril de 2003. "Hemos recuperado unas cinco mil piezas de la colecci¨®n y otras 17.000 de los sitios arqueol¨®gicos", se?ala Al Dahab. Pero a¨²n faltan 10.000 de las 501.000 que el museo tiene catalogadas. En el caso de las excavaciones, es imposible de calcular.
"Seguimos trabajando", afirma la arque¨®loga, que acaba de regresar de Per¨² con tres tablillas de arcilla confiscadas en el aeropuerto de Lima. "Cuando vieron la escritura cuneiforme, enseguida supieron que ten¨ªan que proceder de aqu¨ª y nos han facilitado mucho la repatriaci¨®n porque ellos tambi¨¦n sufren problemas similares", explica. "En otros pa¨ªses es m¨¢s complicado porque nos exigen prueba documental de la propiedad y las piezas sustra¨ªdas de los sitios arqueol¨®gicos no est¨¢n catalogadas", a?ade.
Ahora, su mirada est¨¢ puesta en un pr¨®ximo viaje a Espa?a, donde hay abierto un proceso sobre la procedencia de 22 tablillas y collares. "Nos han pedido que enviemos dos expertos para que certifiquen que se trata de tablillas cuneiformes", se?ala Al Dahab, que se especializ¨® precisamente en esa rama y ha trabajado en el Departamento de Escritura Cuneiforme del museo desde 1976. "Mi prioridad en estos momentos es luchar para recuperar los objetos robados y proteger los lugares arqueol¨®gicos", concluye.

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