Batasuna blanca

Como en las auton¨®micas de 2005 y en las municipales de 2007, la izquierda abertzale ha presentado una candidatura (D3M) que no oculta su naturaleza como sucesora de Batasuna, y otra que pretende ocultarla, a fin de dificultar su ilegalizaci¨®n. Este segundo papel, que en 2005 desempe?¨® el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y en 2007 ANV, se atribuye ahora a Askatasuna, un partido legal desde 1998 y que ya se present¨® en alguna otra elecci¨®n.

El Estado tiene dos v¨ªas para impedir la concurrencia de esa candidatura. La penal, seguida por el juez Garz¨®n, que imputa a los dirigentes de ese partido un delito de integraci¨®n en banda armada por haberlo creado, siguiendo ¨®rdenes de ETA, para disponer de unas siglas a activar en caso de ilegalizaci¨®n. La ley permite la suspensi¨®n cautelar por cinco a?os de la organizaci¨®n sometida a un proceso de ese tipo. La decisi¨®n sobre dicha suspensi¨®n la adoptar¨¢ Garz¨®n el martes, tras escuchar las alegaciones de los representantes legales de ese partido.

La otra v¨ªa es la de la Ley de Partidos, en tr¨¢mite de ejecuci¨®n de sentencia. Para impedir la concurrencia de una candidatura hay que demostrar que pretende dar continuidad, en fraude de ley, al partido ilegalizado. La Fiscal¨ªa y la Abogac¨ªa del Estado han presentado indicios de esa voluntad. Para demostrarla cuentan hoy con la experiencia de lo ocurrido con el PCTV y ANV: fueron ilegalizadas a finales de 2008 tras evidencias de que Batasuna estaba detr¨¢s de ambas siglas y tras la confirmaci¨®n reiterada (en el proceso de paz, por ejemplo) de la supeditaci¨®n de Batasuna a ETA. Esas evidencias pol¨ªticas deben traducirse en pruebas de acuerdo con las exigencias propias del Estado de derecho. Pero basta leer la propia prensa de ese mundo, o las reiteradas apelaciones del nacionalismo vasco a que Batasuna se "emancipe de ETA", para comprobar que nadie duda de esa voluntad de continuidad y de esa dependencia.

Un organismo de la ONU ha exhortado al Gobierno espa?ol a extremar las garant¨ªas en esta materia para evitar limitar la participaci¨®n pol¨ªtica a partidos que "aunque compartan orientaci¨®n pol¨ªtica de una organizaci¨®n terrorista, no apoyan el empleo de medios violentos". Pero la prohibici¨®n de Batasuna y sucesores no se debe a sus ideas independentistas (otros partidos lo son y participan), sino a su vinculaci¨®n a una banda que considera leg¨ªtimo asesinar a los candidatos de los dem¨¢s partidos.