"Los directivos deber¨ªan dar ejemplo y congelarse el sueldo"

Se acaban de conocer las p¨¦simas cifras de paro del mes de enero y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho (Valverde de Legan¨¦s, Badajoz, 1949) parece m¨¢s resignado y empieza a admitir que la crisis ser¨¢ m¨¢s duradera. Corbacho sit¨²a en el primer semestre los peores embates, pero cree no es tiempo de una huelga general, sino del di¨¢logo social, y se suma a la consigna de moda: los ejecutivos tienen que dar ejemplo y congelarse el sueldo.

Pregunta. ?Sigue pensando que no se alcanzar¨¢n los cuatro millones de parados?

Respuesta. No lo creo. Pero tambi¨¦n es verdad que cada vez se hace m¨¢s dif¨ªcil hacer previsiones. Lo importante ahora es frenar la destrucci¨®n de empleo. Y una manera de hacerlo es a trav¨¦s de esos treinta y pico mil proyectos de obra municipal que se van a poner en marcha en un mes.

"El Estado har¨¢ un esfuerzo importante para pagar la n¨®mina del paro"

"El primer semestre seguir¨¢ siendo de destrucci¨®n de empleo"

"Un Gobierno siempre ha de tener margen contra la crisis"

"No es tiempo de huelgas generales, sino de di¨¢logo social"

P. ?Ya no lo descarta?

R. No, no es que no lo descarte. A d¨ªa de hoy la previsi¨®n del Gobierno es que no llegaremos a los cuatro millones por el conjunto de medidas adoptadas en estos meses. Pero la velocidad de la crisis es tremenda; es una velocidad de hurac¨¢n. Y la velocidad de las medidas es la del Estado de derecho. Cuando han pasado tres meses, la medida entra en vigor, empieza a tener sus efectos. Mientras, la crisis ha tenido efectos devastadores.

P. ?De verdad que no se lo ve¨ªan venir?

R. Yo creo que nadie...

P. Cuando acept¨® ser ministro, a¨²n no hace un a?o, ?pensaba que iba a tener este panorama?

R. No. Sab¨ªa que era una tarea compleja porque son dos materias que incluso en momentos normales lo son. La inmigraci¨®n planteaba un reto importante. Y los datos en abril ya apuntaban que el empleo iba a deteriorarse. Lo que nunca llegu¨¦ a imaginar, eso es verdad, es el alcance, la profundidad y la complejidad en materia de empleo.

P. ?Hasta cu¨¢ndo prev¨¦ que va a llegar la sangr¨ªa?

R. El ajuste seguir¨¢ en los pr¨®ximos meses. Y llevar¨¢ impl¨ªcito la destrucci¨®n de empleo. Vamos a tener todo un primer semestre de ajuste, aunque probablemente no con la intensidad del ¨²ltimo trimestre de 2008. Ser¨¢ a partir del segundo semestre cuando el proceso tienda a una estabilizaci¨®n y mejora.

P. ?Contempla la posibilidad de una huelga general?

R. ?sa es una pregunta m¨¢s para los sindicatos que para el Gobierno. En todo caso, tengo que quedarme con lo que han dicho los mismos sindicatos. Ellos consideran que en estos momentos no es tiempo de huelgas generales, sino de mucho di¨¢logo social.

P. ?Se ha quedado el Gobierno sin margen contra la crisis?

R. Los m¨¢rgenes presupuestarios de los Gobiernos suelen ser escasos, incluso cuando las cosas van bien. Pero cuando nos situamos en crisis, los Gobiernos tienen que hacerle frente, aunque entren en d¨¦ficit. Un Gobierno siempre tiene que tener un margen contra la crisis. Sobre todo cuando, como es nuestro caso, entramos en la crisis con unas cuentas saneadas, con super¨¢vit y una deuda de las m¨¢s bajas de la UE. A partir de aqu¨ª hay un margen, que no es inagotable, para tomar las medidas que se han tomado y para, si fuese necesario, adoptar otras.

P. ?Por ejemplo?

R. Ahora lo importante es que las medidas entren en vigor. Que empiecen a ser eficaces. Hoy, por ejemplo, el tema principal es el de la liquidez, la escasez de cr¨¦dito para las pymes. El presidente del Gobierno est¨¢ en la tarea de que lo que se ha hecho hasta ahora tenga efecto de verdad. A partir de ah¨ª, es el desarrollo normal de la econom¨ªa y la vuelta de la confianza la que tira del carro. Y si no, habr¨¢ que seguir...

P. Solbes sigue duro, ?no?

R. ?Hombre! Un buen ministro de Hacienda siempre tiene que tener un punto de dureza.

P. Ya, pero decir en estos momentos que no tiene margen contra la crisis...

R. Un pa¨ªs y un Estado siempre tiene que tener respuesta por muy dif¨ªcil que sea la situaci¨®n. Otra cosa es que no se adopten medidas alegremente y que se sepan claramente las consecuencias. ?Que hay d¨¦ficit? El d¨¦ficit, por naturaleza, no es bueno. Pero si para sacar a un pa¨ªs de la crisis hay que tener d¨¦ficit, pues lo tenemos. Lo contrario ser¨ªa quedarse en la angustia de que no podemos hacer nada.

P. ?Hay margen para mejorar las prestaciones por desempleo?

R. El margen en este punto es para que quienes entren en paro puedan seguir cobrando el desempleo. Y luego en Espa?a lo que hay son las rentas de inserci¨®n social, de competencia auton¨®mica. Una persona que no est¨¢ amparada por el paraguas del subsidio de desempleo es una persona que tiene que ser atendida. Y ah¨ª, probablemente, el n¨²mero de personas que acabe necesitando de la pol¨ªtica social en una crisis ser¨¢ superior. Hay que potenciar esa red de protecci¨®n social. Ah¨ª tenemos una cierta obligaci¨®n y una necesidad de buscar acuerdos con las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos para lograr que ese colectivo no quede desprotegido.

P. ?No habr¨¢ m¨¢s prestaci¨®n por desempleo, m¨¢s periodo de cobro o menos requisitos?

R. Insisto, el Estado garantizar¨¢ la prestaci¨®n por desempleo independientemente del resultado presupuestario del servicio p¨²blico de empleo. En 2009, las cuotas que paguen empresarios y trabajadores ser¨¢n insuficientes para cubrir la n¨®mina del seguro de desempleo. Habr¨¢ d¨¦ficit. Ese d¨¦ficit lo cubrir¨¢ el presupuesto del Estado.

P. ?Se conforma con eso?

R. Tal y como est¨¢ el patio, nos conformamos, que no es poco. El Estado va a hacer un esfuerzo importante para poder seguir cubriendo la n¨®mina de los parados. Hoy ya tenemos identificada una transferencia adicional de 4.000 millones de euros, pero probablemente, al final del ejercicio, se necesitar¨¢ m¨¢s. Esa cifra se superar¨¢ en 2009. Ah¨ª est¨¢ el esfuerzo del Estado. La prestaci¨®n actual es suficiente, creo que est¨¢ bien.

P. Quiz¨¢ los m¨¢s de tres millones de parados no piensen como usted.

R. Las cosas siempre tienen que ver con los m¨¢rgenes que tengas. ?Considera que hacer un esfuerzo de 8.000 millones de euros para poder seguir pagando las prestaciones por desempleo no es un esfuerzo importante? A lo mejor estamos hablando de eso. Actualmente, el nivel de cobertura est¨¢ por encima del 70%.

P. ?La crisis puede acabar con el super¨¢vit de la Seguridad Social y poner en riego las pensiones?

R. Acabamos de dar a conocer la ejecuci¨®n presupuestaria de 2008: a pesar del incremento del desempleo, la Seguridad Social tiene m¨¢s de 14.400 millones de super¨¢vit. Este resultado da una idea de la fortaleza financiera de nuestro sistema de pensiones, nos permite afrontar con tranquilidad un a?o muy dif¨ªcil y cumplir las previsiones presupuestarias para 2009, en un marco de solvencia econ¨®mica. Mientras, en la Comisi¨®n del Pacto de Toledo, vamos a seguir trabajando para garantizar esta buena salud financiera en los a?os futuros.

P. El di¨¢logo social es uno de los ejes en los que ha hecho hincapi¨¦ el presidente del Gobierno, pero los resultados hasta la fecha son escasos, por no decir nulos. Hay quien piensa que el Gobierno se escuda en eso para no tomar algunas medidas.

R. Primera cuesti¨®n: del di¨¢logo social no hay que esperar la soluci¨®n a la crisis. Segunda: el 3 de septiembre empezaron a trabajar las diferentes mesas. Es verdad que este di¨¢logo social tiene un punto de mayor complejidad, porque se identific¨® como un di¨¢logo social reforzado para que pudiera actuar sobre varias materias (energ¨ªa, industria, innovaci¨®n, educaci¨®n, medio ambiente...). Por ello, convenimos con los agentes sociales que hab¨ªa que empezar a poner mayor coordinaci¨®n, que deb¨ªa corresponder al Ministerio de Trabajo y a los ministerios de cada sector.

P. ?C¨®mo anda la coordinaci¨®n en ese aspecto?

R. El Gobierno, bien.

P. Los sindicatos se quejan...

R. Eso no se corresponde con la realidad.

P. ?Tienen que hacer los trabajadores un esfuerzo salarial para preservar el empleo?

R. Hist¨®ricamente, los trabajadores ya han hecho un esfuerzo en la contenci¨®n salarial. En un momento en que la inflaci¨®n se prev¨¦ baja, la contenci¨®n salarial va a venir de manera natural. En un modelo como el actual, ser¨ªa bueno que se introdujera flexibilidad. No es lo mismo una empresa que est¨¦ en p¨¦rdidas que una que obtenga beneficios. En ¨¦stas no ser¨ªa comprensible ni l¨®gico que se reivindique la congelaci¨®n salarial. Una parte de ese beneficio tiene que ver con el esfuerzo de los trabajadores.

P. ?Y el sueldo de los directivos?

R. El sueldo de los directivos deber¨ªa acomodarse a la realidad. En una situaci¨®n como la actual, los directivos, sean p¨²blicos o privados, deber¨ªan dar ejemplo y congelarse el sueldo en 2009. Pedirle sacrificios a un sueldo de mil euros no hace falta, los hace cada d¨ªa. A alguien que gane 90.000 o 150.000 euros al a?o yo creo que s¨ª le podemos decir: "Oiga, cong¨¦lese el sueldo este a?o".

P. ?Qu¨¦ le parece que empresas en beneficios planteen expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE)?

R. En la situaci¨®n actual, lo pueden hacer legalmente. Yo espero que despu¨¦s de la reforma que promuevo, una empresa en beneficios pueda seguir haciendo un ERE, pero que no le cueste dinero al Estado, m¨¢s all¨¢ del que nace del derecho del trabajador, de su extinci¨®n de contrato y, por tanto, del desempleo al que tenga derecho.

P. ?Cree que hay que establecer un l¨ªmite de edad para las prejubilaciones?

R. Bueno, un l¨ªmite legal va a ser dif¨ªcil de establecer. Pero el mismo ejemplo me sirve. Si una empresa en beneficios, aduciendo elementos tecnol¨®gicos u organizativos, quiere ajustar su plantilla y en el ERE hay personas de 47 o 48 a?os, yo no le puedo prohibir ahora que eso lo haga, en un futuro a lo mejor tampoco, pero s¨ª le puedo pedir que se haga cargo del convenio con la Seguridad Social hasta que esa persona llegue a los 65 a?os.

P. ?Se abusa de los ERE?

R. Quiero creer que no. El ERE es un buen instrumento, y como tal tiene un objetivo, que es ajustar plantillas en una determinada coyuntura para preservar tejido industrial y el m¨¢ximo n¨²mero de puestos de trabajo. Est¨¢ bien concebido. Pero como todas las cosas, las leyes, por buenas que sean, siempre tienen resquicios.

P. ?Qu¨¦ opina de la propuesta patronal de abaratar el despido?

R. No, no. No creo que haya que abaratar el despido. Se est¨¢ hablando de falta de flexibilidad en Espa?a, pues quiero dar un dato: de los 16 millones de contratos anuales, el 90% son temporales. Si el mercado fuese tan r¨ªgido, ?c¨®mo se entiende que en tan poco tiempo se hayan extinguido tantos contratos? No, el coste del despido no es la cuesti¨®n ni la discusi¨®n en este momento. La discusi¨®n es c¨®mo superamos el mercado dual que se est¨¢ apoderando de Espa?a: un mercado fijo y otro tan flexible que se est¨¢ convirtiendo en precario. Y quiz¨¢s ah¨ª habr¨¢ que hacer una reflexi¨®n, pero ahora plantear que hay que dar m¨¢s flexibilidad a un mercado en el que se puede contratar por horas, d¨ªas, meses... Creo que ese no deber¨ªa ser el debate.

P. ?Aguanta el mercado laboral espa?ol m¨¢s inmigrantes?

R. El actual no aguanta m¨¢s inmigrantes. El futuro, espero que s¨ª. Si alguien cree que un pa¨ªs con una poblaci¨®n activa de 23 millones y con 3,2 millones de parados puede absorber m¨¢s inmigraci¨®n... El mercado espa?ol aguanta lo que necesite y no tenga. Si la pregunta es si hace falta personal sanitario, a lo mejor la respuesta es s¨ª; eso no tiene nada que ver con los tres millones de parados. Pero si me preguntan si se necesita personal para la construcci¨®n, las tareas dom¨¦sticas o camareros, creo sinceramente que no.