El amigo de todos
Se considera que el 5 de septiembre de 2002 empez¨® el final de la era de Aznar en el PP. Alejandro Agag y Ana Aznar no olvidar¨¢n esa fecha porque fue la de su sonada boda en El Escorial, con presencia de jefes de Estado y de la alta sociedad. Tampoco la olvidar¨¢ Francisco Correa. Adem¨¢s de ver a su amigo Alejandro en el altar, sentando la cabeza y emparent¨¢ndose con el entonces presidente del Gobierno, Correa se encontr¨® siguiendo la ceremonia junto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Los dos firmaron luego como testigos en el acta de matrimonio de Agag y Ana Aznar.
El suyo es el t¨ªpico caso de empresario que sabe estar siempre en el sitio oportuno y arrimarse a los que de verdad tienen poder porque manejan mucho dinero. Prosper¨® a la sombra del poder del aznarismo haciendo acopio de estrechas relaciones con administraciones p¨²blicas gobernadas por el PP. Tiene las puertas abiertas en comunidades y ayuntamientos regidos por este partido.
Un hombre que prosper¨® a la sombra del poder del aznarismo
Le recuerdan con pelo canoso, coqueto, chuleta, campechano y desenvuelto
Se paseaba por la sede del PP en G¨¦nova como si fuera suya
Tiene las puertas abiertas en ayuntamientos y autonom¨ªas del PP
En la sede de G¨¦nova se recuerda su aparici¨®n en el inicio de la era de Aznar, cuando Miguel ?ngel Rodr¨ªguez desembarc¨® en el partido con ideas innovadoras. No hab¨ªa Internet y el PP se puso a la cabeza en la organizaci¨®n de actos con megaescenarios y realizaciones televisivas novedosas. Se recuerda a Rodr¨ªguez dirigiendo personalmente los movimientos de las c¨¢maras y el uso de grandes gr¨²as con dispositivos de v¨ªdeo. Quien se encargaba de materializar sus ideas era Correa y su empresa Special Events.
Se le ve¨ªa en todos los m¨ªtines de Aznar, siempre en zonas preferentes, y en la sede de G¨¦nova se paseaba como si fuera suya. Algunos a¨²n recuerdan que llegaron a pensar que era un dirigente m¨¢s del partido por su familiaridad y facilidad para moverse entre ellos.
Se recuerdan sus coches de alta cilindrada, su porte pinturero de cincuent¨®n coqueto, chuleta y campechano, su pelo y barba canosa. No se olvidan sus piropos machistas y elevados de tono. O sea, el prototipo de hombre maduro y desenvuelto que se cree atractivo y que quiere que, con s¨®lo mirarle, quede claro que todo le va bien.
Tan de confianza del PP de Aznar era que tras la cat¨¢strofe electoral del 2004, Correa acogi¨® como trabajador de su empresa a Antonio C¨¢mara, una de las personas m¨¢s pr¨®ximas f¨ªsicamente al anterior l¨ªder del PP. Era una especie de asistente, mayordomo, ayudante y secretario de Aznar, que lo mismo le llevaba la cartera como le compraba la ropa. C¨¢mara pas¨® de trabajar para Aznar a hacerlo para Correa. Ahora est¨¢ en el Consejo de Caja Madrid, defendiendo los intereses de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, frente a los del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
En G¨¦nova, Correa fue tejiendo relaciones que van desde la planta sexta, donde estaba el despacho de ?lvaro Lapuerta, tesorero del partido, al PP de la sierra norte de la capital, que controlaba tanto la organizaci¨®n madrile?a como la nacional. En esa zona residencial de Madrid, en la que est¨¢n localidades como Pozuelo, Boadilla del Monte o Majadahonda, vive la mayor¨ªa de dirigentes del PP y ah¨ª es donde est¨¢n los poderes de Correa.
Trab¨® amistad con Jes¨²s Sep¨²lveda, porque ¨¦ste era secretario de acci¨®n electoral y se encargaba de los actos del PP, y tambi¨¦n con Ricardo Romero de Tejada y otros dirigentes que han terminado como alcaldes de esa localidad. Adem¨¢s, estrech¨® v¨ªnculos con Pedro Antonio Mart¨ªn Mar¨ªn, ex secretario de Estado de Comunicaci¨®n, amigo de Aznar y de Ignacio Gonz¨¢lez y uno de los hombres clave del PP de Madrid en la sombra. Es el poderoso clan del noroeste de Madrid, que ha controlado el PP durante muchos a?os. Con todos esos ayuntamientos tienen contratos ahora sus empresas. Es su territorio y por esos municipios se siguen viendo sus coches de alta gama y sus trajes caros, preferentemente de alpaca aut¨¦ntica.
Su mujer, Carmen Rodr¨ªguez Quijano, fue jefa de gabinete del ex alcalde Majadahonda Guillermo Ortega. Con ese ayuntamiento tambi¨¦n contrataron las empresas de Correa.
De hecho, poco a poco fue dejando de trabajar con el partido y pas¨® a tener relaci¨®n con los ayuntamientos y con las regiones gobernadas por el PP. En el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, es normal ver publicados los contratos de su empresa, Servimadrid, con la Consejer¨ªa de Deportes que dirige su amigo Alberto L¨®pez Viejo. De hecho, hay pocos eventos de la Comunidad que no organice ¨¦l.
Cuando Javier Arenas lleg¨® a la secretar¨ªa general contrat¨® a otras empresas distintas de las de Francisco Correa. Ahora, casi todos los eventos del PP los organiza la empresa de Elena S¨¢nchez, la mujer del ex ministro Juan Costa.
Correa vive en Pozuelo, en la exclusiva urbanizaci¨®n La Finca con vecinos como Sep¨²lveda o el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, entre otros. En su comunidad de vecinos podr¨ªa celebrarse una reuni¨®n de la c¨²pula del PP de Madrid.
Los esc¨¢ndalos y las investigaciones judiciales no le son ajenas a Correa, porque la casa en la que vive estuvo intervenida por un juez. En concreto, pertenece a su suegro, Emilio Rodr¨ªguez Buallo, propietario de Construcciones Salamanca, que estuvo implicado en la Operaci¨®n Malaya. De esa casa se ha visto salir a Alejandro Agag.
Las empresas de Correa siempre han tenido accionariados complicados, con sociedades interpuestas que terminan en para¨ªsos fiscales. Le gusta ponerles nombres tan sonoros y globalizados como Special Event Catering, Pasadena Viajes, Tecnology Consulting Management (TCM), Easy Concept y Servimadrid Integral.
Cuando paseaba por la sede de G¨¦nova, le acompa?aba un ayudante con un enorme bigote y m¨¢s joven que ¨¦l, que responde al nombre de ?lvaro P¨¦rez Alonso. Hace pocos a?os se estableci¨® en Valencia y fund¨® empresas como Orange Market, registrada el viernes por orden de Garz¨®n. Esta empresa, de la que algunos creen que Correa est¨¢ detr¨¢s, viene a ser en la Comunidad Valenciana lo que era antes en la sede de G¨¦nova. Es decir, no hay evento, acto p¨²blico que no organice P¨¦rez Alonso. Y dado que el Gobierno que preside Francisco Camps es muy dado a los fuegos artificiales, sobre Orange Markets han reca¨ªdo encargos como la salida de la Volvo Ocean Race o el pabell¨®n de Fitur, entre otros. O los actos de la F¨®rmula 1 que Agag llev¨® a Valencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.