"En EE UU hay que saber usar la libertad"
Santiago Galaz lleva m¨¢s de 25 a?os en el sector de la seguridad. Cuando empez¨®, aprendi¨® mucho de los estadounidenses que ven¨ªan a dar lecciones a Espa?a. Ahora es ¨¦l quien ense?a en tierras americanas. Este madrile?o de 49 a?os es presidente de la divisi¨®n de la compa?¨ªa sueca Securitas en EE UU desde 2003 y tiene 100.000 empleados a su cargo. Se define como "fontanero" de la empresa, un l¨ªder en la sombra al que no le gustan los focos. Cuando lleg¨® a su puesto en Norteam¨¦rica, la compa?¨ªa acababa de comprar a casi todos sus competidores. Su prioridad era integrarlas y crear un ¨²nico Securitas, centrado s¨®lo en los vigilantes de seguridad. Ahora, una vez se han deshecho de las filiales de alarmas o de transporte de dinero, Galaz lucha por la superespecializaci¨®n: guardas entrenados para hospitales, plantas nucleares, proyectos top secret y hasta decorados de cine.
"No creo que el sector crezca por la crisis. Hay m¨¢s tensi¨®n, pero menos tiendas"
"En Espa?a ponemos leyes. En EE UU piden responsabilidades"
"Mi objetivo es convencer de que es mejor subcontrtar la seguridad"
"Hay que conseguir que los vigilantes cobren m¨¢s, para subir el nivel"
Pregunta. ?No es arriesgado reducir su campo de acci¨®n s¨®lo a los guardas de seguridad?
Respuesta. Cuando te especializas puedes conseguir mayor profesionalidad. Hay empresas de servicios que venden al cliente todo lo que puedan: seguridad, limpieza... Nosotros decidimos lo contrario: queremos concentrarnos y hacerlo mejor que los generalistas, s¨®lo en un ¨¢rea.
P. Es decir, que ya no ponen alarmas ni rellenan cajeros...
R. A veces ofrecemos soluciones de seguridad que incluyen tecnolog¨ªas. Lo que hacemos es dise?ar el servicio, poner a los vigilantes y buscar a otros que proporcione el resto. Pero no tenemos compromisos con nadie.
P. ?Y no sienten debilidad por antiguos hermanos, como Securitas Direct o Loomis?
R. Tenemos buena relaci¨®n. Somos amigos. Pero ahora s¨®lo somos empresas diferentes que, a veces, realizan contratos de colaboraci¨®n. Pero en ciertos pa¨ªses elegimos a sus competidores si all¨ª son mejores.
P. Usted ha dirigido la divisi¨®n europea y ahora controla la norteamericana. ?Cu¨¢l tiene m¨¢s peso?
R. Nuestro negocio se reparte casi a partes iguales entre Europa y Am¨¦rica. Cuando el d¨®lar baja, el negocio de Europa sube al 60%. Si sube, al rev¨¦s. Por ejemplo, los resultados del ¨²ltimo trimestre estar¨¢n a mi favor por la mayor fortaleza del dolar.
P. Su objetivo es la especializaci¨®n de los vigilantes. ?Tan complicado es el oficio?
R. No es lo mismo el vigilante que trabaja en un museo y est¨¢ en contacto con la gente que quien est¨¢ en una planta nuclear o por la noche. Necesitas perfiles m¨¢s sociales en unos sitios y m¨¢s rudos en otros.
P. Con la crisis ha aumentado la venta de alarmas. ?Pasa lo mismo con los vigilantes?
R. La seguridad es menos c¨ªclica que otros sectores. Cuando los tiempos son buenos, subimos menos, y cuando son malos, notamos menos la ca¨ªda. Y el componente de la criminalidad [que, seg¨²n varios estudios, crece con las dificultades econ¨®micas] es un factor que afecta a nuestra marcha. Es cierto que en medio de m¨¢s tensi¨®n en las empresas puede hacer que hagamos m¨¢s falta. Pero tambi¨¦n es importante, por ejemplo, la ca¨ªda de apertura de nuevos comercios... Unas cosas se compensan con otras. El sector no va a crecer fuertemente porque haya crisis. Creo que, simplemente, va a mantenerse.
P. ?Y sus cuentas?
R. No puedo hablar de n¨²meros. Securitas cotiza en Bolsa y somos muy cuidadosos. S¨®lo puedo decir que, de momento, hemos visto una peque?a reducci¨®n de las ventas, pero nada dram¨¢tico.
P. ?C¨®mo piensa hacer crecer la divisi¨®n de Norteam¨¦rica?
R. Yo trabajo con ideas sencillas: crecer el 4%. Y el dinero que produce cada vigilante debe incrementarse una d¨¦cima. El nivel de eficiencia, dos d¨¦cimas... Ecuaciones sencillas para conseguir un crecimiento continuado. En los a?os buenos, a veces, te sales. En los malos debes, al menos, cumplir. El tercer trimestre crec¨ª el 4%, luego no puedo quejarme.
P. Pero su buena marcha est¨¢ vinculada a la de sus clientes...
R. Merry Lynch es cliente m¨ªo. Washington Mutual es cliente m¨ªo... y claro que sufro con ellos. Si Intel reduce plantas me afectar¨¢ a la larga. Pero al mismo tiempo puedo abrir otros mercados.
P. ?Queda algo que explotar?
R. En EE UU hay m¨¢s de un mill¨®n de vigilantes. Casi la mitad es a¨²n plantilla de las compa?¨ªas donde trabaja. Es algo que en Espa?a ya no pasa. Pero all¨ª muchos sectores hasta ahora no se han fiado de las subcontratas. Hospitales y universidades, por ejemplo, tienen a casi toda la seguridad de la casa. Mi objetivo es conseguir que eso cambie. Si el mercado no crece, que al menos lo haga mi trozo de tarta.
P. Ten¨¦is una divisi¨®n que trabaja con el Gobierno de EE UU.
R. En realidad cubrimos empresas que trabajan con informaci¨®n privilegiada para el Gobierno. Misiles, aviones... contratas de asuntos top secret. Un negocio estable, y en crisis viene bien.
P. ?Cree que las cosas cambiar¨¢n con el nuevo presidente?
R. Barack Obama har¨¢ reformas laborales y es m¨¢s sensible a dejar trabajar a los sindicatos. Supone cambios, porque hay muchas empresas que ven a los sindicatos como el diablo... pero nosotros estamos preparados. Estamos acostumbrados, ya que tenemos experiencia en Europa.
P. ?Temen que les pidan mejoras en su sector?
R. Lo cierto es que hay que pagar m¨¢s a los vigilantes. Aunque hay sectores como el nuclear donde los vigilantes pueden cobrar 35 d¨®lares la hora, la media salarial es de 12. A medio plazo hay que intentar que todos ganen m¨¢s para elevar el nivel de la industria y captar a mejor gente.
P. Tambi¨¦n se critica la poca formaci¨®n de su sector...
R. Espa?a exige m¨¢s horas de formaci¨®n obligatoria para ser vigilante que otro lugar del mundo. Cerca de 180 horas, frente a las 40 de California. Lo que pasa es que aqu¨ª la formaci¨®n es la misma para todos. Quiz¨¢ habr¨ªa que dar menos horas, pero m¨¢s espec¨ªfica, como en EE UU, donde, tras obtener el permiso, las empresas contin¨²an formando.
P. ?Pero eso no supone dejar demasiada responsabilidad en manos de la empresa?
R. En Espa?a ponemos leyes y m¨¢s leyes. En EE UU no hay tantas normas, pero piden m¨¢s responsabilidades. All¨ª las empresas formamos bien al personal, porque si el empleado lo hace mal, nos perseguir¨¢n los abogados y nos lo har¨¢n pagar con nuestros activos. As¨ª nadie se relaja. Hay m¨¢s libertad, pero hay que tener cuidado sobre c¨®mo usarla.
P. En Espa?a, el debate gira ahora en torno a los porteros de discotecas. ?Cree que con vigilantes habr¨ªa menos problemas?
R. Hay servicios que nosotros no aceptar¨ªamos. Somos una empresa cotizada en Bolsa, con un c¨®digo ¨¦tico interno, con mucha responsabilidad. A veces decimos que no a algunos clientes, porque no nos compensa. Hay otros que hacen lo que les pidan porque no tienen nada que perder. En ese caso, el due?o del local y el que ha dado instrucciones tambi¨¦n deber¨ªan ser responsables. Si una cosa as¨ª [la muerte de un joven a manos de porteros] pasase en Estados Unidos, el due?o del local probablemente ir¨ªa a la c¨¢rcel. -
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