Rebelde y sincera

Divertida, mordaz e imaginativa resulta la propuesta de S¨°nia G¨®mez en su ¨²ltimo espect¨¢culo, una pieza que pone de manifiesto el talento de esta artista a caballo entre la danza y el teatro que con sus provocadoras piezas se ha convertido en un valor en alza en el panorama de los creadores contempor¨¢neos espa?oles, des¨¦rtico de j¨®venes innovadores que se alcen como representantes de una nueva generaci¨®n de core¨®grafos.

En Experiencias con un desconocido show, S¨°nia narra en primera persona c¨®mo a trav¨¦s de su correo electr¨®nico un desconocido puede entrar en su vida y, bajo unas normas que ella propone, la artista trabaja para ¨¦l. Las propuestas son varias. El cliente puede bailar con S¨°nia, conocer a su madre, viajar o hacer ejercicio. Las diferentes experiencias con los hombres que han acudido a su reclamo las ha cristalizado, con gran ingenio, en escena, convirti¨¦ndolas en un programa piloto para una televisi¨®n imaginaria.

El escenario del Mercat de les Flors acota su aforo y el p¨²blico se sienta alrededor del escenario, presidido por una gigantesca pantalla de v¨ªdeo en la que G¨®mez va narrando sus experiencias. La primera de ellas muestra al hombre que quiso conocer a su madre; es divertida la escena en la que comen los tres juntos y cantan Clavelitos. Las escenas de v¨ªdeo se alternan con la actuaci¨®n, m¨¢s teatral que de danza, de S¨°nia en el escenario, casi siempre acompa?ada por el autor del v¨ªdeo, Txalo Toloza, quien calza zapatos de aguja, lo que enfatiza la carga de humor que destila la pieza.

Resulta m¨¢gico el fragmento en que se ve a S¨°nia corriendo por la Gran Muralla china, donde conoci¨® al asi¨¢tico que tambi¨¦n act¨²a con ella en el Mercat; ¨¦l a su vez corre por las calles de Barcelona. Y tambi¨¦n el p¨²blico se r¨ªe con el contacto que sale desnudo, calzando unos zapatos de tac¨®n alto de color verde rabioso. A lo largo de toda la obra la artista hace referencia a uno de sus primeros contactos, que result¨® ser un periodista barcelon¨¦s que se invento una identidad para acercarse a la bailarina.

La autora utiliza un movimiento din¨¢mico y electrizante que no pretende m¨¢s que transmitir la energ¨ªa y sensualidad que emana de su cuerpo. Es apote¨®sico el final en que baila al comp¨¢s de la Obertura 1812 de Chaikovski. El p¨²blico, en su mayor¨ªa gente joven, aplaudi¨® calurosamente.