Obama busca el apoyo ciudadano a su plan econ¨®mico
La propuesta del Gobierno de EE UU ha logrado el respaldo de tres republicanos
Frustrado por las dificultades para sumar a la oposici¨®n en un verdadero esfuerzo bipartidista para afrontar la crisis econ¨®mica, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigi¨® ayer directamente a la opini¨®n p¨²blica, su mejor recurso, para buscar apoyo a su plan de est¨ªmulo y recuperar la iniciativa pol¨ªtica en un momento clave de la legislatura.
"Les promet¨ª que si era elegido presidente har¨ªa todo lo posible para ayudar a esta comunidad a recuperarse, y por eso estoy aqu¨ª, para decirles que intento mantener mi promesa", dijo ayer el presidente a la poblaci¨®n de Elkhart (Indiana), la ciudad del pa¨ªs m¨¢s castigada por la crisis, con un paro superior al 15%.
Obama respondi¨® a preguntas de los ciudadanos, les explic¨® con detalle las caracter¨ªsticas de su plan econ¨®mico, as¨ª como el efecto que ¨¦ste tendr¨¢ en los problemas inmediatos de Elkhart, y les transmiti¨® la necesidad de que el Congreso lo apruebe cuanto antes. "No podemos permitirnos esperar y ver. No podemos aceptar las mismas ideas fracasadas que nos llevaron a la situaci¨®n actual y que el pueblo norteamericano rechaz¨® en las elecciones de noviembre", dijo el presidente.
El presidente inicia una ronda de viajes para explicar sus medidas anticrisis
Despu¨¦s de tres semanas de fatigosa actividad en Washington en las que Obama dej¨® nota de su biso?ez, el presidente brill¨® de nuevo ayer, con todo su esplendor, rodeado de gente y con un micr¨®fono en las manos. Lo mismo har¨¢ hoy en Florida y el jueves en Illinois. Antes, en hora de m¨¢xima audiencia televisiva, se enfrentaba anoche a su primera conferencia de prensa.
Est¨¢ por ver el efecto que estas iniciativas pueden tener en el duelo pol¨ªtico que se libra en Washington. Si no hay sorpresas, el Senado aprobar¨¢ hoy el plan de est¨ªmulo (la Ley de Reinversi¨®n y Recuperaci¨®n) por el exiguo margen de un voto. S¨®lo tres republicanos ha conseguido el Gobierno sumar a la mayor¨ªa dem¨®crata, pese a las significativas concesiones hechas a la oposici¨®n en el texto que sale a votaci¨®n.
Tantas concesiones que el plan corre ahora el peligro de naufragar durante el proceso de reconciliar esa versi¨®n con la que hace 10 d¨ªas aprob¨® la C¨¢mara de Representantes. Tal como quer¨ªan los republicanos, en el texto del Senado se han eliminado m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares (77.000 millones de euros) de nuevos gastos y se han a?adido m¨¢s de 60.000 millones de d¨®lares de reducciones de impuestos.
Especialmente dolorosa para la izquierda del Partido Dem¨®crata resulta la eliminaci¨®n de los 40.000 millones de d¨®lares que se entregaban a los Estados para el fomento de la educaci¨®n, unos 6.000 millones m¨¢s que se destinaban a la rehabilitaci¨®n de escuelas p¨²blicas y una partida de m¨¢s de 3.000 millones dedicada a la promoci¨®n del acceso a Internet en zonas rurales.
La Casa Blanca conf¨ªa, al menos, en mantener unidas a las fuerzas dem¨®cratas a pesar de esas modificaciones en la ley, pero el camino legislativo a¨²n pendiente -la conferencia de conciliaci¨®n y la posterior votaci¨®n en los plenos de ambas c¨¢maras- no va a resultar sencillo, y el presidente, que quer¨ªa firmar esta legislaci¨®n al final de esta semana, puede que tenga que esperar un poco m¨¢s.
Tantas dificultades para sacar adelante esta ley han dejado una sensaci¨®n de que el liderazgo de Obama no es tan fuerte como se cre¨ªa -sensaci¨®n desmentida ayer por una encuesta de Gallup, que le daba un 64% de aprobaci¨®n popular a la manera en que est¨¢ manejando el plan de est¨ªmulo-, o bien de que sus esfuerzos para promover el bipartidismo se han estrellado con una oposici¨®n tozuda cuyo c¨¢lculo pol¨ªtico le recomienda en este momento resistir.
"Conseguir pasar el plan con tres votos republicanos puede que sea un ¨¦xito del presidente, pero desde luego no es bipartidismo", ha declarado el ex candidato presidencial republicano, John McCain.
?Qui¨¦n es el responsable de la divisi¨®n? Obama ha hecho esfuerzos sin precedentes en aras del bipartidismo, incluida una reuni¨®n en el Capitolio con el grupo de la oposici¨®n y el nombramiento como ministro de un senador del ala conservadora del Partido Republicano -un senador, por cierto, que ha anunciado su abstenci¨®n en la decisiva votaci¨®n de hoy-.
La Casa Blanca se ha encontrado, sin embargo, en el Capitolio con dos partidos con una voluntad diferente. Los dem¨®cratas le a?adieron a la ley tantas partidas pol¨¦micas y partidistas que hicieron parecer ¨¦sta una simple financiaci¨®n del programa pol¨ªtico de la mayor¨ªa. Los republicanos, por su parte, se han instalado en una posici¨®n extremadamente ideol¨®gica en la que cualquier nuevo gasto p¨²blico es concebido como una violaci¨®n de los principios fundacionales de este pa¨ªs.
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