Ni un d¨ªa sin muertos en Ciudad Ju¨¢rez
El municipio mexicano registr¨® el a?o pasado 1.600 asesinatos - La lucha entre bandas de 'narcos' provoca la mayor¨ªa de los homicidios
La ¨²nica duda al amanecer en Ciudad Ju¨¢rez es cu¨¢ntos muertos habr¨¢ ese d¨ªa, qu¨¦ edad tendr¨¢n las v¨ªctimas o c¨®mo las matar¨¢n. Desde hace un a?o para ac¨¢, nadie duda de que cada jornada arrojar¨¢ su saldo correspondiente de ejecutados, hombres j¨®venes en su mayor¨ªa, acribillados por disparos de rifles AK-47 o maniatados y despu¨¦s quemados sobre un basurero. De hecho, el ¨²nico d¨ªa que no se registr¨® ning¨²n asesinato atribuible a los carteles de la droga que operan en la ciudad mexicana fronteriza con El Paso (Texas), los peri¨®dicos titularon con la noticia: "Un d¨ªa sin muertos en Ciudad Ju¨¢rez".
Este fin de semana, sin embargo, no se quebr¨® la racha macabra. Ya a las nueve de la ma?ana del s¨¢bado, un hombre vestido con un ch¨¢ndal azul yac¨ªa de bruces entre dos calles de la colonia Sat¨¦lite. Ten¨ªa las manos atadas a la espalda con una cuerda amarilla y un charco de sangre alrededor del rostro. Una llamada an¨®nima a la polic¨ªa inform¨® del suceso como si mandara un telegrama:
Las v¨ªctimas son acribilladas con rifles o maniatadas y quemadas
Agencias de viaje piden a los turistas que no salgan de noche del hotel
-Han ultimado a un hombre entre Saturno y Marte.
Y colg¨®. Ciudad Ju¨¢rez no es un lugar propenso a mayores confianzas con la ley. De casas bajas y baratas, sus vecinos ya se han acostumbrados a distinguir si los disparos partieron de un rifle o de un arma de menor calibre. Un anciano que contempla, acompa?ado de su nieto de siete a?os, el trabajo de los forenses sobre el cad¨¢ver jura ante un polic¨ªa que no vio absolutamente nada. S¨®lo admite que escuch¨® con nitidez las detonaciones:
-Tres o cuatro. De puro rev¨®lver, jefe.
El ¨²ltimo a?o mataron aqu¨ª a 1.600. El ¨²ltimo mes, a 70. El ¨²ltimo fin de semana, a 11. Pero esa cifra -a la hora de publicar este reportaje- ya se habr¨¢ quedado vieja. Tal vez muy vieja. Porque ha habido d¨ªas en que los ejecutados han tenido que esperar largo turno en la muy amplia sala de autopsias. A pesar de que la ciudad est¨¢ tomada por fuerzas del Ej¨¦rcito y de la Polic¨ªa Federal, siguen apareciendo cad¨¢veres.
El s¨¢bado, adem¨¢s del hombre del ch¨¢ndal -a¨²n sin identificar-, un grupo de sicarios a bordo de dos veh¨ªculos dieron caza al atardecer a tres j¨®venes en la colonia Praderas del Sur. El parte de guerra indicaba que "fueron asegurados 28 casquillos percutidos del calibre nueve y un arma de fuego del calibre 32". Los sicarios tuvieron la buena punter¨ªa, y la sangre fr¨ªa, de alcanzar a sus tres v¨ªctimas en la cabeza. Ya de madrugada, otros tres j¨®venes que sal¨ªan de la discoteca Bandoleros -muy cerca del aeropuerto de Ciudad Ju¨¢rez- fueron tiroteados sin opci¨®n. El escueto parte oficial inform¨® de que en la escena del crimen "se aseguraron 26 elementos bal¨ªsticos".
No terminar¨ªa la jornada sin que se encontrara otro hombre carbonizado, irreconocible, encima de un basurero... Si bien es verdad que ocho muertos un s¨¢bado en Ciudad Ju¨¢rez no son muchos. Tan es as¨ª que los peri¨®dicos locales ni siquiera le buscaron un hueco en la portada del domingo... No obstante, las fuentes oficiales insisten en que, aunque de forma todav¨ªa imperceptible, la cifra de asesinatos ya empieza a bajar. Si bien en las ¨²ltimas jornadas el virus de la violencia -provocado por la lucha entre bandas rivales de narcotraficantes- empieza a extenderse cada vez m¨¢s.
El Gobierno de Felipe Calder¨®n, en su af¨¢n de contrarrestar la acusaci¨®n de M¨¦xico como Estado fallido, ha venido insistiendo en que la lucha de los carteles s¨®lo inunda de violencia seis de los 32 Estados de la federaci¨®n. Y que, por supuesto, las zonas del pa¨ªs visitadas por los turistas -inapreciable fuente de ingresos en un pa¨ªs que est¨¢ entrando de lleno en la crisis- est¨¢n vacunadas contra el horror. Sin embargo, las noticias de los ¨²ltimos d¨ªas m¨¢s bien indican lo contrario.
La pasada semana, el general Mauro Enrique Tello Qui?ones y dos de sus colaboradores fueron torturados y asesinados en Canc¨²n, y hay fundadas sospechas de que la informaci¨®n necesaria para cometer el crimen parti¨® de funcionarios locales. Ante lo cual, el Ej¨¦rcito ha tomado el control de las calles, apartando de sus labores a la polic¨ªa del municipio.
Los soldados patrullan a la orilla de las playas del Caribe, mientras la radio emite mensajes pidiendo a la poblaci¨®n que ayude en las investigaciones. Muy cerca de all¨ª, en la tambi¨¦n caribe?a isla de Cozumel, se registr¨® el domingo una ejecuci¨®n, y en una colonia de Acapulco, la playa emblem¨¢tica del Pac¨ªfico, un joven estudiante de secundaria, de s¨®lo 15 a?os de edad, fue hallado decapitado y con signos de haber sido torturado.
Lo que m¨¢s tem¨ªa hace s¨®lo unas fechas Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores, ya se est¨¢ produciendo. El virus del miedo est¨¢ traspasando las fronteras: ya hay agencias de viajes que piden a los turistas que no salgan de noche de sus hoteles.
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