Los ¨¢rboles de la Diagonal
Si fundamental es en la ciudad el roce de los ciudadanos con las piedras y los elementos que la construyen, los ¨¢rboles -los bellos ejemplares aislados y los que dibujan conjuntos y avenidas- son parte esencial de este material que constituye sus valores. Valga esta afirmaci¨®n para reconocer la fuerza del arbolado de calle en Barcelona, especialmente en la ciudad central. Otros valores podr¨ªamos se?alar para destacar lo construido como definidor casi exclusivo de lo que esperamos del espacio p¨²blico: pavimentos c¨®modos y neutros, muros variados que lo delimitan, con puertas y ventanales abiertos a las actividades de la gente, relieves sutiles que lo califican sin interrumpir su continuidad, comodidad f¨ªsica y, seguramente, cierta belleza material, tan subjetiva como deseable.
El Ayuntamiento de Barcelona ha propuesto la reforma del tramo central de la Diagonal, entre Maci¨¤ y Gl¨°ries, para implantar en este eje urbano un gran paseo amable, que pueda acoger en su seno una plataforma de transporte p¨²blico y recupere el uso peatonal, que, de hecho, nunca tuvo con plenitud. Las avenidas de nuestros abuelos, orgullosos de la ciudad que colectivamente estaban desarrollando, eran el paseo de Gr¨¤cia, la Gran Via y la Rambla de Catalunya.
La implantaci¨®n del tranv¨ªa en este nuevo paseo c¨ªvico, sin ser el centro del proyecto, es un reto infraestructural dif¨ªcil, por las exigencias t¨¦cnicas que genera y que asociadas a la especializaci¨®n y a los requerimientos de las circulaciones menores, b¨¢sicamente bicicletas, puede llegar a encorsetar la fluidez y calidad del espacio resultante. Es evidente que este nuevo sentido de la Gran Avenida Diagonal, definida por Cerd¨¤ hace 150 a?os, debe establecerse a costa de su uso mayoritario: el tr¨¢fico privado, b¨¢sicamente de paso, depredador del espacio p¨²blico, que compartimenta la escasez en bandas infranqueables, erosionando groseramente, paso a paso, ¨¢rbol a ¨¢rbol, la claridad y la continuidad del espacio com¨²n.
Como objetivo final, se redibuja para Barcelona una idea de centro, centralidad que ya no se asocia, como en la d¨¦cada de 1970, s¨®lo a la actividad econ¨®mica, comercial y a la accesibilidad universal, sino a la complejidad contradictoria de los lugares de referencia multiescalar de las ciudades actuales. Mezcla e hibridez, accesibilidad reiterada, superposici¨®n de im¨¢genes y s¨ªmbolos se polarizan en ¨¢mbitos de cohesi¨®n reconocidos por los ciudadanos. ?ste es el centro que la ciudad que quiere afirmar el salto metropolitano necesita para seguir abierta al territorio inmediato a trav¨¦s de los corredores del Bes¨°s y del Llobregat.
El tramo objeto de reforma est¨¢ plantado hoy con cuatro hileras de ¨¢rboles que definen espl¨¦ndidas b¨®vedas verdes. Entre la plaza de Francesc Maci¨¤ y Rambla de Catalunya, se alternan pl¨¢tanos y palmeras. Del Cinc d'Oros a Moss¨¨n Cinto la alternancia es entre pl¨¢tanos y encinas. Es la parte m¨¢s monumental, la que corresponde al llamado Quadrat d'Or de l'Eixample. Sorprendentemente, entre Rambla de Catalunya y el paseo de Gr¨¤cia s¨®lo hay pl¨¢tanos. Se rompe, aqu¨ª, la presencia de los ¨¢rboles de hoja perenne que aseguran verde todo el a?o. Del mismo modo, s¨®lo con pl¨¢tanos, se define el espacio mas all¨¢ del paseo de Sant Joan, marcado estos d¨ªas por la melancol¨ªa tardo-oto?al que caracteriza la mayor¨ªa del Eixample central. A partir de la calle de Sic¨ªlia, desaparece todo atisbo de espacio amable. La avenida se diluye en la nada. S¨®lo asfalto y coches, en un trazado de rasantes incomprensibles, hasta acercarse, sin car¨¢cter, a Gl¨°ries.
Los autores del proyecto de la Diagonal, oficina creada especialmente para la ocasi¨®n en el Ayuntamiento con profesionales de distinta procedencia, deber¨¢n desmadejar esta variedad de situaciones arb¨®reas, para mantener el car¨¢cter y, por tanto, la mayor¨ªa del arbolado existente, de las partes m¨¢s interesantes, ponderando y calibrando cada soluci¨®n alternativa. Y para ello deber¨¢n considerar, tambi¨¦n, la peculiar orientaci¨®n de la avenida, con una cara siempre en sombra y otra al sol, y las plazoletas triangulares que se forman a ambos lados, para reforzar, si cabe, lo vegetal como uno de los valores principales del paseo.
El camino acaba de empezar. Se ha planteado como un proceso de di¨¢logo con todos aquellos que quieren, global o parcialmente, aportar propuestas, sugerencias y comentarios: vecinos, comerciantes, entidades y colegios profesionales, hasta hoy. Otros colectivos, desde ma?ana mismo. Culminar¨¢ con una consulta a la ciudadan¨ªa dentro de poco m¨¢s de un a?o para determinar la orientaci¨®n que debe tomar este lugar f¨ªsico, real, la Diagonal. Y se concretar¨¢ en un proyecto urbano unitario, que distribuya el espacio y defina los elementos de roce y car¨¢cter: pavimentos, colores, objetos funcionales y ornamentales y, obviamente, ¨¢rboles, muchos ¨¢rboles, los que hay y los que puedan venir.
Oriol Clos es arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona.
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