En Galicia ya no hay temporales
Los trabajadores eventuales son las primeras v¨ªctimas de la crisis en la industria
Galicia tiene el consuelo de los tontos. Aqu¨ª el paro crece, pero menos. Lo cierto es que lo hace m¨¢s lentamente que en el conjunto de Espa?a. En cuatro a?os el desempleo ha sumado 1,3 millones de parados, frente a los 14.700 que ha a?adido Galicia a su cuenta particular. Son datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, que tambi¨¦n hablan de que 9,7 personas de cada cien en disposici¨®n de trabajar no lo hacen porque nadie las contrata. En Espa?a son ya casi 14 de cada cien, y algunas voces dicen que no muy tarde ser¨¢n el 20%.
Los expertos se han pasado el ¨²ltimo a?o explicando las causas de este distinto comportamiento. Ocurre que Galicia es, junto con Asturias, una de las comunidades que menos ha abusado del ladrillo. En consecuencia, la sangr¨ªa del desempleo en la construcci¨®n y la promoci¨®n inmobiliaria se nota en menor medida. Tambi¨¦n ha ayudado el hecho de que la econom¨ªa creciese a un ritmo superior al experimentado por el conjunto del Estado. Otros flecos est¨¢n en los fondos europeos, que siguen llegando, y la licitaci¨®n de obra p¨²blica, que se ha acelerado en el ¨²ltimo a?o. Incluso el argumento de que Galicia no agranda su poblaci¨®n ha corrido a su favor, haciendo que sean pocas las personas que se incorporan al mercado laboral.
Sea como fuere, las voces m¨¢s cr¨ªticas lo achacan a que las cosas, buenas o malas, llegan siempre con retraso, y en el tema del paro no iba a ser distinto.
Los primeros perdedores son los trabajadores temporales. Ellos son la fuerza laboral que hace m¨¢s flexible la producci¨®n en las empresas, y los m¨¢s desfavorecidos a la hora de cobrar indemnizaciones.
Empez¨® por los servicios y la construcci¨®n, pero el drama ha llegado al empleo de mayor calidad: el industrial. El ejemplo m¨¢s claro est¨¢ en la f¨¢brica de Citro?n, que en los ¨²ltimos meses no ha renovado el contrato a 1.800 personas, la mayor¨ªa j¨®venes que ingresaban entre 1.200 y 1.400 euros al mes por trabajar en alguno de los dos turnos de noche que acaban de desaparecer. A medida que pasan los meses, los siete millones de euros que la Conseller¨ªa de Traballo se gast¨® en diciembre para evitar Expedientes de Regulaci¨®n de Empleo se parecen cada vez m¨¢s a una barrera de papel que la marea de la crisis ha desbordado. Por el momento, y ante el alcance internacional del desastre, los grandes sindicatos prefieren no hacer ruido. Todos excepto la CIG firmaron con la patronal y con la Xunta este verano el Pacto por la competitividad, y por ahora no est¨¢n apelando a la movilizaci¨®n.
Sobre lo que va a ocurrir, tampoco hay muchas certezas. Parece evidente que la cartera de Traballo ser¨¢ de las menos envidiadas en la pr¨®xima legislatura. El partido que gobierne va a ver que, como m¨ªnimo, 90 personas se inscribir¨¢n en listas del Inem cada d¨ªa. En algunos sectores el empleo se destruir¨¢ de forma permanente y las familias que se han quedado en paro el a?o pasado dejar¨¢n de percibir prestaciones, como muy tarde, en 2010. El actual conselleiro, Ricardo Varela, aseguraba en diciembre que la primavera traer¨ªa la recuperaci¨®n. Ahora pocos se atreven a firmar ese pron¨®stico.
Las propuestas de los partidos
- PP. Incentivos a las empresas para la contrataci¨®n y para el trabajo aut¨®nomo, en especial de los j¨®venes. Mejora del servicio p¨²blico de empleo. Empleo estable para los emigrantes gallegos.
- PSOE. Mantener la tasa de paro dos puntos por debajo de la media espa?ola. Potenciar la contrataci¨®n de 20.000 personas cada a?o a trav¨¦s de incentivos a pymes.
- BNG. Plan integral para la creaci¨®n de empleo estable. No se incentivar¨¢n las modalidades de contrataci¨®n temporal. Creaci¨®n del Instituto galego de emprego e formaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.