Mirar para otro lado
Hace unos d¨ªas, en entrevista concedida a El Faro de Vigo, el ya ex candidato como cabeza de lista por la provincia de Orense por el PP, afirmaba que cre¨ªa saber quien era el "malnacido", que hab¨ªa puesto en circulaci¨®n la noticia de que hab¨ªa recibido m¨¢s de doscientos mil euros de un banco portugu¨¦s a trav¨¦s de un para¨ªso fiscal, cantidad que se hab¨ªa mantenido oculta al fisco. No hab¨ªa que ser un lince leyendo la entrevista para entender que el malnacido no pertenec¨ªa al PSOE o al BNG, sino que estaba en las propias filas del PP.
Parece que tambi¨¦n, en la trama de esp¨ªas el Gobierno de la Comunidad de Madrid que ha sido puesta al descubierto por El PA?S, no ha sido desde el exterior desde donde ha llegado la informaci¨®n, de la misma manera que parece tambi¨¦n que ha sido desde el interior del PP desde donde partieron las primeras denuncias por la trama de corrupci¨®n, que est¨¢ siendo investigada por el juzgado de instrucci¨®n n? 5 de la Audiencia Nacional.
Qu¨¦ es lo que ha pasado y est¨¢ pasando en el interior del PP, para que se haya llegado a la situaci¨®n actual, es posible que no lo sepa nadie, ni ellos mismos, con exactitud. Lo m¨¢s probable es que nadie sepa la verdad en su integridad, al menos de una manera aproximada, porque estas pr¨¢cticas corruptas no se dirigen desde un centro, sino que se cuelan en el funcionamiento del partido, escap¨¢ndose las m¨¢s de las veces de cualquier tipo de control.
De ah¨ª que lo importante cuando se tiene conocimiento de asuntos de corrupci¨®n sea, sobre todo, ver como reacciona la direcci¨®n del partido. Suprimir la corrupci¨®n al cien por cien ser¨ªa deseable, pero no parece que sea posible. Lo que s¨ª resulta exigible es que los partidos reaccionen de manera clara e inequ¨ªvoca cuando un caso de corrupci¨®n se conoce.
Y en este terreno la direcci¨®n del PP se est¨¢ deslizando por una pendiente peligrosa. Sin salirnos de Andaluc¨ªa, hemos visto, por poner un solo ejemplo, como el alcalde de Alhaur¨ªn el Grande, imputado por varios delitos y en libertad bajo fianza de 100.000 euros, se defendi¨® en su d¨ªa tras su declaraci¨®n en el juzgado en una suerte de mitin improvisado, afirmando que no era a por ¨¦l a por quien iba la fiscal¨ªa y el juez, sino que todo iba dirigido contra el PP.
Y en esta misma semana el mencionado alcalde desplaz¨® a una verdadera hinchada al Pleno de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, en la que se iba a debatir una moci¨®n en la que se reclamaba su dimisi¨®n y se reprobaba sus ataques a la Fiscal¨ªa.
En lugar de cortar por lo sano, la direcci¨®n del PP andaluz ha avalado la candidatura del alcalde imputado en las ¨²ltimas elecciones municipales, dando la impresi¨®n de que entiende que los votos de los ciudadanos del municipio exoneran de cualquier tipo de responsabilidad penal al regidor.
Cuando se reacciona de esta manera ante un caso tan notorio como este, la direcci¨®n del partido se est¨¢ maniatando para hacer frente a cualquier otro asunto de corrupci¨®n que se le presente. De ah¨ª que no pueda extra?ar a nadie que, tras empezar a conocerse la posible ramificaci¨®n en Andaluc¨ªa, en municipios dirigidos por el PP, de la red de corrupci¨®n investigada en la Audiencia Nacional, la reacci¨®n de Javier Arenas haya sido la de atacar ferozmente al Gobierno de la naci¨®n que, seg¨²n ¨¦l, estar¨ªa haciendo uso de manera escandalosa del Ministerio Fiscal para atacar al PP.
Obviamente, los dirigentes del Partido Popolar pueden hacer lo que les parezca oportuno. Pero esa l¨ªnea de defensa consistente en mirar para otro lado y no para donde hay que mirar, no conduce a ning¨²n sitio. Supone m¨¢s bien el reconocimiento de la veracidad de lo que se est¨¢ investigando, que lo contrario. Ellos sabr¨¢n.
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