Una bonita locura

Tuve la suerte de jugar un All Star hace dos a?os con los Raptors de Toronto. Por si no fuera suficiente, encima, se disput¨® en Las Vegas. Una bonita locura. Es un fin de semana en el que se concentran un mont¨®n de jugadores, todas las estrellas, todos los medios de comunicaci¨®n, los ejecutivos de las principales marcas y patrocinadores... La NBA organiza mil actos: desde los que est¨¢n ligados a la ayuda a la gente m¨¢s necesitada a los dedicados a la publicidad de sus patrocinadores. Yo, por ejemplo, nada m¨¢s llegar a Las Vegas, acud¨ª a un acto con la comunidad hispana, despu¨¦s fui a la presentaci¨®n de la gira de la NBA por Europa y por fin a compromisos con los patrocinadores. Eso, antes de disputar el partido de los novatos, aunque, si bien era mi primera temporada en la NBA, ya ten¨ªa 29 a?os. O sea, que lo de novato es relativo, al igual que sucede esta vez con Rudy Fern¨¢ndez y Marc Gasol, uno con 23 y el otro con 24 reci¨¦n cumplidos, pero los dos con mucha experiencia en Europa.

En un All Star todo est¨¢ estudiado de antemano. Nada m¨¢s llegar al aeropuerto, tienes una persona que te explica el programa de todo lo que debes hacer, te lleva al hotel y est¨¢ pendiente de ti las 24 horas para que no te falte de nada. Es tal el torbellino de gente y estrellas con la que te encuentras en tan poco tiempo que hasta que pasa una semana no lo asimilas.

Tuve la suerte de jugar con un compa?ero de equipo, Bargnani, y tambi¨¦n estuvo all¨ª Sergio Rodr¨ªguez para un acto promocional. Siempre se dice que la relaci¨®n en un vestuario de la NBA, siendo buena, puede ser distante por el talante de algunas estrellas millonarias. Imaginen eso multiplicado por 24 o por 40. En el partido de los novatos, si habl¨¦ con dos o tres compa?eros m¨ªos en el vestuario ya es mucho decir. Aunque no hay que generalizar. Unos no te miran siquiera, pero otros son abiertos y afables. En el hotel en el que estuvimos habl¨¦ con Yao Ming, con Butler y sobre todo con Steve Nash, un pedazo de jugador y un tipo que vale la pena. Es muy aficionado al f¨²tbol, igual que yo. Aunque yo soy del Atl¨¦tico y ¨¦l no hizo m¨¢s que hablarme del Madrid.

El que da casi m¨¢s espect¨¢culo fuera de la cancha que dentro es Shaquille O'Neal. Por donde pasa se nota. Por su f¨ªsico -es una mole de 2,16 metros y casi 150 kilos-, por el s¨¦quito que lleva alrededor y porque adem¨¢s es un tipo extravertido que nunca deja indiferente.

Para los jugadores, estar en un All Star es muy importante. En Espa?a es bonito, pero no va m¨¢s all¨¢. En la NBA es un trampol¨ªn para obtener m¨¢s reconocimiento y cuenta todo: las veces que has estado, las estad¨ªsticas..., todo es important¨ªsimo para la cotizaci¨®n del jugador. Los participantes tenemos una prima s¨®lo por estar all¨ª y en el caso de que formes parte del equipo ganador el premio es doble.

El recuerdo es imborrable. Me guard¨¦ la camiseta como hago con todas las de los equipos en los que debuto o con las que gano alg¨²n t¨ªtulo. Los patrocinadores te fabrican un calzado personalizado tanto para la cancha como para la calle. Es muy cansado, pero vale la pena. Intentar¨¦ seguirlo por televisi¨®n, aunque sea grab¨¢ndolo, porque en Mosc¨² los partidos son a las cuatro de la madrugada. Pero va a ser hist¨®rico. Tiene un tremendo m¨¦rito lo que han conseguido Pau, Marc y Rudy y el impacto que van a alcanzar con su presencia en Phoenix.