Victoria de estilo

Nadie le discute a Hugo S¨¢nchez su pasado de delantero despiadado y brutal ante la porter¨ªa. Cuando aterriz¨® en Almer¨ªa, tampoco nadie le discuti¨® su capacidad como t¨¦cnico para remontar el vuelo con el cuadro andaluz despu¨¦s de encadenar cuatro encuentros sin perder. Ayer acall¨® las voces discrepantes que le hab¨ªan puesto en entredicho tras dos derrotas consecutivas. La victoria ante el Valladolid, remontada incluida con dos jugadores menos, aumenta su cr¨¦dito. Y, sobre todo, consolida el sello de su equipo, que no se amilan¨® ante la efectividad del cuadro de Mendilibar.

El t¨¦cnico mexicano tiene claro el estilo de juego que le gusta. Orden defensivo, rigor t¨¢ctico y ataques directos. Sin embargo, la zaga andaluza hizo agua y por ah¨ª se hundi¨® en el primer tiempo. Se vio en el segundo gol del cuadro de Mendilibar. Goitom remat¨® a placer tras una rocambolesca jugada en la que el bal¨®n rebot¨® en todo el que se interpuso en su camino. Pese a todo, el Almer¨ªa no perdi¨® nunca la cara al partido. Ni cuando un zapatazo milimetrado de Pedro Le¨®n le hab¨ªa quitado antes las telara?as a la porter¨ªa de Diego Alves. Ni despu¨¦s del mazazo de Goitom.

El conjunto de Hugo S¨¢nchez le ha cogido el gusto al bal¨®n y no lo suelta f¨¢cilmente. Con ¨¦l en los pies, es probable que las ocasiones lleguen. Esa idea rondaba por la cabeza de los jugadores, que continu¨® martilleando la caseta de Justo Villar. El conjunto de Mendilibar se repleg¨® ante la perseverancia de los locales. Pic¨® piedra el Almer¨ªa y Crusat encontr¨® el oro tras el descanso.

Los rojiblancos encaraban el segundo tiempo con ¨¢nimos renovados. Aunque Bruno primero y Uche despu¨¦s enfilaran los vestuarios tras ser expulsados. Fieles a la consigna del toque, avanzaron con la fe del que lleva desde el pasado noviembre sin caer en su estadio. Y as¨ª siguieron ayer con la inestimable colaboraci¨®n del portero del Valladolid. Un muslo de Villar mand¨® al fondo de la red un cabezazo tibio de Uche. Y una salida suya, a lo loco, le brind¨® el triunfo a Negredo.

El Almer¨ªa mantuvo siempre su idiosincrasia. As¨ª fue capaz de remontar con diez jugadores, ganar con nueve y dejar helado a un Valladolid que poco hizo en el segundo tiempo para evitar que se le escaparan los tres puntos.