Espl¨¦ndido fin de semana espa?ol

Objetivo cumplido. Desde el punto de vista espa?ol, el All Star ha sido espl¨¦ndido. Despu¨¦s de que Marc Gasol y Rudy Fern¨¢ndez cumplieran con nota en el partido de los novatos y el concurso de mates, Pau Gasol lo redonde¨® con un partidazo, con esos 14 puntos y ocho rebotes en casi 17 minutos. Sal¨ªa con la peque?a presi¨®n o ansiedad de tener que anotar enseguida para quitarse de encima la espina clavada de la anterior ocasi¨®n, en 2006, en Houston. Realic¨¦ la retransmisi¨®n del partido junto a su hermano Marc, al que tambi¨¦n not¨¦ un poco nervioso por esa circunstancia. Pero Pau se quit¨® el peso de encima anotando en el primer bal¨®n que toc¨®. A partir de ah¨ª, todo fue rodado.

El partido se liquid¨® relativamente pronto por la calidad del equipo del Oeste, que marc¨® diferencia especialmente con su bater¨ªa de p¨ªvots y sus jugadores de banquillo. La ¨²nica cosa que sobr¨® un poco fueron los ¨²ltimos minutos, en los que los jugadores del Este, impotentes, tiraron la toalla. Estaba cantado que el premio al mejor iba a ser compartido por Kobe y Shaquille. Todo el mundo necesitaba y ten¨ªa ganas de que estos dos grand¨ªsimos jugadores se llevaran bien.

Uno de los que menos aport¨® fue Iverson. De no haber entrado como titular por la votaci¨®n del p¨²blico, no habr¨ªa estado en el All Star por la elecci¨®n de los entrenadores. En los banquillos no hay color. Harris es el mejor de los Nets, pero est¨¢ lejos de la calidad que se le presupone a un all star; Johnson es el l¨ªder de un equipo discreto como los Hawks; Granger es el mejor de los Pacers, pero tampoco posee el nivel para estar en este tipo de partidos, y a Lewis, despu¨¦s de hacer un mal concurso de triples, le toc¨® emparejarse con Gasol y con los diferentes p¨ªvots del Oeste, contra los que no ten¨ªa nada que hacer. Tambi¨¦n se pudo comprobar la importancia de contar con un entrenador con el carisma y la autoridad de Phil Jackson, capaz de causar impacto entre sus jugadores y sobre el juego del equipo. En el otro lado, a Mike Brown se le pudo ver como a un entrenador m¨¢s joven y con menos autoridad para imponer algo m¨¢s de seriedad y orden en el juego de su combinado.

Fue uno de los All Star con menos ally oops de la historia, s¨®lo dos, uno de Roy y otro de Paul. Presenciamos el homenaje que se rindi¨® a los seis jugadores que ganaron la medalla de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos. Quisieron pas¨¢rselo bien, pero cuando tuvieron oportunidad para anotar, y destacar, lo hicieron. Qued¨® demostrado que la fiesta, este tipo de fiestas, no va con la mentalidad de los jugadores no estadounidenses, caso de Pau, Nowitzki, Parker y Yao Ming. En resumidas cuentas, todos reconocieron el trabajo de O'Neal, que mont¨® su propio show. Lo disfrut¨® y lo disfrutamos todos.