Feij¨®o reh¨²ye el debate televisivo

Unos dos kil¨®metros, los que separan el Arenal, en el centro, del mercado de Teis, en un barrio obrero. Eso es lo m¨¢s cerca de un cruce que van a estar los dos principales candidatos a la presidencia de la Xunta, el socialista Emilio P¨¦rez Touri?o y Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que coincidieron ayer por la ma?ana en Vigo.

Salvo sorpresa de ¨²ltima hora, no habr¨¢ debate. N¨²?ez Feij¨®o no quiere un choque a tres (PSdeG, PP, BNG), que era lo previsto. Exige a cambio un cara a cara con el presidente. Y como Touri?o y Anxo Quintana lo rechazan, no hay nada que hacer. Despu¨¦s de tres a?os en los que parec¨ªa que la ausencia de debates ya no volver¨ªa a Espa?a, regresa con fuerza.

En el Pa¨ªs Vasco, sin embargo, el PP s¨ª ha aceptado sin problemas el debate a cinco en la televisi¨®n auton¨®mica ETB. Y en Madrid, donde tambi¨¦n hay tres fuerzas, como en Galicia, ni Esperanza Aguirre ni Alberto Ruiz-Gallard¨®n tuvieron problemas para aceptar un enfrentamiento a tres.

Los estrategas del PP gallego creen que tienen mucho que perder y nada que ganar en ese choque de dos contra uno. Es lo mismo que pensaron los asesores de Mariano Rajoy en 2004, cuando rechaz¨® debatir con Zapatero. Y desde entonces el l¨ªder del PP no para de decir que fue uno de los mayores errores de su vida pol¨ªtica.

No habr¨¢ debates en la televisi¨®n, pero la crisis est¨¢ avivando la campa?a en la calle. Los candidatos, sobre todo los que gobiernan, se llevan sorpresas cuando organizan paseos. Como esta conversaci¨®n en un mercado entre una se?ora y el presidente:

-Oiga, Touri?o, es que estoy sin empleo, y no cobro nada.

-Pues eso no puede ser, ?usted tendr¨¢ derecho al subsidio de desempleo, no?

-Pues no cobro nada.

-Pues habr¨¢ que mirarlo.

As¨ª cierra siempre el presidente mientras un ayudante apunta el nombre del ciudadano quejoso para llamarle m¨¢s tarde, sin c¨¢maras.

O esta otra ayer en Pontevedra, despu¨¦s de que Touri?o saludara a unos africanos por la calle.

-Oiga, le he visto hablando con esos dos inmigrantes. Est¨¢ muy bien, yo no soy racista, pero llevo trabajando de camarero desde los 19 a?os, tengo 38, y los de fuera nos est¨¢n quitando el trabajo. Yo soy gallego, deber¨ªa garantizar contratos para los de aqu¨ª.

-Estoy de acuerdo contigo, pero tenemos que aprender a convivir. Estamos buscando f¨®rmulas para reducir el paro.

-Ya, pero con contratos estables, no de seis meses.

-S¨ª, s¨ª, estamos reduciendo la precariedad.

El candidato trataba de amarrarlo mientras el hombre, desahogado por haberle cantado las cuarenta al pol¨ªtico, ya se iba.

Otros son peores. Touri?o no da ruedas de prensa y no contesta sobre la pol¨¦mica por el precio de su coche oficial, pero ayer un se?or le grit¨® muy indignado:

-?Qu¨¦ morro tienes, Touri?o! ?M¨¢s bajar el paro y menos coche oficial de tantos millones, que es una verg¨¹enza!

Quintana, del BNG, tambi¨¦n trag¨® quina el viernes sin perder la sonrisa ante un se?or:

-Usted, que es tan dado a bailar con los mayores, ?querr¨ªa bailar con mi padre, que tiene 85 a?os, es dependiente y no recibe ninguna prestaci¨®n?

-A los dependientes no los inventamos nosotros. Nuestro Gobierno no parti¨® de cero, sino de menos cinco en este asunto.

Y eso que s¨®lo van cuatro d¨ªas.