Obama inicia el refuerzo militar en Afganist¨¢n
El presidente de Estados Unidos se dispone a pedir a los pa¨ªses de la OTAN que contribuyan con m¨¢s tropas
La visita de hoy a Canad¨¢, su debut en la arena internacional, constituye, entre otras cosas, el primer paso de Barack Obama en su esfuerzo de convencer a los aliados de la OTAN de la necesidad de aportar m¨¢s soldados a Afganist¨¢n. El anuncio previo de que Estados Unidos enviar¨¢ un refuerzo de 17.000 militares antes del final del verano es parte de una estrategia destinada a conseguir este mismo a?o un significativo aumento del n¨²mero de fuerzas de combate contra Al Qaeda y los talibanes, al tiempo que se incrementan las gestiones diplom¨¢ticas y pol¨ªticas.
Fuentes del Departamento de Defensa estadounidense han anticipado que no habr¨¢ nuevos anuncios de env¨ªos de tropas hasta que esa nueva estrategia no est¨¦ plenamente definida, lo que deber¨ªa de ocurrir a lo largo del pr¨®ximo mes de marzo, antes de la cumbre de la OTAN, prevista para el 2 de abril.
Washington cree que el problema no se puede solucionar s¨®lo con ej¨¦rcitos
Obama desea llegar a esa cumbre con una propuesta clara que presentar a sus aliados sobre el rumbo a seguir en Afganist¨¢n, una guerra que se ha convertido en una prioridad de esta Administraci¨®n porque el presidente considera que se est¨¢n reunificando y reforzando all¨ª los grupos que planean ataques contra Estados Unidos.
Esa propuesta podr¨ªa incluir, seg¨²n han anticipado estos d¨ªas funcionarios del Gobierno, la apertura de nuevas v¨ªas de contacto con pa¨ªses implicados indirectamente en el conflicto o expertos en la zona, como Ir¨¢n o Rusia, as¨ª como la exigencia de una pol¨ªtica de control m¨¢s estricta por parte de Pakist¨¢n sobre las actividades de las organizaciones terroristas en su territorio.
La nueva estrategia estadounidense incluir¨¢ una mayor presi¨®n sobre las propias autoridades afganas, particularmente el presidente, Hamid Karzai, para frenar la corrupci¨®n y los abusos que contribuyen a empa?ar la imagen de la presencia de tropas internacionales. Expertos que comparecieron la pasada semana ante el Congreso estadounidense advirtieron que, en los ¨²ltimos a?os, ha descendido considerablemente en Afganist¨¢n el apoyo popular a EE UU, mientras que ha crecido el de los talibanes.
Para hacer frente, en parte, a ese problema, Obama a?adir¨¢ a su proyecto para Afganist¨¢n el incremento de ayudas econ¨®micas que permitan una mejora de las condiciones de vida de la poblaci¨®n.
El presidente estadounidense esboz¨® la esencia de esta nueva estrategia esta semana en una entrevista con un canal de televisi¨®n canadiense. "Estoy absolutamente convencido de que no se puede solucionar el problema de Afganist¨¢n, de los talibanes, del esparcimiento del terrorismo en esa regi¨®n ¨²nicamente a trav¨¦s de medios militares", asegur¨®.
Pero los medios militares -un aumento de los medios militares listos para el combate- tambi¨¦n forman parte de esa estrategia, y para ello, seg¨²n se?al¨® el presidente en su comunicado del martes, pretende "buscar la colaboraci¨®n de los aliados".
Los jefes militares en Afganist¨¢n pidieron hace meses un m¨ªnimo de 30.000 fuerzas adicionales sobre las alrededor de 34.000 que tienen en la actualidad, muchas de ellas, en realidad, implicadas en actividades que no son de combate. A lo largo de la primavera llegar¨¢n 8.000 marines de unidades con experiencia en Irak y listas para la guerra, junto a un primer contingente del Ej¨¦rcito de 4.000 hombres y mujeres, tambi¨¦n con capacidad de combate. Antes de finales de julio se les sumar¨¢n otros 5.000 miembros del Ej¨¦rcito.
Obama ha mencionado que la retirada paulatina de Irak dar¨¢ a los mandos militares "mayor flexibilidad" para aumentar las dotaciones en Afganist¨¢n. Pero, pese a eso y pese al hecho de que los alistamientos han crecido como consecuencia de la crisis econ¨®mica, las fuerzas armadas norteamericanas dan s¨ªntomas de fatiga, con muchos soldados obligados a volver hasta cuatro o cinco veces al frente despu¨¦s de breves descansos.
Estados Unidos necesita, por tanto, una mayor implicaci¨®n de sus aliados para que el n¨²mero de fuerzas establecidas permanentemente en Afganist¨¢n y dispuestas para combatir alcance las necesidades de los jefes militares. Por el momento, la mayor¨ªa de los miembros de la OTAN, incluido Espa?a, se niegan a incrementar sus tropas. Pero esa posici¨®n puede ser m¨¢s dif¨ªcil de defender en la cumbre de abril ante un nuevo presidente estadounidense con argumentos y autoridad renovados.
Aunque no se ha dicho abiertamente as¨ª, el refuerzo militar en Afganist¨¢n tiene alg¨²n paralelismo con el que se produjo hace dos a?os en Irak y que tan buenos resultados dio en cuanto a incremento de las condiciones de seguridad. Al fin y al cabo, el cerebro de aquel refuerzo, el general David Petraeus, tiene ahora tambi¨¦n responsabilidades sobre Afganist¨¢n como jefe militar en toda la regi¨®n de Oriente Pr¨®ximo.
El refuerzo iraqu¨ª ten¨ªa algunas particularidades que, probablemente, se repetir¨¢n en Afganist¨¢n. Una de ellas ser¨¢ la mayor participaci¨®n de soldados afganos en las operaciones de las tropas internacionales, para evitar los errores, a veces sangrientos, que se producen en la actualidad.
En Afganist¨¢n, como antes en Irak, se ha hecho tambi¨¦n imperativo poner freno a la muerte de civiles, que aument¨® en un 40% el a?o pasado, para sobrepasar la cifra de los 2.100, seg¨²n un informe de Naciones Unidas.
[Los ministros de Defensa de la OTAN se reunir¨¢n hoy en Cracovia para estudiar el futuro env¨ªo de m¨¢s soldados y medios a Afganist¨¢n, informa Reuters. El Gobierno italiano anunci¨® ayer que enviar¨¢ otros 500 soldados, hasta 2.800. Reino Unido descart¨® incrementar su presencia en ese pa¨ªs. En total, aparte de los estadounidenses, hay algo m¨¢s de 30.000 soldados de 40 pa¨ªses].
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