Una inmensa chapuza

Se?ora presidenta:

No pasa un solo d¨ªa en el que no tengamos que mencionarla, y no precisamente para alabar su buena gesti¨®n en materia educativa, sino m¨¢s bien al contrario. Nos obliga diariamente a salir adelante sin heridas de guerra en nuestras Escuelas Infantiles, esas que usted califica de "excelentes" y que hasta su llegada lo eran, aunque su af¨¢n por mejorar esta excelencia termine por convertirlas en una burda parodia de lo que eran, la Red P¨²blica de Escuelas Infantiles y Casas de Ni?os de la Comunidad de Madrid.

A lo largo de su historia, la educaci¨®n infantil ha tenido que luchar para defender su identidad como etapa educativa, pero nunca antes las pol¨ªticas economicistas de las administraciones p¨²blicas hab¨ªan sido tan feroces. Las pol¨ªticas neoliberales de su Gobierno, la nueva normativa desarrollada junto con la incorporaci¨®n a la red p¨²blica de un modelo privado, mucho m¨¢s barato pero sin las m¨ªnimas garant¨ªas de calidad, evidencian una clara intenci¨®n por su parte de reemplazar el modelo de centro actual.

Si no hay fondos p¨²blicos, ?de d¨®nde saldr¨¢ el dinero para sostener los centros?

As¨ª que puede usted imaginar nuestra perplejidad, la de los padres y las madres, abuelos y abuelas, familiares, personas afines y profesionales, al escuchar sus intervenciones, en las que habla de esta magn¨ªfica red y de su calidad educativa, al mismo tiempo que intenta vendernos que aumentar el n¨²mero de ni?os en el aula no es abarrotar las clases (cuatro ni?os m¨¢s en 2-3 a?os, y uno en aulas de 1-2), que no tiene gran repercusi¨®n para los ni?os y, sin embargo, muchas familias se van a beneficiar de esta medida porque van a conseguir la tan deseada plaza p¨²blica. Adem¨¢s, ha abierto la puerta a una rebaja en la cualificaci¨®n profesional de los trabajadores. Ha reducido e incluso ha hecho desaparecer los espacios necesarios: despachos, cocinas, almacenes, biblioteca, sala de profesores, etc¨¦tera; prev¨¦ un espacio insuficiente para los ni?os, puesto que establece dos metros cuadrados por ni?o, mientras que en las recomendaciones de la red europea figuran como m¨ªnimo siete metros cuadrados.

Esos decretos dejan suficientemente claras las intenciones economicistas de su pol¨ªtica y derogan la orden vigente 60/2000, que regulaba, mejorando, los requisitos m¨ªnimos de los centros pertenecientes a la red p¨²blica.

L¨®gicamente, y en consonancia con su pol¨ªtica neoliberal, se ha producido un cambio en la aportaci¨®n econ¨®mica que hasta ahora realizaban las familias. Por una parte, anula la gratuidad de las cuotas para las rentas m¨¢s bajas, y, por otra, modifica la f¨®rmula porcentual para su c¨¢lculo, que establec¨ªa el tramo progresivo de cuota en funci¨®n de la renta per c¨¢pita, con la perversa arbitrariedad de ser m¨¢xima para las rentas m¨¢s bajas dentro de cada tramo. Curiosamente, reduce a la mitad la aportaci¨®n para las rentas m¨¢s altas.

Y voy sumando: m¨¢s ni?os, menos profesionales y con menos cualificaci¨®n, se incrementa el costo para las familias que menos tienen y se disminuye para las que tienen m¨¢s, al tiempo que se abaratan las inversiones para la financiaci¨®n del primer ciclo de educaci¨®n infantil.

Con esta innovaci¨®n en el campo de la gesti¨®n educativa usted pretende el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: que la escuela infantil p¨²blica no cueste dinero a las administraciones p¨²blicas. Es ciertamente dudosa la f¨®rmula, porque si no hay fondos p¨²blicos, ?de d¨®nde saldr¨¢ el dinero para sostener los centros? Usted lo resuelve magn¨ªficamente. Apliquemos el decreto que minimiza los requisitos de los centros, subamos la aportaci¨®n de las familias y estrujemos un poco m¨¢s a las empresas gestoras de las nuevas escuelas. El resultado: una inmensa chapuza, que no conserva del modelo nada m¨¢s que el nombre y el esfuerzo de los profesionales.

En esta situaci¨®n se encuentra la educaci¨®n infantil en Madrid. Cada vez hay menos espacios para la reflexi¨®n sobre la labor educativa y se requieren m¨¢s para entender el conglomerado de normas, pliegos, dineros... que son necesarios para poderla desarrollar. Nosotros, la junta de portavoces de Escuelas Infantiles y Casas de Ni?os de la Comunidad de Madrid, reclamamos el derecho de los ni?os y sus familias a una educaci¨®n p¨²blica de calidad y el nuestro, como profesionales de la etapa de la vida m¨¢s importante en el desarrollo de la persona.

Se?ora presidenta, somos profesionales reconocidos, pero no hacemos milagros. Es absolutamente imposible continuar realizando un trabajo de calidad con las aportaciones tan magistrales de su Gobierno. Incluso el Defensor del Menor est¨¢ realizando un estudio sobre la repercusi¨®n de la aplicaci¨®n de sus geniales normativas en las aulas de nuestros ni?os. Todos le rogamos que, por favor, deje de trabajar en su modelo y escuche las voces de la calle. Huelgas, manifestaciones, concentraciones, falta de di¨¢logo... S¨®lo por un motivo, por la dignidad de la educaci¨®n infantil y el respeto a sus profesionales.

Lourdes Quero L¨®pez es directora de la Escuela Infantil El Escondite de Fuenlabrada y representante de la junta de portavoces de Educaci¨®n Infantil P¨²blica 0-6.