Walid Raad viaja a la est¨¦tica de la violencia
El artista liban¨¦s explora el pasado reciente de su pa¨ªs
Un escenario desnudo. Un atril. Un MacBook abierto y el artista, en el l¨ªmite de la platea, apoyado sobre las tablas. "Normalmente imparto esta conferencia sentado en una mesa. Pero no me gustan demasiado los escenarios altos. Espero que disculpen esta informalidad". Walid Raad (Chbanieh, L¨ªbano, 1967) ha esperado pacientemente a que el p¨²blico se acomode en el auditorio del Museo Reina Sof¨ªa. El espect¨¢culo, una de las dos performances del artista programadas esta semana en el Festival Escena Contempor¨¢nea puede comenzar.
?Espect¨¢culo? Con un tono indisimuladamente acad¨¦mico, Raad introduce el t¨ªtulo de la conferencia: The loudest muttering is over: documents from the Atlas Group Archive (El murmullo m¨¢s ruidoso se ha acallado: documentos del Archivo del Atlas Group). Los m¨²sculos del p¨²blico se tensan como anticipo de lo que se anuncia como una revelaci¨®n sobre la historia reciente del L¨ªbano.
La imagen de coches bomba es uno de los elementos centrales en sus acciones
"La exploraci¨®n est¨¦tica es una pr¨¢ctica pol¨ªtica incre¨ªble"
Lo que sucede a continuaci¨®n es una presentaci¨®n en PowerPoint que despega con un desconcertante material: el Archivo Fakhouri, Tipo A. Cuaderno volumen 72, guerras libanesas faltantes. Seg¨²n Raad, estos documentos proceden de un cierto doctor Fakhouri, "el m¨¢s renombrado historiador de L¨ªbano", que realiz¨® la siguiente investigaci¨®n: "Es un hecho poco conocido que la mayor¨ªa de los historiadores de las guerras libanesas fueron ¨¢vidos jugadores. Se dice que cada domingo se encontraban en el hip¨®dromo: marxistas e islamistas apostaban en las carreras una a siete; nacionalistas maronitas y socialistas lo hac¨ªan de la 8 a la 15", explica Raad. Las apuestas se centraban en cu¨¢ntas fracciones de segundo antes o despu¨¦s de que el caballo atravesara la meta tardar¨ªa el fot¨®grafo encargado de la photo-finish en disparar su c¨¢mara.
M¨¢s adelante el conferenciante expone otros documentos del archivo, como un exhaustivo trabajo sobre todas las explosiones de coches bomba ocurridas en L¨ªbano entre 1975 y 1991, o el testimonio de Suheil Bachar, liban¨¦s que permaneci¨® secuestrado durante 10 a?os (de 1983 a 1993) y en 1985 comparti¨® cautiverio con cinco rehenes estadounidenses.
Al final de la conferencia, la desaz¨®n es inaguantable: ?qu¨¦ es real y qu¨¦ no lo es? ?Existieron las personas mencionadas, el doctor Fakhouri, Bachar, los rehenes estadounidenses? Y, sobre todo, ?qu¨¦ es el Atlas Group? Ayer, horas antes de su segunda representaci¨®n, Raad ofrec¨ªa varias definiciones: "Es un proyecto art¨ªstico desarrollado entre 1989 y 2004 sobre la historia contempor¨¢nea de L¨ªbano, o es un proyecto art¨ªstico desarrollado en alg¨²n momento del siglo pasado sobre objetos situaciones e individuos de L¨ªbano que s¨®lo emergen en la ficci¨®n". De hecho, ficci¨®n y realidad se mezclan en la obra: Atlas Group es Raad; Fakhouri y Bachar no existieron; los rehenes, s¨ª. Tambi¨¦n existi¨® el fot¨®grafo Georges Semerdjian, con quien trabaj¨® en el proyecto de los coches bomba. "No es un think tank hist¨®rico, no es un estudio acad¨¦mico, no es un esfuerzo de activismo pol¨ªtico. Es una obra de arte, y ello implica una cierta libertad, con unas leyes diferentes, y esas leyes son importantes: leyes est¨¦ticas, leyes formales, leyes conceptuales...
Raad no se considera un artista pol¨ªtico pero reconoce que su proyecto -y aporta la tercera definici¨®n del mismo- es "un intento de pensar en las posibilidades y l¨ªmites" de escribir la historia de L¨ªbano. "Cuando hice la historia de los coches bomba quise encontrar los hechos log¨ªsticos, pol¨ªticos y criminales y, efectivamente, j'accuse. Estaba convencido de que el Estado no lo estaba haciendo, las milicias tampoco, los periodistas tampoco. Hab¨ªa un impulso de, s¨ª, descubrir la verdad. No s¨¦ si es activismo. Llam¨¦moslo periodismo de investigaci¨®n".
?Es una frivolidad usar la violencia con fines est¨¦ticos? "La exploraci¨®n est¨¦tica es una pr¨¢ctica pol¨ªtica incre¨ªble. No creo que la est¨¦tica est¨¦ en un lado epistemol¨®gico y la historia en otro; la ficci¨®n por un lado y la no ficci¨®n por otro; el activismo por un lado y lo creativo por otro. Cuando artistas, escritores o pensadores crean ideas, formas o conceptos es porque el mundo les est¨¢ forzando a ello. ?Por qu¨¦ eso no puede ser una urgencia pol¨ªtica para ellos?".
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