?Puede aguantar la sanidad?
Los costes se disparan por encima de los presupuestos y la demanda crece
Imaginemos por un momento la siguiente situaci¨®n. Un ciudadano acude al servicio de urgencias de un hospital con un gran dolor en el pecho. Tras realizar todas las pruebas necesarias, los m¨¦dicos concluyen que es necesario trasplantarle el coraz¨®n. Nadie le pregunta cu¨¢nto gana, ni le reclaman ning¨²n pago por la prestaci¨®n recibida. Nada. Se realiza el trasplante y punto. ?Hasta cu¨¢ndo es posible mantener un sistema sanitario as¨ª, en un momento en que los costes se disparan por encima de los presupuestos y la demanda de recursos crece sin parar? Joaqu¨ªn Dur¨¢n, responsable de la Unidad de Trastornos del Sue?o del Hospital de Txagorritxu, en Vitoria, considera imposible mantener un sistema con tales prestaciones, pr¨¢cticamente ¨²nico en el mundo, sin abrir un debate social sobre el mismo que, evidentemente, deber¨ªa quedar al margen de la lucha pol¨ªtica entre los partidos.
Los partidos y los profesionales rechazan recortar prestaciones
El colapso de las listas de espera causa la p¨¦rdida de calidad
Con medios, la Atenci¨®n Primaria puede resolver gran parte de problemas
Recortar las prestaciones resulta dif¨ªcil de aceptar en el contexto europeo actual y, desde luego, ning¨²n pol¨ªtico se atreve a plantearlo. Mucho menos cuando se encuentran enfrascados en plena campa?a. Sin embargo, la realidad es que la demanda sanitaria seguir¨¢ en aumento debido a la mayor y creciente expectativa de vida, lo que implica una poblaci¨®n progresivamente m¨¢s envejecida y, por tanto, afectada por m¨²ltiples patolog¨ªas. Adem¨¢s, puntualiza Dur¨¢n, se trata de una sociedad bien informada y conocedora del sistema, por lo que tambi¨¦n sabe mejor lo que quiere.
Si nadie le pone el cascabel al gato, y los partidos no quieren ni hablar de limitar las prestaciones, resulta evidente que hay que inyectar m¨¢s dinero al sistema, la gran demanda con la que se ha encontrado el Departamento de Sanidad la pasada legislatura, que incluso llev¨® a todos los sindicatos a organizar varias huelgas y elevar la conflictividad hasta l¨ªmites desconocidos en la historia de Osakidetza.
Si los partidos eluden hablar de recortes, mucho m¨¢s los sindicatos. Jos¨¦ Antonio de L¨¦niz, secretario general del Sindicato de Enfermer¨ªa (SATSE), asegura que Osakidetza ha demostrado su eficiencia gracias al "sobreesfuerzo" de sus profesionales y lo que la realidad impone ahora es "el aumento de las inversiones". La presidenta de la Asociaci¨®n Vasca de Medicina de Familia-Osatzen, Cristina Domingo, apostilla que hay que "mejorar la organizaci¨®n". En Atenci¨®n Primaria (la puerta de entrada al sistema sanitario), ello se traduce en reorganizar el trabajo de los centros de salud, desburocratizar las consultas, aumentar la capacidad de resoluci¨®n de los m¨¦dicos para evitar derivaciones innecesarias a los hospitales y disminuir las listas de espera, disponer de una historia cl¨ªnica ¨²nica para no duplicar las pruebas complementarias y mayor coordinaci¨®n con el siguiente nivel asistencial, es decir, los hospitales.
La cuesti¨®n clave es: ?de d¨®nde saldr¨¢ el dinero? S¨®lo hay dos v¨ªas: o el copago por los usuarios de los servicios sanitarios en funci¨®n de sus ingresos y la prestaci¨®n recibida o el sistema se financia a trav¨¦s de un aumento de los impuestos. Ambas v¨ªas conducen a la misma conclusi¨®n: la necesidad de un debate social en que se le plantee al ciudadano qu¨¦ sanidad desea y cu¨¢nto est¨¢ dispuesto a pagar por ella. "La sanidad p¨²blica es un valor extraordinario que debemos conservar. Es un bien conseguido por todos y no deber¨ªa ser un arma arrojadiza entre partidos", puntualiza Dur¨¢n.
En lo que coinciden todos los consultados es en que el sistema tiene capacidad para dar respuesta a los retos de futuro si dispone del presupuesto adecuado para ello. Por ejemplo, la cirug¨ªa sin ingreso y la atenci¨®n a domicilio van a suponer cambios muy importantes. La telemedicina est¨¢ siendo una realidad en los servicios de cardiolog¨ªa y respiratorio y en las unidades de sue?o. El hecho de que desde el hospital se controlen los par¨¢metros cl¨ªnicos de un paciente o se realicen pruebas m¨¦dicas a distancia suponen otros de los retos para los pr¨®ximos a?os, al menos en cuanto a los hospitales.
En Atenci¨®n Primaria, Domingo reclama un aumento progresivo de la financiaci¨®n, que pase del 18% actual del conjunto del presupuesto de Sanidad a un 25%. "La atenci¨®n a los pacientes cr¨®nicos, la ancianidad, la demanda de soluci¨®n inmediata a los problemas de salud son nuestros desaf¨ªos inmediatos", apostilla la presidenta de Osatzen.
Basta con echar un vistazo a los programas sobre sanidad que han presentado los partidos para estas elecciones, donde se repiten los compromisos de mayores inversiones y construcci¨®n de nuevos centros hospitalario, para darse cuenta de que los futuros gestores reconocen que hay que meter m¨¢s dinero.
En general, los profesionales sanitarios admiten que en estos momentos trabajan con mayores medios. Sin embargo, el colapso que suponen las listas de espera, la escasez de personal, la falta de espacio en los hospitales y cierta insuficiencia en equipamiento terminan produciendo una percepci¨®n de p¨¦rdida de la calidad tanto en el m¨¦dico como en el paciente. "Cualquier usuario del sistema espera una respuesta mucho m¨¢s r¨¢pida", razona Dur¨¢n. Para el secretario del SATSE, mientras los gestores de Osakidetza alardeaban de contar con "la mejor sanidad del mundo", la realidad a la que se enfrentaban los usuarios y los profesionales resultaba muy diferente, con sobrecarga de trabajo, falta de camas, retrasos y listas de espera crecientes. "El conflicto ha servido para que Osakidetza ponga los pies en la tierra, admita que hay problemas y una necesidad inminente de inversi¨®n".
Cristina Domingo abunda en la idea de que con "tiempo y los recursos necesarios" los profesionales de Atenci¨®n Primaria "son capaces de resolver m¨¢s del 90%" de los problemas de salud de la poblaci¨®n.
Mientras otras comunidades aut¨®nomas hace ya varios a?os que se pusieron las pilas, Osakidetza ha vivido de las rentas y no ha visto que las cosas se empezaban a mover muy r¨¢pido. S¨®lo durante el ¨²ltimo a?o de la legislatura reaccion¨® con un plan de inversiones en infraestructuras sanitarias que se prolonga hasta 2012.
Otro problema a?adido es el de la ausencia de una generaci¨®n de recambio adecuada en cuanto a m¨¦dicos. Existe una gran escasez de facultativos, los pa¨ªses europeos se los rifan y Osakidetza trata de atarlos con contratos de fidelizaci¨®n cuando terminan la residencia y a base de ofertas p¨²blicas de empleo. Y es que no hay que remontarse demasiados a?os para ver que la trayectoria de muchos m¨¦dicos j¨®venes ha estado marcada por contratos en precario.
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